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La mafia capitalina en 2019, ascenso y descenso de grupos delictivos

El año que se extingue marcó el descenso y ascenso de varios personajes de la mafia capitalina, lo mismo que la aparición de nuevos grupos del narco

Escrito en METRÓPOLI el

El año que se extingue marcó el descenso y ascenso de varios personajes de la mafia capitalina, lo mismo que la aparición de nuevos grupos delictivos.

El primero acontecimiento a resaltar ocurrió en mayo, cuando quien se perfilaba para escalar en el organigrama de La Unión, la organización criminal más peligrosa, fue asesinado en Iztapalapa por sus propios cómplices.

Se trata de Víctor Vázquez Alor “El Alor”, mayor de tres hermanos, Valeria y “Chicho”, también dedicados a la venta de droga, el cual era muy cercano a David García Ramírez “El Pistache”, quien controlaba las actividades delictivas en bares y antros de Polanco, Roma, Condesa, Narvarte, Zona Rosa; San Ángel, Coapa y Satélite, en el Estado de México.

“Pistache” es concuño del máximo líder de La Unión, José Alberto Maldonado López “El Betito”; ambos se encuentran encarcelados en el Reclusorio Oriente, pero desde ahí manejan los hilos del grupo delictuoso.

De ahí que “El Alor” pintaba para ascender luego de la captura de “El Pistache”, en octubre de 2018. Ya a lo largo de ese año, “El Alor” fungía como cabecilla, teniendo bajo su mando a una treintena de distribuidores de estupefacientes.

La Silla Rota dio a conocer chats de Whatsapp de La Unión donde se aprecia la cadena de mando en los antros; hasta arriba, solo debajo de “El Pistache” y su brazo derecho “El Tiger”, también recluido, estaba “El Alor”.

Por su puesto, el joven de 27 años de edad era representante de esas células no las del Centro, Tepito y otras seis alcaldías donde opera el grupo delictivo, pero aún así las investigaciones de la Procuraduría y de la Policía capitalinas lo señalaban como un mafioso a la alza.

No obstante, el 3 de mayo fue asesinado a tiros cerca de su casa, en Iztapalapa.

Una llamada telefónica, declaró su novia, lo hizo salir del apartamento donde vivían y caminó hasta un punto de la colonia Paseos de Churubusco, donde se encontró con su homicida.

Videos publicados por La Silla Rota dieron cuenta del ataque. “Alor” quedó tendido en el suelo, aún vivo pero segundos después fue rematado.

Al parecer, a él lo ultimaron porque se sospechaba cometió errores que facilitaron la ubicación de su jefe, “El Pistache”, perseguido por las autoridades, como el hecho de tenerlo en su teléfono celular con su apodo real, además de contar con Internet, lo cual fue usado por agentes federales para rastrear a “El Pistache”.

Sube ‘El Bandido’

Víctor Vázquez Alor tenía bajo su mando a varios individuos que a lo largo de 2019 comenzaron a sonar y se volvieron blanco de las corporaciones policiacas, debido a las extorsiones, homicidios y venta de droga a lo largo y ancho de la capital.

Estaban “Mitzuru”, “El Bandido”; “El Guerrero”, “El Sica”, “Pájaro”, “Mark Varela”, “Alexis” y “Noriega”, todos relacionados con la facción de La Unión especializada en el control de los centros nocturnos.

Durante 2019, “Mitzuru” y “Bandido”, quien por cierto escapó de un operativo la misma noche que “El Pistache” fue capturado en Santa Fe, se hicieron del liderazgo de la célula y desataron una ruptura interna, pues “El Guerrero” quería convertirse en el jefe y no fue respaldado.


Ahora él y La Unión sostienen una pugna que dejó en el año 16 asesinados, entre ellos empleados de bares, miembros de la propia organización y hasta un ciudadano colombiano, cuyo cadáver apareció en la cajuela de un taxi en la colonia Ruiz Cortinez, Coyoacán, el 25 de noviembre.

“El Sica” fue arrestado tras un tiroteo en junio, en Villa Coapa, luego obtuvo su libertad y supuestamente se adhirió a la estructura delictiva de “El Guerrero.

Esa misma ocasión fue detenido “Pájaro”, ultimado a balazos dentro de Foro San Ángel, el 9 de septiembre. Todo como parte de la lucha contra “El Guerrero”.

Finalmente, el 25 de noviembre fue arrestado “El Bandido”, lo cual orilló al líder absoluto de La Unión a encomendar el mando de esa facción ya no a los que estaban con “Alor” sino con gente de su confianza que opera en Tepito y el Centro.

El autodenominado cártel de Tláhuac, en decadencia

En mayo, Luis Felipe Pérez Flores “El Felipillo” fue aprehendido por fuerzas federales. Él era la cabeza del autodenominado cártel de Tláhuac, fundado y encabezado por su padre, Felipe de Jesús Pérez Luna “El Ojos” hasta su abatimiento en 2017.

Ya había habido otras bajas considerables, como las de las propias hijas, Diana Karen y Liliana, pero la de “El Felipillo” mermó mucho más a la agrupación criminal, alguna vez en expansión, pero ahora en franca decadencia.

Acontecimientos como el tiroteo en Plaza Artz, ocurrido en julio, donde dos israelíes ligados al cártel de Sinaloa y un policía fueron asesinados a balazos, donde uno de los participantes tenía nexos con los de Tláhuac, fue exponiendo cada vez más a “El Felipillo” con las autoridades.

Por si fuera poco, el 29 de octubre fue baleado el Edil de Valle de Chalco, en el Estado de México, Francisco Tenorio Contreras, quien posteriormente murió en el hospital. Dicha agresión también se vinculó a los de Tláhuac, debido a que uno de los sicarios detenidos, luego de que atentaran contra él sus propios cómplices, revelara las conexión.

No obstante no se ha comprobado esto, sí afectó la imagen del grupo delictivo , el cual ha perdido terreno al oriente de la capital con otras bandas como Los Rodolfos o inclusive con La Unión.

Todavía, acorde con las indagatorias de la Procuraduría local, siguen controlando las operaciones ilícitas en nueve colonias de Tláhuac y dos en Milpa Alta, pero están lejos del poder que tuvieron con “El Ojos”, principal objetivo del Gobierno no solo de la ciudad, sino el federal, durante por lo menos cuatro años.

Nuevas bandas delictivas

En el 2019 surgieron nuevas células del hampa que han causado inseguridad en las alcaldías donde operan, homicidios, secuestros y hasta extorsiones a comerciantes.

Las más peligrosas son las de “El Guerrero”, que opera en Coyoacán y Tlalpan; la de “El Maistrin”, que si bien llevaba más años asentada en Álvaro Obregón fue hasta este año que se convirtió en una amenaza para la ciudadanía, al sostener una pugna contra Lenin Canchola, aliado de La Unión.

Asimismo, emergieron personajes como “El Lunares”, otro que ya operaba desde hace por lo menos cinco años en Tepito, pero que durante 2019 se convirtió en objetivo primordial de la Policía; inclusive se realizó un megaoperativo en su contra, el 22 de octubre, el primero de relevancia del recién nombrado secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Hafurch.

Sin embargo, las cosas salieron mal: una treintena de detenidos fueron liberados por un juez de control que señaló diversas irregularidades en la puesta a disposición, inclusive error sospechoso como la hora del operativo y el de las detenciones. Nada coincidía y algunos de los arrestados alegaron ser vecinos que simplemente celebraban un cumpleaños en la unidad habitacional.

Pese a todo, fueron encontrados túneles, dos narcolaboratorios, osamentas humanas, armamento y mucha droga, lo cual mermó a “El Lunares” y le puso los reflectores encima.

La Silla Rota publicó videos donde se aprecia a personal de la Policía de Investigación y de la Policía conviviendo con allegados a “El Lunares”, pesquisa que hasta el cierre del año no ha acabado y tiene el fin de revelar qué servidores públicos lo apoyaban.