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Jardines de Morelos: la cuadra de las desaparecidas

En la calle localizada en el municipio de Ecatepec en el Estado de México, tres mujeres han desaparecido

Escrito en METRÓPOLI el

La colonia Jardines de Morelos ubicada en el municipio de Ecatepec, de acuerdo a expertos del C5 es una de las 23 colonias más riesgosas del Estado de México y dentro de dicha colonia, en la Avenida Jardines de Morelos, tres mujeres desaparecieron en el lapso de un año.

Fabiola buscaba trabajo

La primera en desaparecer fue Fabiola Luquín Reyes, una mujer de 26 años que estaba buscando empleo para solventar los gastos en su casa en la que vivía con su esposo y su hijo. 

En enero de 2012, la mujer encontró un anuncio cerca de la Central de Abastos de Ecatepec donde solicitaban a una persona que cuidara a un adulto de la tercera edad. Fabiola llamó al número indicado y le pidieron que se presentara en el puente de la Central de Abastos donde se encontraría con un hombre acompañado de la mujer de la tercera edad de la que se haría cargo.

Fabiola llegó con su madre al lugar acordado pero no había nadie con las características que le habían comentado. Según relató tiempo después su madre, ambas notaron que un hombre con gorra y lentes oscuros estaba parado al otro extremo del puente las observaba y hablaba por celular.

Posteriormente, Fabiola intentó comunicarse nuevamente al número del anuncio y la persona que le contestó le indicó que la cita esta vez sería en la tienda "El Neto", ubicada en la Avenida Jardines de Morelos, con una solicitud de empleo, pero que únicamente debía ir la interesada a la entrevista. 

“Mi hija se sacó de onda, porque le dijeron que le iban a mostrar las tiendas, pero después recordamos que en el lugar había otro anuncio que era para trabajar como cajero en tiendas, con el mismo número del celular”, declaró su mamá.

Fabiola salió a las 9:30 horas del 10 de enero de 2012 rumbo a la tienda “El Neto”. Desde ese momento su familia no volvió a verla. A las 14:00 horas de ese día sus familiares intentaron comunicarse y le indicaron a la madre que su hija ya estaba laborando, pero que no podía contestarle.

Pasadas las diez de la noche, se comunicaron de nuevo al misterioso empleo, donde les indicaron que su hija estaba trabajando frente al mercado del Hospital de las Américas, en la calle Nueva Roma 12, en la colonia Las Américas.

Fueron a buscarla a dicha dirección, pero descubrieron que la calle no existe.

Al día siguiente de la desaparición de Fabiola, sus padres fueron a levantar la denuncia al Ministerio Público, sin embargo, la Procuraduría General de Justicia del Estado de México tardó dos meses para iniciar la investigación. 

“Estuvimos yendo al MP buscando al comandante Alonso, encargado del caso, él siempre nos decía que de seguro mi hija se había ido con su amante. Otro de los comandantes, de nombre Isaac, nos sugirió comprar un carrito de tamales para vocearla; ambos comandantes siempre me decían: ‘señora ya estamos cerca de la pista’”, mencionó la madre.

Debido a la inacción de las autoridades, sus padres intentaron investigar por su cuenta y solicitaron los videos del día de la desaparición de su hija en la gasolinera que está frente a la tienda Neto.

En la cinta se observa a un hombre de gorra blanca, quien desciende de la camioneta, posteriormente se ve a Fabiola abordar el vehículo, pero en ningún momento se percibe el rostro del hombre.

El padre de Fabiola afirmó que también fueron a preguntar sobre su hija a la tienda "El Neto" y algunas cajeras que se encontraban ese día sólo indicaron que vieron a Fabiola en los torniquetes de la entrada esperando, mientras que el supuesto delincuente realizaba una compra.

Personal de la tienda se negó a proporcionar las imágenes, ya que aseguran que la cámara de la tienda sólo toma imágenes de la entrada y salida de clientes.

A la fecha, el paradero de Fabiola es desconocido.

La última vez que vieron a Luz del Carmen estaba llorando

El 12 de abril de 2012, tres meses después de la desaparición de Fabiola, Luz del Carmen de 13 años desapareció cerca de su domicilio que, curiosamente, vivía a dos cuadras de la tienda en que Fabiola desapareció.

Se sabe que salió alrededor del mediodía: una vecina la vio llorar sentada en las escaleras y luego hablando con un vecino de 11 años. 

Ese es el último rastro de Luz del Carmen. A las 17:30 horas de ese día, su padre llegó a casa, encontró la puerta abierta y la televisión prendida. 

Luz no se había llevado dinero ni el cargador de su teléfono, tampoco el suéter que estaba sobre la cama. 

Los papás de la niña la buscaron todo el día y a la mañana siguiente se dirigieron al Ministerio Público de Ecatepec. 

Las autoridades levantaron la denuncia hasta 72 horas después de la desaparición de Luz, a pesar de que se trataba de una menor de edad. Dijeron lo de siempre: que si se había ido con el novio, o que si estaba embarazada.

La familia quiso hablar con el niño que se acercó a Luz del Carmen cuando lloraba. Primero, los padres de éste le prohibieron hablar, y días después el pequeño falleció en un accidente. 

El 17 de abril del mismo año, la familia recibió un mensaje de texto anónimo. Según éste, Luz se encontraría retenida contra su voluntad por un hombre que ya había matado a otra niña en enero de ese mismo año. 

En el mensaje se proporcionó una dirección. Los policías se dirigieron ahí. Dijeron que no hallaron nada. La familia se enteraría después que ni siquiera ingresaron al domicilio.

Cinco años después de su desaparición, en los que la familia de Luz del Carmen no dejó de buscarla, fue hallada sin vida. 

Hasta ahora no hay más detalles de cuándo la mataron o si permaneció cinco años con vida.

Luz María sólo iba a la farmacia

El caso de la desaparición de Luz María, de 13 años, comenzó el 8 de agosto de 2013 cuando la menor se dirigía a la farmacia (en la misma Avenida) por un medicamento que le pidió su tía abuela Yolanda Jiménez Alonso; sólo se llevó el dinero para las medicinas y no se llevó suéter, mochila o bolsa.

Según se narra en El Universal, después de varias horas y días de búsqueda, sus familiares solicitaron que se revisara la cámara de seguridad que pudo captar el recorrido de Luz María; sin embargo, descubrieron que esa cámara no funcionaba y sólo era un método de “disuasión”, según explicó Fabiola Jiménez, tía de Luz María.

Luz María, era una adolescente tímida, retraída, apegada a su tía abuela y una estudiante de excelencia que iba a pasar a tercero de secundaria. 

Debido a la desesperación de su familia que imprimió volantes que pedían información sobre Luz María e incluía el teléfono de la casa por lo que días después un hombre llamó, aseguró tener a la menor y exigió dinero a cambio. Poco después se sabría -gracias a la investigación por parte de los ministeriales y una visita a Oaxaca- que el hombre que llamó era un extorsionador y no tenía a Luz María.

Según la policía del Estado de México, la menor se fue sola sin importar las extrañas condiciones en que desapareció y culpó a su tía abuela por tratarla mal.

“Después de ser víctimas, las autoridades nos hacen victimarios. Yo les he dicho que primero la encuentren y ya después, si quieren, nos meten a la cárcel”, declaró su tía. 

A la fecha, se desconoce la pista de dónde está Luz María.

Con información de Excélsior, El Universal, La Prensa y El Gráfico

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