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Irresponsable, reconstrucción en Xochimilco y Tláhuac

El Observatorio Ciudadano en Defensa de la Constitución de la CDMX advierte que esas zonas requieren una cirugía mayor para reordenar la estructura urbana

Escrito en METRÓPOLI el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Es una grave irresponsabilidad reconstruir viviendas dañadas en Xochimilco y Tláhuac en las actuales condiciones de urbanización, señaló el Observatorio Ciudadano en Defensa de la Constitución Política de la Ciudad de México, al dar a conocer su opinión técnica respecto de la recientemente aprobada Ley de Reconstrucción

Después de realizar el análisis de la legislación, el organismo llegó a la conclusión de en estas zonas se requiere un estudio a fondo para modificar las condiciones de la traza urbana y generar los espacios públicos indispensables y los equipamientos para la convivencia social.

El maestro Roberto Eibenschutz, exsecretario de Desarrollo Urbano del Distrito Federal y miembro del Programa de Investigación de Estudios Metropolitanos de la Universidad Autónoma Metropolitana, aseguró a La Silla Rota que estas zonas no deben mantenerse como están, pues requieren de una cirugía mayor para reordenar la estructura urbana y tener vialidades más amplias.

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El también integrante del Observatorio y uno de los autores del análisis indicó que la ley no prevé esas situaciones, toda vez que está muy orientada a las zonas de clase media en las delegaciones Benito Juárez, Coyoacán y Cuauhtémoc, donde el fenómeno es muy distinto. Además, “la ley está orientada sólo a la reconstrucción de la vivienda y no es el único problema que padecen Xochimilco y Tláhuac, es la estructura urbana completa”.

El documento dado a conocer hoy indica que las autoridades han sido permisivas e incluso han promovido el asentamiento y la regularización de la tenencia de la tierra en zonas planas inundables y en muchos casos en chinampas que no tienen condiciones adecuadas para la construcción.

“Las parcelas agrícolas originales se han subdividido y el acceso a las viviendas se resuelve mediante servidumbres de paso (callejones) que suelen tener 80 cm de ancho y hasta 50 metros de largo con construcciones en ambos lados de dos y hasta tres niveles”.

Por otra parte, el texto hace notar que si bien se creó la Comisión para la Reconstrucción, ésta no cuenta con atribuciones ejecutivas directas para construir o demoler, cuestiones fundamentales que deberán canalizarse a través de las dependencias correspondientes del Gobierno de la Ciudad, lo que puede implicar un avance lento de las acciones, y lo más grave,  una dilución de las responsabilidades.

Otro tema que destaca el análisis es que la ley permite incrementar en 35 por ciento el coeficiente de utilización del suelo, en los niveles de edificación, y mayor número de viviendas sobre la existencia anterior al sismo. Y lo hace únicamente tomando en cuenta el criterio financiero.

El maestro Eibenschutz señaló que es arbitrario establecer ese porcentaje sin haberse realizado un análisis de las condiciones locales, la capacidad de  la infraestructura y el equipamiento. No puede ser una determinación como si fuera un regalo divino, subrayó.

El documento enfatiza que otorgar atribuciones por excepción a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda para modificar la zonificación sienta un pésimo precedente para actuaciones futuras.

También la exención de la obligación de reponer los estacionamientos en edificios colapsados, sin analizar las condiciones de la zona, puede generar efectos graves de congestionamiento de las vialidades en el entorno, indica el análisis.



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