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Inseguridad y narcomenudeo, el problema que nadie atiende en CCH Oriente

Estudiantes narran cómo la venta de droga se da libremente y también como con frecuencia son víctimas de asaltos

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Escrito en METRÓPOLI el

La inseguridad, venta y consumo de drogas, tanto dentro como fuera del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) campus Oriente es de todos los días. Estudiantes señalaron que las autoridades tienen conocimiento de esas actividades, sin embargo, no han observado acciones para combatir o erradicar estas situaciones.

Luego del asesinato de la estudiante del CCH Oriente, Aideé Mendoza, dentro de un salón de clases del edificio P, el pasado lunes 29 de abril, la comunidad estudiantil ha reclamado a las autoridades universitarias y del gobierno de la ciudad la falta de seguridad que hay alrededor del plantel, así como su inacción ante la venta de drogas.

En una semana, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) ha difundido varias líneas de investigación en torno al homicidio de la joven de 18 años. Una de ellas es el narcomenudeo.

Estudiantes consultados por La Silla Rota refirieron que tanto afuera como adentro de las instalaciones del CCH hay venta de estupefacientes. “Lo que más se consume dentro es el cristal”, comentó un joven que prefirió omitir su nombre.  

Además, enfrente de la entrada principal del CCH Oriente sobre Periférico en la colonia Agrícola Oriental, hay un lugar que entre la comunidad estudiantil se conoce como “la calle loca” donde venden droga y también consumen.

Meritxell Medina, estudiante de sexto semestre, cuando ingresó al CCH Oriente se sentía muy segura. Sin embargo, en el segundo y tercer año se dio cuenta que no era tal.

 “De hecho en tercer semestre tuve un incidente. Yo iba cruzando el puente peatonal para llegar  al CCH cuando de frente me topé con unas chicas de las colonias de alrededor que iban muy pasadas de drogas, me empezaron a insultar, llegó a tal punto que me querían golpear. Me tiraron mis lentes, los cuales se me rompieron. Unas personas que iban pasando me auxiliaron y si no hubieran estado ahí, no sé qué hubiera pasado”.

Al llegar al plantel, reportó el hecho a las autoridades, solo le dijeron que tuvieran cuidado y que iban a anotar el incidente, pero nada más. No le dieron seguimiento.

Comentó que entre la comunidad estudiantil se sabe que en la “calle loca” hay personas tanto del plantel como externos que se van a drogar ahí. “Ahorita se supone que ya está más controlado, pero todavía en el semestre pasado había mucha gente que se iba a tomar ahí o fumar mariguana”.

Dentro de la escuela, señaló que ella no ha visto venta de drogas, aunque se sabe que existe. En ocasiones llega un olor a mariguana “o cosas parecidas”. El problema es que esto ya se normalizó, pues nadie ni dice nada, quizá por temor a represalias”. 

Víctor Galdames, estudiante de cuarto semestre, indicó que alrededor del CCH hay mucha inseguridad. “En el primer año, tenía poco de entrar cuando el camión en el que iba dio la vuelta, donde se encuentra el estacionamiento de profesores y alumnos, se subieron a asaltar y me quitaron mi celular”.

Señaló que justo en esa zona, que es donde está la calle Universidad, se han registrado muchos robos. “Ahí por done están los estacionamientos del CCH enfrente está la parada de los autobuses está muy inseguro y oscuro, hay muy poca luz, casi no hay faros que sirvan y pasando la calle no se ve nada”.

Entre el estudiantado también se conoce que muchas de las personas que asaltan en esa parte provienen de la unidad habitacional Ejército Constitucionalista. Se ha observado que luego de robar se van a refugiar hacia esos edificios.

Otra de las situaciones con las que lidian los alumnos, sobre todo en el turno de la tarde, son los “petardazos”. “Hemos tenido últimamente varios atentados de grupos porriles que van a tirar petardos para espantar a los estudiantes. Cuando pasa esto, el personal de Jurídico pareciera que no está capacitado para este tipo de acciones, ya que lo único que hacen es decirnos que nos metamos y ni siquiera dan información de quienes fueron”.

Sandy Morales Ortíz, estudiante del CCH Oriente, dijo que es muy bien sabido por estudiantes,  profesores y autoridades que de la unidad habitacional Ejército Constitucionalista es donde se refugian los delincuentes.

 “Se ha visto que cuando llega a pasar algo y si una patrulla o policía agarran a alguien sale mucha gente de la unidad a defenderlo. Yo solía irme en el CCH Bus, que la parada está muy cerca de ahí, y como dos veces asaltaron a mano armada”.

Sandy relató que la seguridad al rededor del plantel es muy deficiente. Además de los asaltos constantes, en la “calle loca” hay muchos chavos que se van a drogar y que incluso ahí entre ellos la venden.

“Ese lugar es un acceso muy fácil de drogas a los estudiantes del CCH, porque muchas veces con el hecho de estar ahí ya te están invitando”.

JGM