Main logo

Historias de los fallecidos en Bolívar y Chimalpopoca

Hilda Palacios Nolasco les vendía dulces, refrescos y tortas, ahora cuenta las historias de sus clientes

Por
Escrito en METRÓPOLI el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Para Hilda Palacios Nolasco, la esquina de Bolívar y Chimalpopoca nunca será la misma, no como era antes del 19 de septiembre de 2017. Transitaba mucha gente. La calle tenía su propia vida. Ella vendía dulces, refrescos y tortas. La mayoría de sus clientes trabajaban en el edificio de cuatro pisos que colapsó durante el sismo de 7.1 grados.

Sigue aquí la cobertura completa del sismo.

“Ahora me he quedado sin mis clientes. Tengo dolor. Yo compartía con ellos en mi puesto, cotorreábamos y me compraban. Eran gente muy linda. Algunas veces trabajé con ellos en vacaciones ayudándoles a la limpieza del edificio. Era grande. No tenía cuarteaduras, estaba muy bien, jamás nos imaginamos que se cayera”.

Dice que laboraban cerca de 80 personas, en cada piso había como 20. Uno de sus clientes favoritos falleció. Se llamaba José Lin Chia Ching, todos lo conocían como Pepe Lin.

“Era una buena persona. Trabajaba en DashCam México. Era como de los jefes. Lo conocí hace unos 10 años. Me compraba refrescos, dulces, chocolates, sandwiches. Era una persona muy sencilla y amable”.

Pepe Lin era taiwanés, naturalizado paraguayo. Su familia emigró a ese país en 1980. Trabajaba en la Ciudad de México desde hace 11 años en la comercializadora de cámaras para vehículos que estaba en el cuarto piso. Dejó dos hijas: una de 10 años y otra de dos. Su esposa también es una paraguaya de origen taiwanés.

Hilda Palacios Nolasco, quien le vendía dulces, refrescos y tortas a las víctimas de la fábrica (Sharenii Guzmán)

“Descanse en paz, un gran empresario de Taiwán, el cual tuve la fortuna de tenerlo como patrocinador en mi programa de radio, hablaba perfectamente el español, agradezco su confianza puesto que iba a realizar una donación muy importante para la gente afectada del sismo del 7 de septiembre. Se puso en contacto conmigo el 19, tristemente su edificio colapsó y perdió la vida”, informó Roberto Reséndiz Alquisira Greco, conductor de “Los Amigos del volante”.

Lo recuerda como una persona inteligente, cariñosa con su familia y con una alegría inmensa.

“Nos deja la enseñanza de que nadie tiene la vida comprada, en cualquier momento podemos partir y por ello la importancia de vivir la vida en el momento y mostrar el cariño a nuestros seres queridos, descanse en paz José Lin, gran empresario de Taiwán conocido como Pepe Lin, sus cámaras de vehículo están por todo el país, fue en resumen un triunfador y excelente ser humano”, dijo mediante su cuenta de Facebook.

El memorial de Bolívar y Chimalpopoca (Sharenii Guzmán)

En la calle Simón Bolívar número 168 estaba el edificio que colapsó. De manera oficial se sabe que fallecieron 21 personas y rescataron a 2 sobrevivientes. Sin embargo aún se desconoce cuántas personas laboraban en ese edificio y cuántas quedaron atrapadas.

“Eran cuatro pisos y en cada nivel había una empresa. Abajo era una fábrica de telas, en el segundo piso era de importaciones, el tercero de bisutería y el cuarto de cámaras”, agregó Hilda Palacios.

Al momento del colapso vio gente salir, sin embargo no los reconoció. “No supe quiénes fueron los que salieron. No me fijé. No tenía cabeza para observar quiénes eran. Sí salieron algunos”. Los del piso uno, en su mayoría eran mexicanos, y en el segundo había taiwanesas y mexicanas. Ahí trabajaba Silva Migueles. Era otra de sus clientas. Recuerda que era la licenciada de ABCToys.

A la gente que estaba en ese edificio le tenía cariño. Por eso fue, junto con su hijo, a ayudar en las labores de rescate. Vive en Isabela Católica y Lucas Alamán. “Nos salvamos en el 85 y nos volvimos a salvar ahora. En el 85 vivía en la cerrada de Chimalpopoca. Esto es mi fuente de trabajo. Mi esposo no trabaja, él es diabético y ha tenido problema con los ojos. Tenía un taxi pero lo dejó porque no veía”.

El memorial de Bolívar y Chimalpopoca (Sharenii Guzmán)

Este martes, a una semana del temblor, Hilda pudo volver a instalarse. Tenía un puesto metálico antes del sismo. Lo perdió. Ahora tendrá que empezar de ceros. No sabe qué pasará. La escuela Simón Bolívar no ha regresado a clases, y no tiene fecha. El lunes fueron algunos de los alumnos acompañados de sus padres a recoger sus cosas. La directora dijo que hasta nuevo aviso se abrirá la primaria.

Luego de que se cayera el edificio, voluntarios civiles buscaron personas y con manos retiraron los escombros. Hacían cadenas humanas, se pasaban cubetas llenas de piedras, pedazos de loza, muro.

Desde el primer momento la ciudadanía se unió. El viernes el gobierno y militares concluyeron los rescates y la remoción de escombros. De lo que fue el inmueble solo quedó una plancha. Los voluntarios civiles rechazaron terminar con la búsqueda. Ellos querían agotar todas las posibilidades y así lo hicieron. Su objetivo era encontrar un sótano, que supuestamente estaba en el edificio, el cual se corroboró que no existía. Cavaron hasta el amanecer del sábado.

El domingo, un grupo de mujeres montaron de entre los escombros un memorial para recordar a las víctimas que fallecieron en ese sitio. Colocaron objetos simbólicos referentes a los que se encontraron en el lugar. Ropa, muñecas, bolsas, retazos de tela. También llevaron flores. Entre los restos de muros que quedaron hicieron algunas pintas como “La vida de una costurera vale más que todas sus máquinas. Justicia”.

Exigieron la nómina completa de la fábrica que incluye el nombre de todas las mujeres que ahí trabajaban, así como el señalamiento de las personas dueñas de las empresas. También solicitaron el nombre de las personas que fueron rescatadas con vida del edificio y de su ubicación, así como su estatus migratorio.

El memorial de Bolívar y Chimalpopoca (Sharenii Guzmán)

Hasta el momento el memorial permanece donde estaba el edificio. Incluso se ha ampliado. La Procuraduría General de Justicia de la CDMX acordonó la zona y colocó vallas para impedir el paso, puesto que inició una investigación.

La gente acude al sitio para llevar flores, aunque como ya no se puede entrar, improvisó un pequeño altar en la banqueta con mensajes y veladoras.

El miércoles pasado, Juan Carlos se acercó al memorial con un ramo de margaritas. Iba con la cabeza baja. Al llegar, le dijo a uno de los policías que resguardaba el sitio que si por favor podía poner las flores debajo de una cruz rosa que forma parte del memorial. Se quitó sus lentes y lamentó la pérdida de cuatro personas que eran sus conocidas.

Él trabaja en una empresa que le vendía tela a la fábrica textilera que operaba en el primer piso. También había otra en el segundo. Dijo que ahí había máquinas de coser, pero que se aplastaron. En todo el edificio coincidió en que laboraban 80 personas.

Mensaje tras la tragedia (Sharenii Guzmán)

“Las costureras estaban en el ABCToy. Había rollos de tela. Ahí era donde cortaban. Algunas llevaban un ‘baberito’ para distinguirse de los demás pisos”.

Gloria Juandiego Monzón, de la asociación civil Crear, gestionar, mujeres a la lucha, también ex líder sindical de las costureras de 1985, indicó que el edificio de Bolívar y Chimalpopoca  era espacio de costureras y costureros.

“Sabemos era que una empresa textil, eran como bodegas. Nosotros lo dudamos por algunas piezas que encontramos ahorita, botones, hilos, agujas. Encontramos muchas cosas que nos remite a una fábrica”.

lrc