En el transcurso de los nueve meses de pandemia en México han fallecido por covid-19 108 sacerdotes y el obispo Arturo Lona Reyes, conocido como el “Obispo de los pobres”, por sus obras de caridad hacia las personas desprotegidas y quien tenía como sede Tehuantepec, Oaxaca.
Monseñor Guillermo Fernández Orozco, quien hasta hace unos días dejó el cargo de Vicario de la catedral de Toluca, lamentó también el deceso de 10 diáconos y seis religiosas.
En lo que corresponde a la Arquidiócesis de Toluca, en la que está al frente el Arzobispo Francisco Javier Chavolla Ramos han fallecido por covid-19, seis sacerdotes.
Mientras que otros tres religiosos lograron salir adelante de la enfermedad y 10 más han enfermado en lo que va del año, de padecimientos ajenos a la pandemia.
Monseñor Guillermo Fernández Orozco
Una vez que se emitió la alerta sanitaria por el nuevo coronavirus, en la Arquidiócesis de Toluca se formó un grupo de sacerdotes denominado “Capellanes Covid-19”, cuya misión fue ir a domicilios del Valle de Toluca para llevar la palabra de Dios a quienes padecían de esta enfermedad y conforme se fue extendiendo el tiempo de pandemia, el grupo de sacerdotes ha disminuido sus tareas altruistas y se espera que a finales de este año la encomienda haya terminado para ellos.
Incluso, el propio Arzobispo Francisco Javier Chavolla Ramos realizó a finales de marzo un sobrevuelo en helicóptero, llevando consigo el Santísimo y la imagen de la Virgen de Guadalupe, con la que oró y dio bendiciones a su pueblo del Valle de Toluca.
CIERRE DE IGLESIAS
El jerarca de la iglesia católica anunció que en la Arquidiócesis que él dirige se suspenden las fiestas patronales en honor a la Virgen de Guadalupe y de los santos, las procesiones y celebraciones de la piedad popular.
Hasta el día 15 de diciembre, también se cancelan las celebraciones de bautismos, confirmaciones, primeras comuniones y bodas, así como ceremonias de aniversarios, XV años y misas de tres años.
Dijo estar “preocupado por el creciente número de contagios y propagación de covid-19 y por la indiferencia e irresponsabilidad de muchas familias que, a propósito de la recepción de los Sacramentos de la iniciación cristiana, del matrimonio y de las ceremonias, han organizado fiestas y reuniones sociales, no tomando en cuenta nuestras recomendaciones y como consecuencia han convenido estos momentos de gracia en ocasión de la propagación de la pandemia”.
cmo