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“Hace horas que no sé de Santos; suena su celular, pero no contesta”

Angélica Cruz charló por celular con su esposo, quien estaba en el Metro; ella y muchas personas cuentan su angustia por hallar a seres queridos

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Escrito en METRÓPOLI el

Segundos después del desplome de la línea 12 del Metro, la tragedia hizo visible el “Luto Humano” que describe el escritor José Revueltas. Instantes después de que se derrumbara el tren, cientos de familias comenzaron un éxodo en la penumbra para dar con el paradero de sus familiares. Algunos, ya los encontraron, pero otros, siguen en la búsqueda de ellas y ellos.

Llamadas a Locatel, visitas a hospitales, al Ministerio Público, e incluso al Servicio Médico Forense (Semefo), no han dado resultados. La última pista que tuvieron de sus hijas, hijos, hermanos, padres o familiares, es que abordaron o viajaban en el Metro, e incluso, circulaban por avenida Tláhuac, momentos antes de que se derrumbara la estructura que hasta el momento ha cobrado la vida de 24 personas.

SANTOS REYES PÉREZ

Más de 20 horas pasaron desde la última vez que habló con su esposo. Segundos antes de que se desplomara el Metro de la línea 12, Angélica Cruz charló por celular con Santos Reyes Pérez cerca de las 10:25.

La conversación fue corta. Santos le mencionó que ya había salido de trabajar e iba en el Metro para llegar a Tláhuac para tomar el transporte que lo lleva a su hogar ubicado en el municipio de Valle de Chalco, Estado de México.

Los minutos pasaron y no tuvo comunicación de nuevo con su esposo, quien siempre le avisaba cuando salía del Metro. La espera se convirtió en preocupación al enterarse del accidente, por lo que trató de llamarlo de nuevo. El celular suena, pero nadie contesta.


 

Desde ese momento, recorrió distintos hospitales para dar con el paradero del padre de sus dos hijos. La búsqueda la llevó al Hospital General de Tláhuac, donde le mencionaron le negaron, de nuevo, el paradero de su esposo.

"Venía de trabajar y me dijo que iba para la casa. Siempre me avisa cuando llega a Tláhuac, pero ya no me avisó. Yo estuve llamando y ya no me contestó. Mi hijo se dio cuenta, en las noticias, del accidente del tren. Estuvimos buscando en varios hospitales: en el Xoco, en el Issste, aquí, en el de Balbuena y no lo encuentro”.

Preocupada y agobiada, por no conocer el paradero de su esposo, Angélica Cruz sigue a la espera de que las autoridades la contacten para darle cualquier información de su esposo, a quien recuerda que, al salir de su casa vestía pants gris, playera y gorra, ambos de color rojo, así como tenis negros.

"Le pregunté por los cuerpos, porque me dijeron que todavía no los tienen identificados, pero en caso de que llegue a aparecer, ellos me van a hablar".

Angélica es solo una de las varias mujeres, esposas, hijas, hermanas, madres, familiares que acudieron al Hospital General de Tláhuac en búsqueda de sus familiares. La respuesta que le han dado en los nosocomios a los que ha visitado es la misma: “no está aquí”.

“Pero tengo la esperanza que pronto lo voy a encontrar y que va a regresar a casa. Tengo fe en que está con vida, sólo pido que me den un informe que me tranquilice”.

Santos murió.

EVELYN XIOMARA

Rosaura Sandoval González busca a Evelyn Xiomara Ramírez Bonilla. Cerca de las 11:00 horas de la mañana de este martes, acudió al Hospital General de Tláhuac para pedir informes sobre la madre de sus sobrinos.

Al acercarse a la rejilla de ingreso del nosocomio, le comentaron que su familiar no se encontraba en ese lugar. Que la buscara en otros hospitales, porque no había registro de ella. Con la mirada cabizbaja, se acercó a preguntar a las personas que se encontraban a las afueras del hospital si alguien la había visto.

Al hacerlo, narró que a Evelyn le cayó encima una de las llamadas “ballenas” que sostenían la vía férrea de la línea 12 del Metro. Ella conducía su vehículo de color rojo por avenida Tláhuac. Quedó atrapada junto con otra persona que la acompañaba.

“Me llamo Rosaura Sandoval González, busco a Evelyn Xiomara Ramírez Bonilla. Ella no iba en el Metro, ella iba manejando su carro por avenida Tláhuac cuando le cayó la ballena. Su hijo tuvo comunicación con ella, porque alcanzó a llamar a su suegra cuando estaba la ballena arriba de ella”, narra.

Casi 24 horas después del accidente, desconoce en donde se encuentra Evelyn, madre de tres hijos. La última comunicación que se tuvo con ella fue justo cuando estaba atrapada debajo de los escombros.

“Ella estaba llorando, alcanzó a llamar a su mamá. Llamó cinco minutos después del accidente. No sabemos nada de ella, la estamos buscando. Tiene 40 años, iba acampada con una persona de 34 años. Ella tiene tres hijos, su hijo el mayor 24, su hija 22 y el más chico 16 años”.

La desesperación de no saber en dónde se encuentran sus familiares, ha unido a personas que jamás pensaron conocerse. Intercambiar teléfonos, fotos, testimonios e incluso, el llanto, es parte de la realidad que se vive a las afueras de los hospitales, por lo menos, en el General de Tláhuac.

LUIS SAID RAMÍREZ

Itzel Guadalupe Cortés también busca a su esposo, Luis Said Ramírez, a las afueras del nosocomio, donde fueron llevados la mayoría de los heridos graves de la noche del lunes.

La última vez que se comunicó con Luis, fue cerca de las 20:00 horas, cuando le mencionó que iba rumbo para su hogar, en la colonia Tulyehualco. Hasta el momento, Itzel sigue en la búsqueda de su esposo. Nadie le ha dado paradero o algún dato que le permita saber si se encuentra bien.

“A esa hora venía en el metro, porque siempre llegaba a las 11:00 o a las 11:30 a la casa. Lo hemos buscado por varios hospitales, pero nos dicen que no, que ya todos están reconocidos, pero en Locatel nos dicen que hay que buscarlo, porque hay varios que no han sido identificados”.

Luis Said, padre de dos menores, lleva casi 24 horas desaparecido. Su esposa y sus dos hijos no pierden la esperanza de encontrarlo con vida, en medio de un desierto de información que ha llevado a los familiares a acudir, incluso, dos veces, al mismo hospital para pedir informes por sus familiares.

“Mis hijos están preocupados. Me dicen, yo no me voy a dormir hasta que llegue mi papá. Ellos siguen esperando a que llegue su papá. Yo no pierdo la esperanza, lo único que quiero saber es ¿dónde? se encuentra”.

MJP