A pesar de que a partir de este 14 de septiembre los gimnasios particulares recibieron autorización para operar en parques o plazas públicas, ello no ocurrió, pues en un recorrido hecho por La Silla Rota se detectó sólo a personas que hacían uso de los aparatos que el propio gobierno de la Ciudad de México ha instalado en parques y camellones.
Además, La Silla Rota quiso entrar en comunicación con algunas de las cadenas de los gimnasios más grandes ubicados en la ciudad, y no obtuvo respuesta, como es el caso de los Sport City de Plaza Carso, Parques Polanco o Parque Lindavista.
Nadie respondió a las llamadas, ni siquiera para dar las citas que se requieren para hacer uso del gimnasio en exteriores, como lo requirió la Jefatura de Gobierno.
ALGUNAS SUCURSALES CIERRAN
Incluso se pudo conocer que a los miembros de cadenas como Sport City les han avisado que siete de las sucursales ya cerraron sus puertas definitivamente.
(Foto: Marco Antonio Martínez)
Se trata de las sucursales de Parques Polanco, Coacalco, Samara, Aragón, Ixtapaluca y los de Pachuca, Hidalgo, y Guadalajara, Jalisco.
De la cadena Energy Fitness, La Silla Rota llamó a las sucursales de Vía Vallejo y Reforma y tampoco nadie contestó.
SERVICIO EN PARQUES
La Secretaría de Gobierno anunció el 11 de septiembre que los gimnasios, uno de los negocios que no había podido abrir debido a las restricciones sanitarias para evitar contagios de covid-19, podrían dar servicio en plazas o parques públicos, e incluso se ordenaba un sistema de reservaciones, para llevar el control de los asistentes. El servicio en interiores se mantenía prohibido, para evitar contagios.
(Foto: Marco Antonio Martínez)
La Silla Rota acudió a los parques Álamos, en la colonia del mismo nombre, y en la Plaza de las Naciones Unidas, en la Narvarte, para ver si se daba servicio en esos sitios de parte de gimnasios particulares. En ambos sólo estaban los deportistas que a lo largo de la semana usan el mobiliario instalado por las autoridades de las alcaldías, y el cual está abierto a todo público.
Pero incluso en esas pequeñas áreas, la gente congregada era poca. Eran más los corredores que usaban las pistas pintadas alrededor de los parques -algunos con cubrebocas, otros sin él- y eran menos los que usaban los aparatos para tonificar las piernas o mejorar los bíceps.
LA MISMA GENTE DE SIEMPRE
En el parque Álamos sí se vio a dos hombres que practicaban box, pero se trataba de los mismos que cada mañana practican bajo el mini teatro ahí instalado.
(Foto: Marco Antonio Martínez)
En la plaza de las Naciones Unidas se le preguntó a un vendedor de dulces que acude diario, sobre si sabía que habría actividades de gimnasio.
Su respuesta fue que había la misma gente que siempre. Dijo que el único gimnasio que conocía se ubicaba en Morena y La Quemada, a un par de calles de ahí.
La Silla Rota acudió el lugar. Pese a que en las paredes exteriores del gimnasio se lee que está abierto las 24 horas, el establecimiento, además de estar cerrado por disposición sanitaria, también se veía abandonado.
(Sharira Abundez)