"Sé que pedir justicia no me las va a devolver pero necesito que la investigación siga", así reflexiona Ana a casi dos meses de que Leticia y Ximena, su mamá y su hermana, fueran asesinadas.
Ana cuenta en entrevista con La Silla Rota la historia de su mamá, quien era subagente de la Guardia Nacional y de su hermana de 13 años cuyo feminicidio revela, una vez más, la poca eficiencia de las autoridades del Estado de México ante un posible caso de feminicidio.
“Mi mamá era elemento activo de la Policía Federal de México trabajaba y se dedicaba a la justicia para su país, para nuestra familia, para mujeres y hombres, siempre se distinguió en su trabajo siendo un buen elemento, y aún siendo activo de la Policía Federal y ellos no han hecho nada”, narró Ana al dar a conocer el asesinato de ambas.
La historia
Las fechas son importantes, destaca Ana quien ha tratado de investigar por sus medios y es así como narra a LSR la cronología del caso.
El pasado 23 de enero, un jueves, fue cuando Ana y sus abuelos se enteraron de la desaparición de Leticia y Ximena.
Fueron los elementos de la Guardia Nacional, compañeros de Leticia, quienes llegaron a buscarla en el domicilio de una de sus hermanas pues desde el lunes no se había presentado a trabajar.
“Mi mamá nunca faltaba, era muy responsable y llevaba años trabajando en la Policía Federal, por eso los alertó que faltara tantos días y fueron a buscar a mi tía en el Edomex”, relata su hija y fue a partir de ese día que iniciaron la búsqueda.
Cuatro días sin aparecerse y el esposo de Leticia, con quien llevaba poco más de un mes de matrimonio, no había alertado al resto de la familia ni a Ana que viven en otro estado.
“Lo llamamos (al esposo de Leticia) y nos dijo ese jueves temprano que mi mamá y mi hermana estaban en su trabajo y escuela respectivamente, esa mentira nos confundió y preocupó pero mi tío le dijo a ese señor que por favor les pidiera que en la noche nos hablaran”.
Como la llamada nunca llegó volvieron a comunicarse con la pareja de Leticia -de quien se omite su nombre a petición de la familia para no alterar la investigación- y este cambió su versión: esta vez les dijo que en realidad habían tenido una discusión y desde el lunes no sabía nada de ella.
Fue así como hasta el 25 de enero un familiar pudo acudir a levantar la denuncia de desaparición de madre e hija y horas después el esposo de Leticia llamó para reclamarles por haber levantado un reporte pues “él sería uno de los principales sospechosos” y horas más tarde él también levantó un reporte.
Ana, sus tíos, abuelos y su papá continuaron buscando a Ximena y Leticia, hasta que el 29 de enero que un policía le dijo a un familiar que habían dos cuerpos de mujeres en calidad de desconocidas con características similares a quienes buscaba y en efecto, las reconoció.
Incluso, desde el 21 de enero, distintos medios locales y nacionales publicaron la nota sobre el hallazgo de “dos cuerpos encobijados en distintos hechos”. La Silla Rota, incluso, publicó el feminicidio de ambas en un recuento de mujeres desconocidas.
El cuerpo de Leticia, según narra su hija, fue hallado en la colonia Los Hornos en Ixtapaluca a las 3 am aproximadamente, mientras que el cuerpo de Ximena fue abandonado en Tlalmanalco.
"Fue hasta semanas después que vi las fotos que publicaron en medios de mi mamá y mi hermanita, mi familia no quería que yo lo viera porque me iba a doler pero gracias a esas fotos yo reconocí las sábanas, eran de nuestra casa y mi mamá se las llevó cuando se mudó al Estado de México", describe.
El calvario por justicia
La historia de Ximena y Leticia se suma a los cientos de mujeres asesinadas en el Estado de México, una de las entidades clave del feminicidio en México. Pero para Ana y el resto de la familia esto no debe de ser una generalidad por lo que se han unido en la búsqueda de verdad y justicia.
Es así como la familia ha realizado una serie de investigaciones e intentó aportar datos a las autoridades mexiquenses, los cuales no fueron recibidos ni asentados en algún acta.
"Le comenté a uno de los abogados de oficio que me atendió en la en la Subprocuraduría de Justicia en Tlalnepantla el dato de las sábanas que yo las reconocía y que sospechábamos del esposo de mi mamá porque la celaba e incluso mi hermanita me contó que en una ocasión la espió mientras se cambiaba... pero aún así el abogado me dijo que esa información no era relevante y que los celos están en todas las relaciones".
Sobre el esposo de Leticia, su hija Ana comenta que estaban recién casados pues Leticia se mudó en mayo al Estado de México para estar más cerca de su trabajo en el cuartel de la Ciudad de México de la Policía Federal y posterior Guardia Nacional, y conoció al hombre a mediados de 2019, julio aproximadamente, y en noviembre se casaron; incluso, la familia teme que el sujeto tenga algún contacto pues no lo han citado a declarar y la investigación está detenida.
"Tenemos miedo a que no hagan nada por ellas, ¿por qué no investigan? ¿por qué solo hicieron guardia y homenaje los de su trabajo y no apoyaron? ¿por qué no han hecho nada?", lamenta.
(Frida Mendoza)