Luz Adriana Castillo Vázquez desapareció el 31 de marzo de su domicilio en la delegación Iztapalapa. Su vida como la de miles de mujeres en el país, no recibió la atención adecuada de las autoridades y días después fue encontrada muerta.
Su desaparición alertó inmediatamente a sus padres. Fue la última en salir de su casa, pues sus padres Wendy y Alan así como su hermano César, salieron y Luz se había quedado para lavar los trastes. Cuando su familia regresó, los trastes seguían sucios, el dinero que habían dejado a su hija para gastos se encontraban en el mismo lugar y ella no respondía al celular.
Estos motivos llevaron a su familia a querer notificar su desaparición. La respuesta que brindó Locatel fue que había que esperar 72 horas al menos para que pudiera levantarse una denuncia en el Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), pues según las autoridades “ni debían preocuparse pero que había que asegurarse que no se haya ido con el novio o a una fiesta”.
En ese lapso, su familia decidió investigar por su cuenta y supo que ese día Luz sí fue con su novio quien aseguró que Luz había estado ahí, pero tuvieron una pelea y ella se fue; su novio fue el último en verla con vida.
Asimismo, su familia obtuvo otra pista, una fotografía subida a la cuenta de Instagram de Luz el día de su desaparición a las 23:00 horas cuyo pie de foto decía “Quiero más fiestas como ésta”.
"Era una fotografía de ángulo raro. No aparecía completa la cara de Luz, sólo la punta de su nariz, la boca, seria, y los hombros” , explicó su mamá.
Hasta el 2 de abril finalmente pudieron levantar la denuncia en CAPEA, sin embargo no se investigó nada.
Había cámaras de seguridad cerca de la casa del novio, de una estación del Metro cercana, del que asegura la familia, hay pistas de que estuvo ahí horas antes de su muerte.
“Se supone que en el Metro guardan las grabaciones por 7 días, y en alta definición, 4, 5 días. Yo no lo sabía. No tenía por qué saberlo. Pero en CAPEA, ¿por qué no enviaron el oficio en tiempo y forma? Ya no se pudo rescatar información”, lamenta su madre.
El cuerpo de la joven fue encontrado el 8 de abril en la Ciudad de México, pero la familia fue notificada hasta el día 27 de ese mes.
Los primeros indicios indican que la joven había sido asesinada el día de su desaparición.
"Los restos se encontraban en avanzado estado de descomposición. Una radiografía dental y pruebas de ADN confirmaron que se trataba de la muchacha de 19 años”, describieron.
Desde ese momento, la familia de Luz ha obtenido la información necesaria para señalar al asesino de su hija, el cual se encuentra plenamente identificado.
Luz forma parte de los 23 feminicidios perpetrados en 2017 –hasta junio– en la capital del país. Esta cifra excluye casi el 60 por ciento de los homicidios violentos en contra de mujeres que la PGJDF no ha considerado en este rubro.
Según información que revela el portal Tercera Vía, las condiciones en las que fue cometido el crimen incluyeron amenazas, violencia y acoso previo de su feminicida, razón suficiente para considerarlo en esa categoría.
La familia y amigos de Luz esperan que el caso de su hija sea investigado como feminicidio y que su asesino sea condenado bajo ese agravante pues debe existir justicia para el caso de Luz y para los cientos de familias que se encuentran en una situación similar.
Con información de El Gráfico y Tercera Vía
fmma