“Era un movimiento muy intenso, escuchamos muchos ruidos, ruidos metálicos también. Los plafones del techo se movían, después vimos cómo cayeron los puentes…”, describe David Miranda, estudiante del Tecnológico de Monterrey de la Ciudad de México.
Sigue aquí la cobertura del sismo de 7.1 grados
El pasado 19 de septiembre, el alumno de la carrera de Ingeniería en Biotecnología se encontraba en clases, con 20 de sus compañeros cuando sintieron la tierra temblar. La maestra les dijo que mantuvieran la calma y se apresuraran a una de las columnas del edificio donde se encontraban en el campus de Tlalpan.
“Lo que hicimos fue abrazarnos y pegarnos a la columna. Oímos mucho ruido de los edificios y eso fue lo que nos espantó, porque ya nos habían tocado otros temblores pero no iba más allá del movimiento”, dijo.
David y sus compañeros alcanzaron a ver a una persona que se encontraba cerca de uno de los puentes, pero le hicieron señas con las manos para que no se moviera de su lugar y así lo hizo. Momentos después colapsaron.
“Vimos a una persona que estaba abajo y le hicimos señas para que no se acercara y nos vio, y no se movió; después escuchamos como colapsamos los puentes”, relata.
Cuando la tierra dejó de temblar, uno de los brigadistas les dio indicaciones para bajar del edificio. Afortunadamente David y sus compañeros no sufrieron daños, pero sí otros estudiantes con golpes y cortes con vidrios.
“Yo no salí lastimado y tampoco mis compañeros. La mayoría de los que sí salieron heridos fueron los que no se replegaron, los que se echaron a correr. No se podía ni caminar con el temblor y se metieron por zonas de riesgos y les cayeron algunos objetos. Otros se cortaron con los vidrios. De los de mi salón, que nos replegamos, no tuvimos ningún daño físico, solo emocional”, explicó.
Todos los alumnos del Tec de Monterrey fueron llevados al punto de reunión. Ahí escucharon que alguien había quedado atrapado bajo los escombros, por lo que una vez que revisaron las instalaciones de gas para comprobar que no había fuga, los estudiantes se dispusieron a ayudar con la remoción de los pedazos de concreto.
Se sumó personal del campus, administrativo, académicos y de intendencia. Los del área de jardinería proporcionaron algunas herramientas, generadores de energía, entre otras cosas de utilidad.
Brigadistas y elementos de la policía eran apoyados por estudiantes y maestros. Los insumos también comenzaron a llegar. Tiendas comerciales cercanas mandaron alimentos y la cafetería proporcionó comida a los voluntarios.
El sismo del 19 de septiembre dejó el saldo de cinco alumnos muertos. Ellos no tuvieron oportunidad y los puentes colapsados les causaron la muerte.
“Las víctimas fallecieron por el impacto de los puentes. No sé realmente donde estaban, pero los puentes conectaban con edificios, oficinas y el estacionamiento. En esas zonas estaban los fallecidos, hasta donde tengo entendido”, comentó David.
Mesabancos vacíos en campus CDMX
El campus del Tec de Monterrey en la Ciudad de México se encuentra cerrado desde el trágico 19 de septiembre. Las paredes están quebradas, de los huecos se pueden observar los mesabancos donde cientos de alumnos llevaban clases diariamente, pero hoy están vacíos.
Bajo los edificios, andamios de fierro y madera resguardan para que no colapsen, como lo hicieron los puentes peatonales.
Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado un dictamen oficial de las condiciones en las que quedó el recinto educativo.
Mientras tanto, los alumnos están a la expectativa de cómo retomarán sus actividades académicas.
Una de las opciones que ha proporcionado la institución es una educación híbrida, con horas de estudio presencial en aulas y otras horas desde sus casas, por medio de plataformas electrónicas.
Para el tiempo presencial, han abierto espacios en el campus del Estado de México, donde les han dado a los alumnos de la CDMX una calurosa bienvenida.
De acuerdo con el estudiante David Miranda, sus compañeros del otro campus los recibieron con los brazos abiertos y la escuela ha proporcionado rutas de transporte para llegar con mayor facilidad.
De igual manera, otras instituciones universitarias han brindado la oportunidad a los alumnos del Tec de Monterrey para tomar clases como la UNAM, el ITAM y la Universidad De La Salle.
Las autoridades académicas anunciaron también que instalarán 120 aulas temporales en los campos deportivos para que puedan retomar sus clases. Algunos padres de familia y estudiantes han rechazado este tipo de instalaciones, las cuales estarían listas dentro de dos semanas.
Además, se ha brindado a los estudiantes descuentos en las colegiaturas de 10% hasta el 30% como parte del apoyo tras el temblor que dejó cinco muertes y 40 heridos.
Altar para las víctimas
Por la calle Prolongación del Canal de Miramontes, donde se encuentra una de las entradas al campus del Tec de Monterrey se ha instalado un altar y memorial para las cinco víctimas del pasado 19 de septiembre.
En el lugar, se puede ver un gran listón negro como símbolo de luto para la comunidad estudiantil. También hay veladoras, mensajes escritos en pancartas, fotografías y peluches de borrego, la mascota escolar.
“En nuestra memoria, con todo nuestro amor”, se lee en uno de los mensajes. “Cuando nos caemos, nos levantamos más fuerte” y “En nuestro corazón siempre quedarán. La familia Tec no los olvidará”, escriben otros.
Decenas de flores también adornan este memorial elaborado por compañeros de las víctimas y alumnos del Tecnológico de Monterrey.