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“Esos mensajes me asustaron mucho”, así sufrieron ciberacoso

El 73% de las mujeres ya se ha visto expuesta o ha experimentado algún tipo de violencia en línea

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Escrito en METRÓPOLI el

Arlin y Daniela tienen en común que sufrieron acoso y hostigamiento digital a través de redes sociales. Las dos se aislaron, cerraron su cuentas y perfiles de Facebook, Twitter e Instagram. No sabían de dónde venían los mensajes que cada vez subían de tono. Ambas denunciaron, pero al no haber delito que perseguir no procedió su proceso judicial.

Daniela estudia el último semestre de la carrera de Letras en la Facultad de Filosofía de la UNAM. Desde hace casi un año, que sufre de ciberacoso, su vida se ha trastocado. 

Ha sido muy complicado obtener ayuda. Recurrí a la policía normal y a la cibernética, lo único que me decían era que bloqueara el número. Sin embargo, los números que me estaban acosando tienen lada de Estados Unidos. Son más de 10 números que llevo bloqueados. He cambiado tres veces de chip y teléfono, esta persona, que no tengo ni idea quién es, me sigue encontrando”.

Claves de la propuesta que busca acabar con ciberacoso en CDMX

Después de analizar decenas de veces los mensajes, Daniela ha concluido que la persona que la acosa la conoce. “Por las cosas que me ha dicho, pasó de ‘conseguí tu número en internet’ a ‘hoy te vi o voy ir a tu escuela’, cosas muy intensas”.

Relató que todo empezó cuando esta persona se hizo pasar por un amigo que vive en Argentina. “Vi que era un número internacional, pero no me fijé de donde era la lada. Me dijo ‘hola, soy Alex, este es mi nuevo número, agrega este y borra el otro’. Yo la verdad no me fijé, platicamos por dos semanas a través de Whatsapp. Después de eso, mi verdadero amigo Alex me contactó y me dijo que no era ese número”.

Bloqueó a la otra persona. La volvió agregar desde otro número, lo bloqueó de nuevo y a partir de ahí no ha parado. Además del acoso, la amenaza, manda videos de masturbaciones y le pide a Daniela fotos de ella desnuda.

Empezó a decirme que tenía videos y fotos mías íntimas, y que si lo seguía bloqueando se los iba a enviar a mis amigos de Facebook. Al principio me asusté muchísimo y me preocupé por mi seguridad. Hubo un momento que ya no quería ir a la escuela ni salir de la casa. Me costaba mucho trabajo concentrarme. Al estar mal, me afectaba en todos sentidos: física, emocional y hasta socialmente”.

LA VIOLENCIA DIGITAL EN NÚMEROS

Según el informe de la Comisión de las Naciones Unidas para la Banda Ancha, el 73% de las mujeres ya se ha visto expuesta o ha experimentado algún tipo de violencia en línea.

La Relatora sobre Violencia contra las Mujeres Ms. Dubravka Šimonovic, sobre “La violencia en línea contra las mujeres en México”, coordinado por la organización Luchadoras MX, en colaboración con 12 organizaciones más, manifestó que la violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología manifiesta una tendencia consistente en:

- Las mujeres jóvenes, de entre 18 y 30 años, son las más vulnerables en los espacios digitales.

- El 40% de las agresiones son cometidas por personas conocidas por las sobrevivientes y el 30% por desconocidos.

- Hay tres perfiles principales de mujeres que viven esta forma de violencia: mujeres que viven en una relación íntima de violencia, mujeres profesionales con perfil público que participan en espacios de comunicación (periodistas, investigadoras, activistas y artistas), y mujeres sobrevivientes de violencia física o sexual.

En la Ciudad de México, por medio de una metodología perceptual para contabilizar mercados digitales de violencia digital, se ha señalado que al menos 300 mujeres han experimentado algún tipo de ciberacoso de forma directa. Así mismo, del año 2017 hasta diciembre de 2018, se documentaron mil 409 espacios virtuales o mercados de explotación sexual de mujeres.

Olimpia Corral Melo Cruz del Frente Nacional para la Sororidad indicó que en 2018 se han registrado 112 casos de violencia digital en todo el país y en promedio su asociación ha documentado nueve casos por semana, de los cuales, desde la segunda semana de diciembre de 2018 hasta enero 2019, tres de cada 10 de éstos eran de la Ciudad de México.

“EL ACOSO SUBIÓ TANTO DE TONO QUE EMPECÉ A BUSCAR AYUDA”

Hace un año y medio, a Arlin Lisette le empezaron a llegar mensajes a su celular de que cambiara de contraseña en Facebook e Instagram. Pasaron tres meses y apareció una cuenta en una red social que tenía una foto de ella y decía “Arlin eres una perra”, pidió a la administración que la borraran.

Después me llegaron mensajes a Instagram, me decían que era una puta, mal parida, hija de perra. De ahí, diario aparecían cuentas falsas que me agredían. Comencé a enfermarme y sentía que me iba a volver loca, porque no sabía que estaba pasando. Después me amenazaron con que me iban a matar”.

Optó por no contestar. Dejó de trabajar. Fue al psicólogo. Intentó denunciar también ante la policía cibernética, pero le dijeron que no podían hacer nada, porque no podía comprobar quién la acosaba.

Como no le contestaba, empezó a hacer cuentas en Facebook con mi nombre y les mandaba mensaje a mi hermana y mis primas. Les decía que le iba a quemar su local, que éramos una basura. El acoso subió tanto de tono que empecé a buscar ayuda”.

Así llegó con el Frente Nacional para la Sororidad, una asociación fundada por Olimpia Corral Melo Cruz para combatir el ciberacoso y pornovenganza. Esta organización promovió una propuesta que este martes fue presentada ante el pleno del Congreso de la Ciudad de México para visibilizar la violencia digital hacia las mujeres y tipificar con hasta seis años de cárcel el delito de difusión de contenido íntimo sin consentimiento a través de los medios digitales.

mlmt