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Entre ruinas, vecinos de Unidad Lindavista-Vallejo claman por ayuda

Afectado por el sismo del 23 de junio, las 40 familias del edificio 52 debieron ser desalojadas ante los daños

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Escrito en METRÓPOLI el

El edificio 52 de la Unidad Lindavista-Vallejo, en Gustavo A. Madero, luce ladeado y abandonado. Afectado por el sismo del 23 de junio, sus 40 familias debieron ser desalojadas ante los daños que se registraron. El pavimento de la calle Norte 23-A luce hundido, chueco y roto en algunos segmentos.

Ubicado a un costado de Eje Central, entre la avenida y la construcción hay un estacionamiento, un jardín y luego el inmueble de 5 pisos, también inclinado, con un pasillo agrietado y en algunas partes sumido. 

Algunos muros están separados, los vidrios de algunos departamentos tienen cinta canela cruzada por los extremos, para evitar que se rompan o agrieten. El suelo luce alfombrado de hojas otoñales de los árboles, que nadie ha barrido en meses. 

Por su estado de descuido y hundimiento, pareciera abandonado desde hace años, pero hasta hace seis meses aún había familias que vivían ahí. A unos metros hay otro edificio, y también una primaria. 

SE AGRIETÓ MÁS EL 23 DE JUNIO

Don Margarito Sánchez Salinas, ocupante del departamento D101, ubicado en la planta baja del edificio, fue evacuado el 23 de junio, unas horas después de ocurrido el sismo, ante el riesgo que implicaba continuar ahí. Con ayuda económica de la alcaldía rentó un departamento en otro edificio de la misma unidad. Entrevistado por La Silla Rota dijo que las autoridades han detectado hundimiento de suelo que hace que se ladee el inmueble.

“En junio fue cuando realmente se dañó más. Unos días antes cayó una granizada y cerca vimos un remolino de agua que se hizo enorme, terminó en socavón y eso dañó el subsuelo”, rememoró.

Cuestionado sobre si el edificio tuvo daños el 19 de septiembre de 1985, recordó que no e incluso los vecinos presumían que la unidad era mejor que Tlatelolco. Luego en el 19S de 2017 sí se resintió.

“Se rompieron algunos vidrios, la inclinación se comenzó a hacerse presente y el edificio crujía”, revivió ese día Margarito, quien se dedica a la herrería.

REGRESA AL EDIFICIO COMO LAS ABEJAS A DONDE ESTABA EL PANAL

Luego, con el sismo de ese día, su departamento tuvo cuarteaduras de los muros e incluso se podía ver la calle y se colaba la luz, y el agua entraba más fácil debido a la inclinación. 

Ese 23 de junio llegó personal de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil que luego de revisar el inmueble pidió a sus habitantes no regresar debido a los daños. 

“Me siento angustiado y triste; vengo con mi regadera y pues a nivel mundial tenemos escasez de animales polinizadores y (el edificio) me atrae como las abejas cuando están en su panal y se las quitan y regresan a la rama donde estaba su panal, eso es lo que me pasa a mí”.

Espera continuar recibiendo ayuda hasta que el edificio pueda ser habitado. El problema es que por la forma en que quedó, duda que vuelva a ser habitable. 

EL MÁS DAÑADO FUE EL 52

Aunque en el sismo del 23 de junio resultaron dañados los edificios 16, 17, 52 y 62, de los 89 que conforman la unidad, sólo el 52 quedó inhabitable. 

Angélica Serna, representante vecinal, dijo a la Silla Rota que después del sismo de 2017 pidieron ayuda a la Comisión de Reconstrucción porque consideraron que el terremoto de ese año dañó el edificio, y además tenían fotos de que abajo había oquedades. Pero al no recibir atención también pidieron ayuda a la alcaldía de Gustavo A. Madero, que en mayo comenzó a ver su caso, y en junio, luego del sismo, dio a las 40 familias afectadas apoyos de 5 mil pesos para renta. 

La unidad, con 56 años de antigüedad, se divide en tres secciones o supermanzanas. Serna recordó que luego del 19S tomó la representación del edificio 52, que tiene 3 cuerpos, a 10 metros de una primaria, y a unos 50 metros de Eje Central y de un puente peatonal. Dicha distancia lo hace riesgoso tanto para el plantel como para la vialidad y el paso aéreo.

“Este edificio tiene ahora una inclinación de 75 centímetros y diario tiene uno de milímetro y medio. A partir del sismo se ha venido profundizando. En la parte de la escuela había aulas, pero las derrumbaron y habilitaron una barda. Desde antes había problemas, pero con el sismo del 19S se ahondaron”.

CAVERNITAS

Reiteró que el sismo del 85 no le hizo daño al edificio 52, pero a partir del 91 comenzó a sufrir daños, lo mismo que los que están en las esquinas de la unidad y que puede deberse a que hay pequeñas cavernas abajo, por eso han encargado estudios geológicos. La inclinación llegó a ser de 27 centímetros, pero con el 19S de 2017 comenzó a ser más hasta llegar a 75, casi el triple.

Con la administración del entonces jefe delegacional de la GAM, Víctor Hugo Lobo, solicitaron dictamen y les entregaron el documento donde se notifica que los edificios 16, 17, 52 y 62 son de alto riesgo. 

Ese documento la entonces delegación lo envió a diferentes estancias para su atención, entre ellas, el Instituto para la Seguridad de las Construcciones, que empata lo hecho por la delegación, afirmó Serna.

Pero con el cambio de administración, en la mesa de la Comisión de Reconstrucción les dijeron que no tenían datos al respecto. Entonces los vecinos les mostraron la afectación y su respuesta fue que iban a atender el tema. 

“Pasaron los meses y empezó a haber evasivas y lo que dijeron fue no, esto es un problema de hundimiento anterior, no del 19S. Empezamos a sacar estudios incluso de manera particular, para demostrar que el edificio tuvo esa inclinación a partir del 19S.

“Algo que al comisionado César Cravioto se le mencionó es que cuál parte de la ciudad no tiene hundimiento, toda se hunde. Aquí hay hundimiento, pero se incrementa a partir del 19S. Los estudios dicen que a partir de ahí comienza a hacerlo más él edificio. Hay una omisión de parte de la Comisión: no entregó ninguna respuesta a la documentación que enviamos y por ello presentamos una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, de que no nos han contestado por escrito. Solo contestaron verbalmente. Nos dieron atole con el dedo”, criticó.

Fueron al Congreso capitalino y hablaron con diputados y quien los atendió fue la alcaldía y el alcalde Francisco Chiguil, quien se comprometió a revisarlo. 

Desde el sismo, la alcaldía ha entregado seis apoyos de renta de 5 mil pesos cada uno;  al principio le entregaron a cada familia un cheque de 15 mil pesos para ayuda y mudanza e inicialmente estuvieron en un hotel. 

“Ahora no sabemos qué se va a hacer con el edificio, si lo van a derrumbar o a tener así”, agregó Serna. 

CONGRESO HACE EXHORTOS

El tema llegó el 13 de noviembre al Congreso de la Ciudad de México, cuya comisión de Reconstrucción aprobó un exhorto a la alcaldía para atender la problemática de la unidad, en específico de los edificios 52 y 62, los más dañados. 

Otro exhorto fue para el gobierno capitalino, con el objetivo de que determine el daño estructural de todos los edificios de la unidad, “con la finalidad de salvaguardar la vida y patrimonio de las y los vecinos, y de considerarse procedente, incorporarlos al fondo de reconstrucción”.

La Comisión para la Reconstrucción fue exhortada para que remitiera un informe sobre la atención y acciones que se han realizado en dicha unidad.

La Silla Rota buscó la postura de la Comisión de Reconstrucción, que dijo que el edificio tenía daños desde antes del sismo del 19 de septiembre de 2017, “por ello no lo traemos en el programa de reconstrucción”.

La alcaldía no dio respuesta a la petición de información de La Silla Rota. 

fmma