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En Toluca, por el día de San Miguel se conmemora un Día de Muertos pero en pequeño

Los caminos de cempasúchil se hacen presentes en los panteones para recordar a los niños que murieron en accidentes

Escrito en METRÓPOLI el

TOLUCA.-Valentina camina pausado pero con certeza, sabe que en la región otomí de Toluca, las tradiciones no esperan. Cada 29 de septiembre, se conmemora el día de San Miguel Arcángel y con ello, se recuerda a los niños y niñas que fallecieron así como a quienes murieron en hechos trágicos.

Así el ciclo se cumple cada año y se confirma, en Toluca no hay que esperar a noviembre para ver los caminos de cempasúchil sobre las tumbas.

Cada que visita el panteón comunitario de San Pablo Autopan, sobre su alma pesan las ausencias, la de su madre, la de su padre y, en especial, la de una niña que tuvo cuando joven y que murió.


“Le arreglamos a todos aunque es principalmente para los chiquitos, se siente bonito pero también es muy triste, se revive el dolor. Mi hijita está aquí, ella se murió y no sé qué le pasó, tenía siete meses, creo que se deshidrató, yo estaba joven y no sabía qué hacer, cuando llegué al hospital ya no había nada que hacer”.

Mientras limpia las tumbas que visita, relata que la tradición pasa de generación en generación. Su voz es muestra del sincretismo que se vive en la región conocida como Toluca Norte.

“Vinimos a platicar, a saludar, traemos sus flores, sus velas que vamos a prender el 1 de noviembre, yo le enseño a mis nietos, mientras yo viva les voy a enseñar”.

A pocos metros de Valentina Hernández, está don Cirilo. Él también esperó para adornar las tumbas de sus seres queridos que se adelantaron en el camino.

“Aquí la costumbre que se tiene es por el Día de San Miguel, festejamos a los niños que son fieles difuntos, a los que fueron atropellados, a los que fallecieron en accidentes, los conmemoramos por eso, es como si fuera un Día de Muertos pero en pequeño, también les ponemos unas pequeñas ofrendas en casa”.

Por la pandemia de covid-19, en los últimos dos años decenas de familias han adelantado la tradición al menos dos días, pues acordaron mantener limitado el flujo de personas dentro del camposanto, que es comunitario y no municipal.


El panteón se ha abierto con medidas, nos preparamos por eso y muchos vinieron desde el fin de semana. Ahorita les dejamos sus flores, sus ceras y ya hasta el 2 venimos a velar”.

Aunque estaba nublado, el calor se sentía, con el sudor corriendo por sus rostros, tanto Cirilo como Valentina, no paraban de acomodar flores, como lo han hecho desde pequeños.

Al fondo “Más allá del Sol” suena y la vida regresa al camposanto que se viste de amarillo y huele a flores, en el que se palpa el amor por los pequeños que fallecieron, por la familia, por las raíces, por las tradiciones de los abuelos.

En las casas de San Cristóbal Huichochitlán, San Andrés Cuexcontitlán y San Pablo Autopan, las ofrendas comienzan a colocarse y esperan las visitas del más allá.



(SAB)