Los incendios forestales en el Valle de México han acaparado la atención de los ciudadanos durante la última semana, en parte por contribuir a la contingencia ambiental que hoy padecemos, y en parte por evidenciar la inacción de las autoridades que no supieron reaccionar oportunamente ante el problema.
En este contexto, es notable la iniciativa surgida en Naucalpan para poner manos a la obra, en vez de enfrascarse en acusaciones interminables, como las que se desarrollaron en redes sociales.
En ese municipio del Estado de México, el 8 de mayo se suscitó un incendio en el Cerro de Moctezuma, un lugar importante por su carácter de reserva natural y por albergar vestigios arqueológicos.
Tras el percance, que afectó un área aproximada de dos hectáreas, un grupo de voluntarios convocaron a vecinos, autoridades de Naucalpan y a grupos ambientalistas para hidratar los árboles que habían sobrevivido.
El objetivo fue contrarrestar la sequedad del suelo y con ello evitar la propagación de llamas. Pero, sobre todo, los promotores de la jornada buscaron lanzar un mensaje a quienes presuntamente provocaron el fuego para desarrollar casas y proyectos inmobiliarios: el Cerro de Moctezuma es parte de nuestro patrimonio y estamos dispuestos a defenderlo.
Uno a uno, trabajadores de la administración municipal y habitantes se reunieron en las faldas de cerro con garrafones de agua, bidones y botellas. Alrededor de las 9:00 horas del sábado 11 sumaban cerca de 300 personas que se repartieron las tareas para eficientar su labor.
Con palas, picos, numerosos litros de agua y mucho empeño, lo mismo funcionarios, trabajadores del organismo de aguas, colonos de zonas aledañas y activistas medioambientales removieron la tierra, retiraron hierba seca y regaron tantos árboles y arbustos como pudieron.
El humedecimiento de los suelos contrarresta al corto plazo una problemática mucho mayor es un factor de riesgo: la sobrepoblación de eucalipto. Esta especie no nativa provoca la erosión de la capa superior de la tierra, impidiendo la absorción de agua y nutrientes. Sequía, maleza muerta y, ahora, altas temperaturas son el escenario perfecto para el fuego.
Durante la jornada de hidratación del suelo, la Secretaria de Medio Ambiente de Naucalpan, Laura Barranco Pérez, adelantó que comenzará una campaña de reforestación en junio, que coincide con el inicio de la temporada de lluvias.
Agregó que, si bien las condiciones meteorológicas y ambientales son factores que propician estos siniestros, no se descarta que las llamas sean provocadas.
Durante los últimos años, vecinos aledaños al Cerro de Moctezuma han alertado sobre los intereses de múltiples corporativos inmobiliarios por construir. El fuego da pie a la desaparición de zonas naturales protegidas y, con ello, al uso de argucias legales para obtener permisos de construcción.
Cerca de las 13:00 horas del sábado, la tarea estaba concluida. Sudor en los rostros y ropa manchada quedaron como prueba del arduo trabajo. La siguiente cita será el 11 junio, fecha en que comenzarán los trabajos de reforestación.
Por lo mientras, la Secretaría de Medio Ambiente, el Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OAPAS), la asociación Nacel Arcoíris 13:20:33, el colectivo Invisibles y vecinos de Vista del Valle, Lomas de Occipaco, Ciudad Brisa y Jardines de San Mateo se unieron en pro de un mismo objetivo: pasar de las acusaciones a la acción.
Ante la respuesta, los voluntarios buscan que se repliquen las jornadas medioambientales en las que gobierno y ciudadanía aporten de su parte para resolver problemas comunes.