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En CDMX y Edomex, el crimen organizado recluta y violenta a menores

En 2019, 208 infantes fueron asesinados en las dos entidades, afirma Redim; al gobierno los niños le importan “un cacahuate”, critican expertos

Escrito en METRÓPOLI el

En 20 colonias de cuatro alcaldías de la CDMX y siete municipios del estado de México están ocurriendo homicidios, desapariciones y violaciones de niños, niñas y adolescentes, además de que es donde se presentan más casos de adolescentes en conflicto con la ley, de acuerdo con un análisis elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).  Y nada más en 2019, 208 menores de edad fueron asesinados en la Ciudad de México y el Estado de México.  

Entrevistado por La Silla Rota, el coordinador de Redim, Juan Martín Pérez García expuso que si bien Tepito, en la alcaldía Cuauhtémoc, es la parte más visible de la problemática, hay otras zonas donde los carteles de venta de drogas y otros delitos, además de disputarse el territorio, reclutan, de manera forzada, a menores de edad para cometer ilícitos, incluido el asesinato de menores de edad.

Son 20 colonias ubicadas en Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Iztapalapa y Venustiano Carranza y de los municipios conurbados de Chalco, Netzahualcóyotl y Ecatepec, del estado de México.

“Es lo que en los circuitos policiacos le denominan el diamante delictivo. El 80 por ciento de adolescentes en conflicto con la ley vienen de 20 colonias de las mencionadas alcaldías. Otro indicador preocupante es que en 2019 y 2020 se incrementaron de manera alarmante las desapariciones de personas adolescentes. De 516 casos que tiene acumulados la ciudad de México desde que empezó la guerra contra el crimen, 273, la mitad, ocurrieron esos años”, dijo.

De acuerdo con información de Redim, el año pasado, 208 menores de edad, de entre 0 a 17 años fueron asesinados en la Ciudad de México y el estado de México; 34 en la capital y 174 en la entidad mexiquense, respectivamente.

Los municipios con más defunciones por homicidio violentos de infancia fueron: Ecatepec, con 16; Naucalpan con 12, Tecámac 10; y Tlalnepantla, Nicolás Romero, Iztapalapa y Coacalco, 8 cada uno.

Respecto a las desapariciones, uno de cada seis casos reportados en Ciudad de México son registrados en Gustavo A. Madero, 98 en total. El 13 por ciento ha sido registrado en Iztapalapa, equivalente a 77 casos. Y el 11 por ciento ha sido reportado en Cuauhtémoc, lo que equivale a 67 casos en total.

TERROR

Los recientes asesinatos cometidos contra dos niños otomíes, hallados en una maleta en el Centro Histórico, y un tercer caso de otro menor que fue secuestrado y luego asesinado, son un mensaje del crimen organizado, coincidieron expertos.

Para Pérez García, se trata de un mensaje de terror con tres factores. El primero es que se da en el corazón político del Estado mexicano, no en la periferia o un lugar alejado. El segundo es que hay una intencionalidad de mostrar el poderío e impunidad.

“Es una afrenta al Estado, se hace con la intención de hacerlo visible; si ellos lo quisieran ocultar como lo han realizado en otros casos también graves, no mandan a adolescentes a tiraderos a tirar los restos. Lo que están generando es terror. El tercer factor es que su difusión se traduce en mayor impunidad, en buscar mayor precio a la extorsión y cobro de derecho de piso y queda el mensaje de que no van a respetar nada y lo más sensible que las personas suelen decir que tienen son sus hijos. El atreverse a cruzar esa frontera y hacerlo con tal nivel de crueldad y exhibición pública es un mensaje”, remarcó.

A su vez, Elena Azaola, antropóloga social y experta en justicia para adolescentes, señaló que la incompetencia de la autoridad y la impunidad para los delincuentes son enormes y mientras no haya límites, sanción o castigo la situación sigue escalando. "Uno sabe que este tipo de crímenes, con toda esa saña, es una manera de imponer terror, de dominar el territorio enviando mensajes a los grupos rivales". 

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, Nashieli Ramírez, también coincidió en el sentido de que los asesinatos de los menores otomíes y el del adolescente secuestrado parecen un mensaje de la delincuencia organizada.

“Es como una suerte de mensaje, es ahí donde te duele, es donde parecen decir ‘voy a marcar el paso’. Veo una situación incrementada de riesgo en estas épocas. La pandemia nos está dejando y nos va a dejar en una situación de gran riesgo del tejido social. Ves factores de precarización y que el primer factor de protección se perdió, que es la escuela”.

LOS USAN CADA VEZ MÁS JÓVENES

Para la presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez, los asesinatos contra menores y que sean usados para actividades ilegales  es una manifestación que no es nueva en el país ni en la ciudad; aseguró que es una estrategia del crimen organizado la utilización de niños y adolescentes en las tareas que realiza.

“La tendencia es a incrementarse y se reduce la edad de cooptación. Hace 15 años era más esporádico, no era con niños sino adolescentes tardíos, de 16 o 17 años, y eran otras las cosas que se les ponían a hacer, primero eran halconcitos y luego iban subiendo a hacer otro tipo de tareas”, dijo a La Silla Rota.

Señaló que en la mentalidad de los delincuentes, ahora se escala en la estructura de las organizaciones de manera más rápida. “Hay una tendencia progresiva en ese tipo de mentalidades, que pasas de uno a otro nivel con mayor rapidez, a la acción directa. Es una constante su uso, la disminución de edad, la incorporación a actividades más riesgosas, el hecho de que incorporan a cada vez mayor número de ellos”, afirmó.

COMPLICIDAD

Elena Azaola destacó que los crímenes hayan ocurrido cerca de Tepito, una zona donde desde hace años se sabe que hay más actividades criminales y pese a ello, las autoridades no han actuado para atacar la delincuencia ahí.  Sólo se lo explica a la luz de la complicidad que siempre ha habido con las autoridades. 

“La Unión Tepito es un cartel como tantos otros que ha sobrevivido gracias a los nexos, participación, complicidad de funcionarios públicos desde hace mucho tiempo; están metidos de muy diferentes maneras. Sobre eso no hay que ser tan ingenuos y pensar que la legalidad va por un lado y el crimen por otro. Tienen nexos clarísimos y eso es lo que explica que siendo un núcleo criminal de tantísimos años sobreviva porque sobreviven esas complicidades”.

Subrayó que los menores están inmersos en ese contexto en el que no cuentan con alternativas y muchas veces se incorporan a las filas de la criminalidad.

“No debemos decir que los niños estaban metidos en esto porque después de que los matan los vamos a estigmatizar diciendo que pertenecían a grupos criminales, pero sí habría que señalar el contexto en que han crecido: la falta de respuestas y políticas adecuadas y la falta de reformas a fondo de las instituciones, la complicidad de los políticos, cómo crecen esas bandas, como se empoderan porque no tienen límites.

“Y sí es probable que los niños estuvieran inmersos o participaran en esos grupos porque no tienen otra perspectiva de vida, otra manera de incorporarse a la sociedad. Es difícil que tengan una buena escolaridad, de calidad, una educación, no la tienen y aun cuando la tuvieran eso, no les da acceso inmediato al mercado laboral”, reconoció.

Afirma que para el gobierno los niños no son una prioridad. "Les importa un cacahuate". 

INEFICIENCIA

Azaola, quien también es doctora en antropología social, dijo que hay ineficiencia e incapacidad de parte de las fiscalías para investigar y perseguir los delitos, e insistió en las complicidades de funcionarios del propio gobierno.

Otro factor es que las fiscalías están desbordadas, y se echan la pelotita unas a otras.

“La incompetencia y la impunidad son enormes y mientras no haya límites, sanción o castigo, por supuesto que las cosas siguen escalando".

SÍNTOMAS

Martín Pérez García afirmó que los tres crímenes contra menores, ocurridos en un lapso de una semana, son parte de la situación que se vive en algunas regiones del país.

“Es un síntoma de lo que venimos documentando desde hace al menos una década. El primer informe que hicimos sobre reclutamiento de niños, niñas y adolescentes en 2010 "Infancia y Conflicto Armado en México" mostró como la estrategia de seguridad que inició Felipe Calderón en 2006 de militarizar la seguridad pública y meter al Ejercito estaba teniendo efectos contrarios, forzó a que los grupos criminales crearan ejércitos y a diferencia del Estado, que puede convocar legalmente al reclutamiento, los grupos criminales lo hacen de manera forzada, fundamentalmente de adolescentes y personas jóvenes”.

El coordinador de Redim recordó que desde entonces se ha insistido en la necesidad de tener datos sobre desapariciones, homicidios, feminicidios de menores y avanzar a una lógica de cultura de paz.

“Tristemente nada de esto ha sido atendido por el Estado mexicano y las primeras desapariciones, homicidios, feminicidios, mutilación y exhibición de cuerpos de niños y niñas y adolescentes fueron en 2011 en Guerrero y Morelos”.

Asegura que la problemática ya se ha extendido a Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco y también a la Ciudad de México, donde fue negada por Andrés Manuel López Obrador cuando fue jefe de Gobierno, luego por Marcelo Ebrard y después por quien calificó como la caricatura más burda por cómo negó que operara la delincuencia organizada en la capital, Miguel Ángel Mancera.

“Se trató de reducir a pandillas, mafias y a grupos que se peleaban entre ellos, sin aceptar que los carteles de la droga operaban en el centro del país desde hace mucho tiempo. Es importante verlo desde las redes de macro criminalidad porque esto significa la articulación delictiva de políticos, empresarios y grupos criminales. Eso no se ha querido tocar en el centro del país, en la ciudad de México y mientras eso no cambie seguiremos teniendo esas expresiones de dureza, como se mantienen en otros estados”.

Aclaró que aunque luego los niños parezcan victimarios, en realidad son víctimas e incluso Redim pugna porque en el Código Penal se incluya el concepto de reclutamiento forzado, algo recomendado por la Organización de las Naciones Unidas; el Poder Legislativo ha sido omiso en esa responsabilidad, dijo.  

LA PANDEMIA LO AGUDIZÓ

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos expresó por su parte que, si bien lo ocurrido en el Centro no es una expresión generalizada de lo que ocurre en la ciudad, la pandemia vino a afectar el escudo de protección que es la escuela, pues los menores aún no regresan a clases presenciales.

“En todos los lugares donde hay violencia, un factor de protección es la escuela. Sin ella estamos en un momento crítico donde los factores de riesgo crecen. No puedes tener una estrategia que ataque a estos grupos si no vas con la protección a las poblaciones. Había una serie de cosas que se empezaron a hacer como paz a nivel de barrio, los pilares se fundamentaron en eso. Pero vino la pandemia, se vino abajo el trabajo territorial y dejas suelta esta parte que venías construyendo".

INSTITUCIONES ANQUILOSADAS

Por su parte Azaola explico que la situación de la criminalidad y la violencia no cambia porque las fiscalías y la policía operan de la misma manera, con los mismos vicios y con complicidades entre los grupos delictivos y funcionarios del gobierno, lo que genera impunidad.

“Son problemas muy añejos que nunca han sabido cómo atacarse y las instituciones no se han transformado, siguen siendo las mismas viejas instituciones, con las mismas prácticas, con las mismas inercias frente a una realidad en la que los grupos delictivos avanzan, conquistan territorios y no hay manera de pararlos”.

PROGRAMA SIN NOVEDADES

El jueves 12 de noviembre la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció el programa Barrio Adentro, dirigido a atender a niñas, niños y adolescentes del Centro Histórico y evitar su cooptación en actividades delictivas.

El programa tiene 4 ejes: la incorporación a programas sociales y apoyos gubernamentales; la educación y capacitación; actividades deportivas, culturales y recreativas y acciones de prevención y seguimiento de necesidades ubicadas predio por predio.

La mandataria capitalina fue cuestionada sobre si creía que con clases de ajedrez y box los jóvenes involucrados en el crimen organizado iban a volverse a encaminar.

Sheinbaum respondió que es un programa integral de diagnóstico y que por eso va casa por casa para ofrecer distintas actividades y que hay distintos niveles de riesgo.

“No todos los jóvenes y niños están en la misma situación de riesgo”.

Pérez García consideró que el programa no es novedoso, y lo que ofrece es lo que por obligación debe hacer el gobierno con los jóvenes.

“Cuando Sheinbaum era candidata montó mucho de su estrategia electoral en reconocer que había crimen organizado en la ciudad. Ya van a ser dos años al frente de gobierno ya no es un tema y repiten el esquema anterior de reducirlo a pandillas o bandas criminales y lo que anunciaron ayer puede ser considerado ingenuo o mediocre y fuera de la realidad , eso que anuncian ya era su obligación hacerlo”.

Opinó que tanto Sheinbaum como el presidente Andrés Manuel López Obrador no tienen a los niños y niñas como una prioridad e incluso que, pese a que a nivel nacional la Presidencia tiene 25 objetivos prioritarios, ninguno incorpora a 31 por ciento de la población.

Por su parte, Azaola consideró que falta colocar a la infancia en primer lugar en todas las políticas públicas, que haya educación de calidad, mediadores para resolver conflictos sociales, que haya muchas más opciones de cultura y de deporte.

“Ahora dice el gobierno de la ciudad que va a ir casa por casa ofreciendo esos programas. Son medidas a capricho para tratar de dar una respuesta inmediata pero no son programas que se sostengan, que permanezcan, que estén en la estructura. Que los niños tengan a donde acudir cuando están sufriendo también violencia familiar. Nada de eso hay. Una política que priorice a la infancia y eso es lo que hace falta”, concluyó.

(Ameyaltzin Salazar)