TOLUCA.-En los tres primeros meses de 2020, la Protectora de Bosques del Estado de México contabilizó 243 incendios forestales, mientras que en el mismo lapso de este 2021, ya se cuentan 776, es decir, el aumento fue de 533 conflagraciones, mientras que en esta semana de Semana Santa se incrementan considerablemente los incendios en los bosques mexiquenses, los cuales, la mayoría son provocados. A la fecha suman seis mil 723 hectáreas de bosque dañadas por las llamas.
“No hay humedad y los suelos están con material combustible (basura), lo que ha contribuido a que se prendan de manera muy fácil, por otro lado, tenemos el fenómeno de La Niña, lo que causa una variación en el tema hidrológico en las lluvias y todo esto ha contribuido a que tengamos una época de estiaje muy complicada en el tema de incendios. Esta semana de Semana Santa es muy crítica para el tema forestal porque la gente hace muchas actividades en los parques y pues muchas veces no las hace de manera correcta”, indicó Gabriel Mena Rojas, director general de Probosque.
De los 776 incendios forestales que se cuentan al primer trimestre de este año, Ixtapaluca contabiliza 61; Nicolás Romero 53; San José del Rincón 41; Ocuilan 41; Villa del Carbón 37 y Acambay 34, por citar los municipios de mayor incidencia.
Los incendios forestales de mayor magnitud se tuvieron en 1 de enero de este año en el parque nacional Iztapopo, donde se afectaron más de mil hectáreas, uno más en las faldas del Nevado de Toluca, en el que se tuvo una afectación de 600 hectáreas y otro en la delegación toluqueña de Santiago Tlacotepec, también en las cercanías del Xinantécatl y en el que se registraron 200 hectáreas dañadas.
Ante este escenario, el directivo de Probosque recomendó apagar por completo las fogatas que se vayan a hacer en parques o bosques, si es que se sale en familia a recrear durante el periodo vacacional, además, apagar bien las colillas de cigarro y no dejar pedazos de vidrio, pues al calentarse con los rayos de sol se produce un efecto de lupa que enseguida prende el pasto seco o la basura que esté en el lugar boscoso y de ahí provienen los incendios.
La Protectora de Bosques del Estado de México cuenta con 27 brigadas integradas por 270 chamusquines y cuando hay un incendio de gran magnitud se suman a las labores soldados, elementos de la policía estatal y municipal, protección civil locales y estatal y comuneros de la zona afectada por las conflagraciones.
También un helicóptero de la flotilla de “relámpagos”, propiedad del gobierno estatal, se suma a las tareas, pues al montársele una canastilla, desde las alturas dispersa grandes cantidades de agua hacia la zona incendiada.
EN LA LEGISLATURA MEXIQUENSE
Se exhortó a los 125 ayuntamientos a que vigilen y supervisen las práctica agropecuarias para evitar incendios forestales.
Y es que Informes de la Secretaría del Campo del Estado de México, señalan que el 99 por ciento de los incendios forestales durante una temporada de estiaje es atribuible al ser humano, de este porcentaje, el 38 por ciento de las conflagraciones tienen su origen en las actividades agropecuarias y el 18 por ciento son intencionales.
La diputada del Partido Revolucionario Institucional, (PRI), Iveth Bernal Casique, agregó que del universo porcentual de incendios, el 23 por ciento son por fogatas no apagadas, el 20 por ciento por actividades forestales y otras actividades productivas y el 1 por ciento es provocado por fenómenos naturales como es la caída de rayos.
Iveth Bernal Casique, diputada del PRI
Informes de la Comisión Nacional Forestal, revelan que el Estado de México ocupa el segundo lugar a nivel nacional en cuanto a hectáreas afectadas por incendios forestales se refiere, con una superficie dañada de poco más de 10 mil hectáreas por año.
“El uso de fuego en el sector agropecuario, es una práctica histórica en las comunidades rurales, pese a que genera efectos nocivos para la salud y el ambiente, pues lo emplean (los campesinos) para preparar la tierra para la siembra, podarla, limpiarla de mala hierba y despejar zonas de cultivo, por ello hay que erradicar estas prácticas, que las autoridades municipales supervisen, de conformidad con lo establecido en la legislación federal y estatal aplicable, las quemas agropecuarias que se realicen para la preparación de los terrenos de siembra, a fin de proteger la superficie forestal estatal de incendios”, puntualizó la legisladora Bernal Casique.
Consideró que para evitar incendios forestales, los labriegos deben vigilar que en sus predios no se acumulen materiales combustibles, como es la basura, que cuenten con brechas corta fuego y preparen de otras formas sus tierras de cultivo.
Mientras que la población tiene que tratar de evitar arrojar materiales encendidos o flamables sobre pasto seco y no quemar basura en el campo.
Iveth Bernal Casique, diputada local priista indicó que entre los meses de febrero y abril del 2020, las quemas agropecuarias disminuyeron un 25 por ciento en el Estado de México, en comparación con el mismo lapso de 2019.
(Sharira Abundez)