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En 2 minutos la Juárez colapsó

Hoy la realidad es diferente para los damnificados, los que sólo perdieron un techo, pero no a sus seres queridos

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Escrito en METRÓPOLI el

Son 20 minutos por familia los que tienen los habitantes de un edificio de 32 departamentos para sacar lo que puedan de sus casas, algunos tienen para dónde ir, una hermana, un amigo, una familia, pero la mayoría estará a la deriva a partir de este momento.

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Y es que el problema no es encontrar, el problema real es pagar, estas familias tenían, en promedio de 10 a 15 años rentando en este edificio, tenían toda su vida en esta zona, la escuela de sus hijos, el ‘gym’, el mercado, el amigo, el vecino.

Todos también pagaban una renta que promediaba entre los $6,000 y los $10,000 pesos mexicanos, pero con la llegada de la onda hipster el valor en la colonia Juárez se incrementó en un 150%.

Hoy la realidad es otra para los damnificados categoría 2, los que sólo perdieron un techo, pero no a seres queridos.

Los minutos para ingresar a sus departamentos se los pelean, se los reclaman a gritos, las personas son intensas, ya una familia se enfrentó a los golpes porque se excedieron 5 minutos o porque entró uno más de las dos personas que están autorizadas a pasar al edificio, pero eso al final vale madres, algo qué pasa rápido en la bandera es ayúdame que yo te ayudo.

“Te quedan 10 minutos amor, alcanzas a bajar los platos de la cocina.”

“Alguien más quiere volver a subir”- grita la que está a cargo de la evacuación... nadie se anima... algunos prefieren tirar sus muebles por los balcones... ésta es nada más una historia de las muchas que se viven hoy.... tele, compu, documentos, ropa y calzones, esa es la prioridad. Hoy los muebles no importan, eso después.

“Yo estaba solo y suena la cosa esa y rájale.... me cague porque yo no soy de aquí del DF”, le escuchó decir a un inquilino.

El edificio tiene daños en una columna de soporte, algo no muy complicado de solucionar de no ser porque el edificio de al lado está recostado sobre este.... cómo quien dice: o se cae uno, el otro o los dos.

La noche anterior varías familia se quedaron a dormir en la calle dentro de su camioneta por temor a los saqueos, pero afortunadamente hasta los ladrones hicieron una pausa también, atendieron el llamado a la solidaridad.

Hasta a los duros se les eriza la piel con lo que pasa en esta zona, cuando ofrecen pizza, tortas de jamón, refrescos, cajas para la mudanza y hasta espacio en un camión para llevar las cosas de algún vecino en desgracia. Todos quieren ayudar y se escucha de nuevo:” ¿Quién quiere otro turno?” hoy aquí en calle, en las malas situaciones es donde se conoce la verdad del mexicano, en los malos momentos todos son una sola familia, no importa nada, los que se pelearon antes, ahora ayudan a subir al camión de mudanza.

Esta noche todos extrañarán su cama, su espacio, pero agradecerán la nueva oportunidad que les dio la vida para seguir adelante, luchando por este país de grandes. “Agrégame al WhatsApp por favor por si necesitas algo, yo soy el del departamento 40, si no encuentras dónde quedarte me avisas”, es lo que más se escucha.

“Hay que darle gracias a Dios que estamos vivos, lo demás se recupera”, así remata un chavo de más o menos 32 años, quien lo perdió todo en menos de dos minutos.