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Emily y su papá fueron quemados y enterrados en el patio

Padre e hija participaron en una fiesta familiar en el municipio de Tecámac en el Estado de México, seis días después fueron hallados sin vida

Escrito en METRÓPOLI el

El pasado 22 de julio, Roberto Martínez de 57 años y su hija Emily Honey de 11 años participaron en una fiesta familiar en casa de Roberto, sin embargo, al día siguiente padre e hija ya no estaban en su domicilio y fueron reportados como desaparecidos. Seis días después, sus cuerpos fueron encontrados semi-quemados y enterrados en el patio trasero de una casa en Tecámac.

De acuerdo a los testimonios, Emily Honey se quedó a dormir en casa de su padre Roberto aproximadamente a las 5:00 horas, cuando todas las personas que asistieron a la fiesta familiar se retiraron del domicilio.

Sin embargo, cuando a las 11 de la mañana la familia regresó, Roberto y Emily ya no estaban en casa y en el cuarto solo encontraron una gran cantidad de sangre y señales de forcejeo.

Días después la confesión de un miembro de la familia llamado Freddy Sosa,  abrió una nueva línea de investigación, pues de acuerdo a su testimonio quizá no estaban desaparecidos y podrían haber sido asesinados.

La primera vez que declaró el primo político de Emily, pues fue el último en verlos con vida, señaló que unos hombres lo habían secuestrado cuando él ya se retiraba del domicilio.

Sin embargo, cuando lo detuvieron, Freddy compartió una nueva versión con el hermano de Emily:

“Freddy dijo que Roberto y Emily estaban solos y que él fue quien se brincó la barda para entrar al domicilio, dijo que abrió el zaguán a cuatro personas, vio cómo asesinaron a Roberto y cómo abusaron sexualmente de Emily, según Fredy, tuvo un momento de arrepentimiento, intentó arrancar una camioneta para atropellar a los agresores con ella, pero no pudo encenderla”, indica Roberto Martínez, hermano de Emily.

“Nosotros sólo encontramos los rastros de que quemaron algo porque está flameada la pared, no sabemos qué quemaron sólo ninguna cama tiene ya las sábanas, las colchas, el colchón de mi padre está cortado. No es sospechoso, para mi es cómplice porque él se brincó, él abrió y al final de cuentas nunca lo pudieron vincular al proceso", reiteró el hermano.

Después de las declaraciones, la familia Martínez hizo una marcha para presionar a las autoridades del municipio de Tecámac.

La búsqueda fue en por lo menos un kilómetro a la redonda, por parte de elementos de distintas corporaciones policíacas pertenecientes a cuatro municipios, así como del escuadrón de Bomberos y Protección Civil, un grupo de perros entrenados y vecinos. 

Fue hasta el sábado 29 de julio que los cuerpos de la niña y su padre fueron encontrados semi-quemados y de acuerdo a primeros informes, el o los presuntos asesinos los enterraron con cal y grava.

Con información de Excélsior y El Universal

fmma