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El robo de novias, una herencia que sobrevive en la CDMX

En la delegación Milpa Alta aun es común el robo de novias, siete de cada 10 hombres en el poblado lo han hecho

Escrito en METRÓPOLI el

Eran finales de mayo, pero de hace 56 años, en 1961. Lilia tenía 14 años cuando, como todos los días, salía a vender calabazas, dos cubetas de siete kilos cada una, en la delegación Milpa Alta. Eran las 15:00, le quedaban sólo dos de aquellas frutas.

Aun así, dieron las 18:00 horas y no regresaba a casa. Su familia comenzó a preocuparse, uno de sus hermanos fue a buscarla y regresó con las dos cubetas vacías, pero sin su hermana.

Javier, de 18 años, había conocido a Lilia unos meses atrás. Aquella tarde la vio pasar afuera de su casa, se le acercó y le dijo que a no se iría, que se quedaría en su hogar, en pocas palabras la robaría.

Lilia fue llevada a casa de la madre de Javier y ahí esperaron a que fueran a buscarla para informarles que se había robado a la novia.

A los pocos días, Javier y sus padres fueron a la casa de Lilia para hablar sobre el robo de la menor.

El papá de la niña de 14 años se molestó, pero al final aceptaron el robo. Cuatro meses después de los hechos, consiguieron un terreno para hacer su casa, donde nacería el primero de los cuatro hijos que tuvieron, aunque si no hubiera sido por ella, que se cuidó, hubieran tenido 15 hijos.

Ella fue la segunda novia de Javier y él fue el primer y único novio que tuvo Lilian.

Antes de ella, a Javier lo acusaron de robarse a una mujer y violarla. La policía lo retuvo un mes en la cárcel, pero no prosperó el caso. Javier se justifica: “Ella no se quería ir”.

Dos generaciones después, la receta se repite.

David tenía 14 años cuando veía a Marlén, nieta de Lilia y de Javier, pasar todas las mañanas afuera de su casa cuando su hermano la llevaba y traía del kínder. Al paso de unos años, decidió robársela.

El día del robo, Lilian y Javier fueron a Chalma, Estado de México. David aprovechó que no había nadie en casa y, junto con Marlén, sacaron todas las cosas, sólo uno de sus hermanos los vio.

La madre aún lamenta el día en que decidieron ir a ver el Santuario del Señor de Chalma, incluso, tras el robo, dejaron de ir por 10 años a ese lugar.

Cuando David se robó a Marlén, ella ya había tenido otro novio pero nada serio.

La hija mayor de David y Marlén tiene 18 años, a esa edad ellos ya vivían juntos. David le ha dicho a su hija que espere más para tener una pareja, que estudie la universidad y que conozca al mundo.

De acuerdo con El Universal, el coordinador de Enlace Territorial de Santa Ana Tlacotenco, Juan Carlos Napo, dice que el robo de novias “es común” en el lugar.

El diario añade que desde el censo de 1940 en Milpa Alta existe la tendencia de unión entre mujeres jóvenes y hombres mayores.

Había casi 4 mil mujeres “hasta los 19 años” que estaban en unión libre con hombres mayores que ellas. Incluso había 211 mujeres de 14 años casadas por el civil con hombres mayores de edad.

Napo calcula que al menos siete de cada 10 hombres en el poblado robaron novia, hasta a él le tocó. 

Con información de El Universal