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El fraude del Atlas de Riesgo de Mancera

El especialista en gestión de riesgos de desastres de Visión Legislativa, Jorge Yáñez López consideró que el Atlas de Peligros y Riesgos de la CDMX es una "burla"

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Escrito en METRÓPOLI el

La versión del Atlas de Peligros y Riesgos de la Ciudad de México que presentó el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera es una burla, consideró Jorge Yáñez López, especialista en gestión de riesgos de desastres de Visión Legislativa.

Sigue aquí la cobertura del sismo de 7.1 grados 

“Diseñaron una interfase donde solo le subieron capas de peligros a la silueta de la ciudad, pero siguen sin explicar qué utilidad tiene. Es una manera de querer salir del paso de algo que se les ha estado pidiendo de muchas maneras y que ellos se escudan en un respaldo jurídico para negar el acceso al Atlas”. 

Indicó en entrevista que es una obligación que el gobierno de la ciudad debe de tener un Atlas de Riesgos. “El problema es que, si lo tienen y no lo usan, eso es irresponsable y si no lo tienen es peor”. 

Antes de los sismos del 7 y 19 de septiembre, en redes sociales y en columnas de opinión se generó un debate del por qué la autoridad no hacía público el Atlas de Riesgos de la CDMX. Ciudadanos y especialistas solicitaron que esa información debería conocerse. El gobierno argumentó que por cuestiones de seguridad nacional no podía difundirlo. 

El 19 de septiembre de 2014, Mancera Espinosa, luego del simulacro de sismo que se hace cada año después de 1985, informó que la ciudad para que esté mejor preparada ante un movimiento telúrico y otros peligros, en ese momento, estaban actualizando los mapas de riesgo. Dijo que para el primer semestre de 2015 iban a tener la versión electrónica y pública del Atlas de la CDMX. 

Pasaron más de dos años y un temblor de 7.1 grados Richter con un saldo de 228 muertos y 38 edificios colapsados para que el gobierno de la CDMX presentara el Atlas de Riesgo, y a decir de especialistas, está incompleto e inservible. 

“Lo que presentó el gobierno capitalino es una colección de mapas y peligros. No muestra la información que un Atlas de verdad debería de contener. Lo valioso de un Atlas es la calidad de la información, su pertinencia, y la facilidad para acceder a ella. El de la ciudad tiene mucha información, sin embargo, no es pertinente”, indicó Yáñez López.

La Ley del Sistema de Protección Civil de la Cuidad de México, a diferencia de la Ley General, tiene un artículo, el 16 fracción 14, en donde establece que el Atlas de Riesgo tiene tres niveles de acceso: uno que es público, otro restringido, en donde una persona necesita demostrar un interés jurídico para poder acceder a cierta información y el reservado, que está dirigido solo para las dependencias y entidades públicas. 

“Sin decirlo, (las autoridades) asumen que eventualmente hay información en el Atlas que mal utilizada puede generar más daños que beneficios. El problema es que se han justificado de ese artículo para poder tener una versión pública del Atlas que realmente es una burla”. 

¿Qué debe de tener un Atlas de Riesgos eficiente?

El peligro en Protección Civil es el fenómeno que puede causar daño y el riesgo es una combinación del peligro, los bienes que se pueden dañar y la vulnerabilidad asociada de esos bienes. “El riesgo debe entenderse como el daño probable. Eso se puede calcular con ecuaciones”.  

La información que debe de venir en un Atlas de Riesgo eficiente son cuántas personas viven en cierto radio, cuántos inmuebles hay, escuelas, hospitales e instalaciones que pueden generar otro peligro. 

“Estos mapas no detallan qué bienes están bajo la influencia de cierto peligro y si no se sabe que bienes están ahí menos se va a saber la vulnerabilidad asociada a cada uno de esos bienes. Si no se tiene esos tres elementos: peligro, bienes y vulnerabilidad asociada, entonces no se puede saber el riesgo”. 

Cada inmueble de acuerdo con sus características va a tener asociada una vulnerabilidad distinta a ese peligro. 

“Aunque pongan la capa de zonificación sísmica están en la misma zona varias colonias, pero en una misma colonia no es lo mismo la vulnerabilidad del edificio que está en la esquina que dos edificios que están a un lado. Por muchas razones: por el año en qué se construyó, por estar en la esquina, por el número de niveles, por el uso de suelo que tiene”.

En la versión pública del Atlas de Riesgos de la CDMX se muestra la capa sísmica que en realidad no dice mucho. “No explican que cada bien tiene una vulnerabilidad asociada y que no está de más que la gente sepa”.

El especialista y asesor de Suma Urbana señaló que la capa de zonificación sísmica es conocida desde hace años. No es secreta, está en el Reglamento de Construcciones y en otros documentos. 

Reconoció que lo que puede ser útil del documento presentado por el gobierno capitalino es que, si es una zona considerada más peligrosa, se tiene que construir con consideraciones de seguridad estructural más estrictas. 

 

Otro elemento que debería de incluir el Atlas de Riesgo público es el tema del catastro, porque con esa información se puede analizar los tipos de suelo y la densidad de población. 

“Eso sería una información más útil, porque vendrían qué tipo de bienes están, se podría hacer una estimación de valor, también se puede suponer cuánta gente va a estar ahí en ciertas horas del día”.

Esa información es para sacar tablas de daños probables. Todo eso influye cuando se hacen cálculos, la hora del sismo, el día de la semana. Al final, indicó, no dejan de ser estimaciones, pero da elementos sobre los cuales diseñar acciones que permitan reducir ese riesgo”

Lo que presentó Macera Espinosa “es un error terrible de comunicación, no solo es que no es un Atlas de Riesgo, sino que además está mal comunicando en todos sentidos, porque por ejemplo en la zona de Lomas (suelo duro) quiere decir que la probabilidad de que tenga un daño es menor, eso no quiere decir que se esté exento”.

Explicó que mucho de los daños en el sismo del 19 de septiembre fueron en la zona de transición. Que el Reglamento de Construcciones establece que los requerimientos para obras no son tan estrictos como en la zona de lago. Sin embargo, ahí hubo muchos daños.  

“Ese es el problema de tener el Atlas por niveles o grados. El que siente que está en un nivel bajo de peligro a veces tiende a confiarse. El problema central es que lo hicieron en un ratito, esto no justifica los millones que dice le han estado invirtiendo y no le deja a la gente nada de valor agregado”. 

Recomendó que lo que se deber de hacer es modificar la ley del Sistema de Protección Civil y que todo el Atlas sea público. “Que enseñen lo que dicen que tienen, y desde la perspectiva de un ejercicio de transparencia valorar si los recursos invertidos justifican el trabajo”.