No se sabe cómo Víctor Vázquez Alor “El Alor” inició su carrera delictiva, pero se sabe que su hermana, Valeria y su hermano “Chicho” siguieron sus pasos.
A sus 27 años de edad, “El Alor” era el encargado de la venta de droga y extorsión en antros de la Roma, Condesa, San Ángel y Satélite.
El “ala fresa” de La Unión de la B, de acuerdo con informes de Inteligencia de la Policía capitalina y la Procuraduría.
“El Alor”, hasta que fue asesinado esta madrugada en Iztapalapa, era un personaje cercano a David García Ramírez “El Pistache”; uno de sus contactos más frecuentes, según el análisis a su teléfono celular que quedó en manos de la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO), luego de su captura el año pasado.
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En su teléfono lo tenía registrado como “Abuelito Pistache” y sus llamadas no duraban mucho, pero eran constantes.
Unos 40 individuos estaban bajo las órdenes de “El Alor”, quien a través de grupos de WhatsApp les daba órdenes y amenazaba cuando hacían algo que no le gustara.
“Esto no es un juego, es un cártel”, solía escribirles mientras les enviaba videos de torturas que realizaba él o su hermano “Chicho” a “los que se enfiestan y no son responsables”.
Pese a todo, el “look” de “El Alor” era el de un joven de clase media, con barba delineada y lentes de pasta.
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En el último año se hizo fanático de los tatuajes; incluso se hizo uno en el lado derecho del pecho con la letra U rodeada por laureles.
Gustaba de coleccionar armas de fuego, algunas modificadas para lucir extravagantes, con colores rosa o verde pistache.
Fue detenido por primera y única vez en agosto de 2018, cuando jugaba “carreritas” en una motocicleta.
Agentes del Estado Mayor Policial lo arrestaron en la colonia Narvarte, con armas y droga, pero posteriormente pagó 15 mil pesos de fianza por la posesión de una pistola, al tiempo que un juez calificó de ilegal su detención por cuanto hacía a la droga.
Esta madrugada, recibió una llamada telefónica para ir a un antro tipo after. Cuando salió de su domicilio en Paseos de Churubusco, fue asesinado a balazos.
Recibió 12 tiros calibre .9mm y .45.
AJ