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"Dealers" de la Condesa y el Centro, detrás de balacera en San Ángel

En el tiroteo en el Foro San Ángel entre miembros del grupo criminal la Unión de la B, murió "El Woody", vendedor de drogas aliado de "El Pistache"

Escrito en METRÓPOLI el

Eran las 4:06 horas del domingo cuando una seguidilla de balazos iluminó parte del segundo piso del Foro San Ángel, ubicado en la colonia Guadalupe Inn, una de las zonas de más alta plusvalía en la ciudad. Solo las personas que estaban cerca se enteraron inmediatamente de que se trataba de un tiroteo y corrieron hacia las escaleras, donde comenzó a esparcirse el pánico; los gritos de un par de mujeres se escucharon hasta que la música fue apagada, narraron testigos.

Dos hombres cargaban a un joven lesionado, pero al presentir que no sobreviviría, pues tenía un impacto de bala en la cabeza, lo dejaron en las escaleras y huyeron. Todo esto ocurrió frente a los ojos de personal de seguridad. Los agresores también se esfumaron, pero a ellos se les permitió escapar rápidamente del lugar, según narraron los testigos cuya declaración quedó en la carpeta de investigación. En cambio, a los clientes se les dificultó salir y se arremolinaron en la salida intentando evacuar el lugar para estar a salvo.

El tiroteo fue entre miembros del grupo criminal la Unión de la B, que se encontraban en dos mesas y que, mientras bebían alcohol y consumían drogas, desataron entre sí una riña que dejó a uno de sus miembros muerto, el mismo que fue arrastrado hasta las escaleras y que a pesar de que fue trasladado a un hospital con vida falleció minutos después.

Se trata de Emmanuel Gómez González “El Woody”, vendedor de drogas de la facción de David Ramírez García “El Pistache”, actualmente encarcelado junto con el máximo líder de la banda José Alberto Maldonado López “El Betito”. “El Woody”, de 24 años de edad, aparecía en los chats de WhatsApp de la Unión -de los que LA SILLA ROTA tiene copia-  como dealer en antros de la Condesa y que con base en la carpeta FAO/AO-4/UI-1C/D/03891/09-2019 estaba relacionado con el quebrantamiento de sellos de un bar clausurado en Coyoacán.

En otra fotografía extraída de los chats aparece “El Woody” en una lista de miembros, donde destacan Lenin Canchola, actual líder en Álvaro Obregón y Magdalena Contreras, José Noriega, presunto abogado y testaferro y hasta Emmanuel Puebla “El Ovni” encarcelado por el secuestro y homicidio del estudiante Norberto Ronquillo, ocurrido en junio pasado y cuyo caso conmocionó a la Ciudad de México.

Los chats fueron obtenidos por autoridades federales tras la detención de varios integrantes del grupo delictivo durante 2018 y con la inclusión de “El Ovni” en la lista se abre una línea de investigación sobre si los jefes de la Unión de la B sabían o tuvieron algún grado de participación en el caso Norberto.

 

En esta balacera de San Ángel hubo otros dos lesionados: Jonathan C., quien recibió un balazo en los glúteos y Elisa A., que fue alcanzada en el muslo izquierdo por una bala calibre .9mm; ambos fueron trasladados a un hospital en la colonia Nápoles, pero horas más tarde, sus conocidos y familiares los sacaron aparentemente por temor a ser rematados.

Esa noche, en el foro San Ángel, tocaba el Dj Pleasurecraft ante cientos de amantes de la música electrónica, pero según Martín Ortiz Rodríguez, encargado del sitio, el evento lo había organizado un misterioso hombre que lo rentó y se identificó como Edwin Ricardo Encinas, del que las autoridades no saben nada todavía.

Ante policías preventivos y de Investigación, Ortiz Rodríguez argumentó que ni el personal de seguridad pertenecía al foro, sino a una empresa contratada por Encinas y que en el momento en que ocurrió la balacera él estaba afuera. “Solo vi salir corriendo a la gente, desconozco por qué se desató la violencia”, declaró.

Pero otros testigos sí vieron un tanto de lo que ocurrió: repartidos en dos mesas estaban varios hombres armados, acompañados por exuberantes mujeres con acento sudamericano que de pronto se encararon y sacaron sus pistolas.

Los destellos de las detonaciones se confundían con el de las luces del foro, pero la estampida de personas, del segundo piso hacia la planta baja, alertó al resto de la clientela, que cayó por un tobogán de confusión y terror.

Mientras “El Woody” se desangraba en las escaleras, ya abandonado por dos de sus acompañantes, un joven le quitó su teléfono celular, una pistola y arremetió contra un guardia de seguridad: ¿por qué no hicieron nada, putos? exclamó instantes antes de jurar venganza y marcharse rápidamente.

“El Woody” tenía varios años trabajando para la Unión de la B y así consta en conversaciones de WhatsApp a las que LA SILLA ROTA tuvo acceso y que forman parte de una indagatoria conjunta entre el área de Inteligencia de la Policía capitalina y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada.

“A qué hora los veo para las cuentas? Hoy se paga”, escribió Víctor Vázquez Alor, cabecilla de la Unión asesinado en mayo pasado, en el chat “Pedidos y Zonas”.

“A mí me quedan bcos (sic.)”, contestó “El Woody”.

“Ya acábalos, pa”, ordenó “El Alor”.

“Pero los pago; sí ahorita a ver si salen los pedidos pero sí los acabo, mejor te entrego la cuenta, ya la tengo”, escribió finalmente “El Woody”, quien murió en el Hospital López Mateos sin ningún familiar o conocido a su lado, según el expediente de la Procuraduría.

Fue otro integrante de la Unión quien lo baleó, al parecer de una facción que opera en el barrio de Tepito y en el Centro, más no se sabe la razón, solamente que súbitamente hubo un pleito que pasó del intercambio de insultos y amagos a los tiros.

Más balaceras relacionadas a La Unión

Ya son numerosos los casos en que la violencia relacionada con la Unión explota en centros nocturnos de la capital; el más recordado es el del 24 de mayo de 2013, cuando otro narcomenudista, Horacio Vite Ángel, fue sacado del Bar Black Condesa y ultimado a balazos al pie de una jardinera de la calle Tamaulipas.

Este crimen desencadenó, dos días después, el rapto y homicidio de 13 muchachos que estaban en el after Heaven, ubicado a unos pasos de Paseo de la Reforma, en el corazón de la turística Zona Rosa.

Pero hubo más: en abril de ese mismo año, cinco jóvenes fueron secuestrados del Virtual Mix, Insurgentes Norte y posteriormente asesinados, sin que hasta ahora hayan sido encontrados sus cuerpos.

Pasó de igual forma en enero de 2013, en el antro Living, de Bucareli, de donde fueron sacados César y su amigo Felipe de Jesús, de 17 y 22 años de edad, respectivamente, para después ser encontrados torturados y con un impacto de bala en la nuca a mitad de una calle en Iztacalco.

Todo se debió a una serie de ajustes de cuentas entre la entonces Unión Tepito -de donde surgió la actual Unión de la B- y otro grupo de narcos que se autodenominaron la Unión Insurgentes, por lo cual la pregunta ahora es si las recientes fracturas del grupo criminal vaticinan un reordenamiento y sus inherentes vendettas.

De hecho, el mismo “Woody” y quien hasta mayo de este año era su jefe directo, Víctor Vázquez Alor, estaban vinculados a otro homicidio en un antro, el Main Room, perpetrado en febrero del año pasado, acorde con la carpeta CI-FAO/AO-3/UI-2C/D/00838/02-2018.

En su teléfono celular, “El Alor” tenía una fotografía de la copia de la solicitud del Ministerio Público en cuanto a los videos de seguridad del Main Room, asentado en la colonia Roma.

Y más: el jefe de “El Alor”, David García Ramírez “El Pistache", quien inclusive lo hizo tatuarse PM -Pistache de la Muerte- en la mano izquierda- estuvo encarcelado por otro asesinato ligado al bar Lucca, de Campos Elíseos, Polanco, donde fue baleado Carlos Apaez, en noviembre de 2015.

Finalmente, la Unión está detrás de otros dos homicidios relacionados con la vida nocturna: en diciembre de 2016, dos hombres fueron raptados en el antro Blue Monkey Coapa y más tarde fueron encontrados sin vida dentro de la cajuela de un Seat en llamas, en la colonia Olivar de los Padres, Álvaro Obregón.

La orden de cometer ese crimen la dio “El Pistache” y su brazo derecho, Daniel Eduardo León “El Tiger” y la ejecutó Alexis Osmar “El Osmar” y un equipo de sicarios que no han sido detenidos hasta ahora.


MJP