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De “fleteros” a asesinos de sexoservidoras en Tlalpan

Salvador y Jorge ofrecían servicios de mudanza, pero su odio hacia estas mujeres se reflejó al torturarlas y abandonar sus cuerpos en terrenos baldíos

Escrito en METRÓPOLI el

La noche del 10 de diciembre de 2016, un Nissan Aprio se detuvo frente a dos mujeres.

Una de ellas vestía pantalón azul y un suéter negro con el estampado de un gato. La otra tenía el cabello alaciado y teñido de negro, usaba zapatos de tacón y una blusa negra que dejaba ver una verruga al lado derecho de la espalda.

Era la esquina de Calzada de Tlalpan y Segovia, colonia Álamos, alcaldía de Benito Juárez, de acuerdo con el expediente FXH/XO-2/UI-1C/D/2197/12-2016.

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La ventanilla del copiloto bajó en su totalidad y un hombre se dirigió a las chicas. “Buenas noches”, dijo, y les enseñó un puñado de billetes de 500 pesos.

Valeria y Alma, de 24 y 31 años de edad, se aproximaron hacia el individuo y tras unos minutos de conversación acordaron ir a un hotel de la zona con los ocupantes del Aprio.

La Procuraduría capitalina (PGJ-CDMX) sospecha que eran cuatro hombres. Las jóvenes abordaron el auto y éste arrancó hacia un hotel cercano.

Fue la última vez que Valeria y Alma fueron vistas con vida.

BÚSQUEDA DESESPERADA

Tras la desaparición de Valeria y Alma, sus familias vivieron días que pesaron como siglos.

Recorrieron juzgados cívicos y agencias ministeriales; elaboraron dos boletines de búsqueda que fueron difundidos por las autoridades.

Sus fotografías, en blanco y negro, parecían insuficientes para que alguien las reconociera, pero así fue.

Una mujer, sexoservidora que trabaja sobre Calzada de Tlalpan, afirmó a personal de la Procuraduría que, en efecto, las vio subir a un Nissan Aprio la noche del 9 de diciembre de 2016.

Al rastrear el vehículo, agentes de investigación descubrieron que nunca paró en un hotel. Enfiló hacia el oriente de la CDMX.

El seguimiento culminó en un domicilio del pueblo de San Salvador Cuauhtenco, en Milpa Alta.

Allí vivía Salvador H., socio en una empresa de fletes que se anunciaba en una página de internet.

También era el propietario del Aprio y por ello, un juez concedió una orden de arresto en su contra, la cual fue cumplimentada el 3 de enero de 2017.

Este jueves, la PGJ capturó a otro sospechoso, identificado como Jorge Adrián, de 39 años de edad y el cual escapó a Zapopan, Jalisco, donde intentó ocultar su identidad.

Ambos eran amigos y copropietarios de la empresa de mudanzas.

Con base en la carpeta judicial 012/0605/2017-OA, Jorge Adrián fue internado en el Reclusorio Norte.

Está acusado de matar a Valeria y Alma, cuyos cuerpos aparecieron en parajes solitarios de Xochimilco y Milpa Alta.

El primero en ser encontrado fue el de Valeria, el 10 de diciembre. Yacía desnudo y dentro de su cuerpo fueron dejados billetes de 500.

Dos días más tarde, en Milpa Alta, fue hallado el cuerpo de Alma devorado ya por la fauna. Ambas fueron golpeadas y estranguladas.

CRIMEN DE ODIO

Salvador, el primer detenido por los feminicidios de Valeria y Alma, presentaba un hondo desprecio por las mujeres, acorde con estudios sicológicos que se le practicaron en el Reclusorio Norte.

Al parecer él y Jorge Adrián -arrestado este jueves- y al menos dos individuos más asesinaron a las jóvenes porque “eran putas”.

Usaron una camioneta de fletes para trasladar los cadáveres hasta donde fueron localizados.

Jorge Adrián sabía que lo habían identificado gracias a la página de internet donde anunciaba sus servicios. Allí estaba su teléfono celular y el de otros choferes.

Por eso escapó a Jalisco, donde trabajó en mercados y taquerías hasta que agentes de la Fiscalía de Homicidios, del área de Feminicidios, lo ubicaron y detuvieron.

Por lo menos dos hombres más, también dedicados a los fletes y avecindados en Milpa Alta, están en la mira de las autoridades, pues presuntamente participaron en el rapto y asesinato de Valeria y Alma.

vmff / ams