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Cruces peligrosos e inseguridad, los riesgos de ser ciclista en la CDMX

Cruceros peligrosos, inseguridad y automovilistas inconscientes, son algunos de los problemas a los que se enfrentan los ciclistas capitalinos en su día a día.

Escrito en METRÓPOLI el

Darinka Rodríguez es una ciclista de la Ciudad de México, asiduamente usa su bicicleta para trasladarse ya sea al trabajo, para reuniones o para ‘rodar’ como deporte recreativo; su preferencia por este medio de transporte se debe a las grandes ventajas como son la rapidez, el poder escaparse del incesante tráfico de la capital y por ser un vehículo no contaminante. Sin embargo, ella distingue claramente tres problemas básicos del día a día en la ciudad donde los ciclistas son el segundo grupo más vulnerable en el asfalto.

 

Cruceros peligrosos

“Los cruces más riesgosos que me han tocado son los de Reforma y Gandhi, pues aunque hay ciclopista, en horas pico se avientan durísimo todos contra todos ya sean peatones, autos o ciclistas, es horrible… otros cruces son los de Reforma y el Ángel o Reforma y la glorieta de la Diana, en sí, Reforma es una de las avenidas con más cruces peligrosos. Otro que uso muy seguido es el de Mariano Escobedo y Horacio, y ese también es horrible, todos se avientan”.

 

 

Hasta 2015, fueron registradas 44 vialidades con más accidentes localizadas principalmente en nueve delegaciones, siendo la delegación Cuauhtémoc la que más problemas tiene, puesto que es la demarcación con la mayor parte de ciclovías.

 

Las ciclovías más conflictivas son las de Reforma y Chapultepec; y las vialidades con más accidentes hacia ciclistas se encuentran la calzada Ermita Iztapalapa, Miguel Ángel de Quevedo, Periférico e Ignacio Zaragoza.

 

Automovilistas inconscientes

“Uno de los principales riesgos que corro es cuando los automovilistas abren las puertas de sus autos sin fijarse, ya me ha tocado varias veces”, comenta, pues los accidentes más frecuentes ocurren cuando un automovilista o el copiloto, abren las puertas sin mirar antes el espejo retrovisor sin percatarse si un ciclista se aproxima y colisionan de frente.

 

Los accidentes automovilísticos en los que una bicicleta estuvo involucrada en la Ciudad de México han aumentado un 44% de 2000 a 2014, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

 

“Lo peor es que cuando les reclamas, se enojan, y no entienden que podría ser peor pues al abrir la puerta o puede ser un ciclista, un peatón o un camión que les arranque el brazo”, explica.

 

La falta de cultura vial por parte de los capitalinos es un grave problema, pues usualmente los automovilistas responden con agresiones verbales o físicas ante los reclamos de los ciclistas que se han enfrentado a la falta de interés por respetar los carriles confinados a ciclistas.

 

Inseguridad

“En 2015 me robaron dos bicicletas en un año, por más que uno ponga la mejor cadena que tenga, las bicis no están seguras, uno ya no confía en dejar la bici en la calle y preferimos mejor traer una bicicleta plegable para cargar con ella. Esto da mucho coraje, porque una bici no te cuesta tres pesos”.

 

El robo de bicicletas ha aumentado con el tiempo, pues debido a los delitos de alto impacto que imperan en la ciudad, grupos de ciclistas denuncian que las autoridades no prestan suficiente atención y los consideran delitos “poco importantes” a pesar de que el costo de una bicicleta varía desde los mil 500 pesos hasta los 13 mil pesos, aproximadamente. En 2015, fueron abiertas 786 carpetas de investigación por robo de bicicletas, de acuerdo con la Procuraduría de Justicia capitalina.

 

“Otro problema de inseguridad que yo he notado, es que a mi me gusta ir a rodar por recreación a la ciclopista del Ajusco, pero tiene algunos años que ya no voy pues en Parres suelen asaltar a grupos de ciclistas, he incluso me han contado de algunos casos de violación”, declaró Darinka.

 

Desde hace varios años, grupos de ciclistas que disfrutan de cruzar la cordillera del Ajusco en bicicleta de montaña mientras entre paisajes espectaculares olvidan por un momento la Ciudad de México sin tener que dejarla, han denunciado secuestros y robos por parte de lugareños, por lo que muchos ciclistas prefieren ahora transitar por la autopista, corriendo mayores riesgos.

 

¿Soluciones?

Algunas de las medidas presentadas han sido el “Chaleco CDMX” presentado por la Secretaría del Medio Ambiente capitalina, un chaleco de material reflejante que permite a los ciclistas ser visibles aún en la distancia y en ángulos donde la luz no llega directamente, a cualquier hora del día.

 

 

“Una medida que considero necesaria es que la Semovi proponga campañas más agresivas que concienticen sobre la cultura vial, para que los automovilistas sean más conscientes y algunos ciclistas también aprendan a respetar a peatones al no subirse a las banquetas; es necesario aprender del respeto mutuo”, concluyó Darinka.