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Covid-19 en reclusorios: la advertencia se cumple en Edomex

Once días después de la advertencia de activistas, 23 internos del Reclusorio de Cuautitlán fueron trasladados a otro penal del Edomex para evitar más contagios

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Escrito en METRÓPOLI el

"Cuando covid-19 entre a los reclusorios será difícil de controlarlo" fue una de las premisas en las que más enfatizaron hace un par de semanas a La Silla Rota los activistas María Sirvent y Humbertus Pérez. Este 13 de abril, once días después de esta advertencia, 23 internos del Reclusorio de Cuautitlán fueron trasladados a otro penal del Estado de México para evitar un brote de contagio aún mayor.

El brote en el Reclusorio de Cuautitlán inició con uno de los custodios y los internos que dieron positivo al virus fueron 14 de un dormitorio principalmente y 4, 2 y 2 de los dormitorios contiguos, según señala el documento emitido por la Secretaría de Seguridad del Estado de México en posesión de La Silla Rota.

Sin embargo, esta medida tampoco es la adecuada para los 23 internos ni para quienes están en el Penal "La Perla" Neza Norte, explica Humbertus Pérez, pues quienes están en el área médica son internos inimputables puesto "que están en el olvido y no tienen forma de protestar al ser pacientes psiquiátricos Si uno muriera, nadie lo reclamaría".

En entrevista con La Silla Rota, Humbertus lamenta la inacción por parte de las autoridades penitenciarias pues se advirtió que los contagios pasarían y asegura que con acciones como esta, "sólo demuestran su irresponsabilidad ante el problema del covid-19".

"El primer problema ya inició con el problema de Cuautitlán", describe Humbertus, a quien hace unos días las autoridades penitenciarias desmintieron en entrevista con La Silla Rota.

El pasado 9 de abril, Jaime Echeartea Mojica, director general de Prevención y Reinserción Social del Sistema penitenciario del Estado de México, negó a este medio alguna crisis sanitaria   y dijo también que no se tenía ningún caso de covid-19 entre la población de internos, "ya que se empezaron a tomar medidas preventivas desde el pasado siete de marzo".

Sin embargo, al día siguiente se reportó que en el penal de Cuautitlán había un brote que representaba un gran riesgo debido a la sobrepoblación de internos en más de 300 por ciento.

"Nosotros advertimos de penales que no han atendido brotes de enfermedades. Dejaron crecer problemas de enfermedades y no tomaron en cuenta nuestro llamado", lamenta Humbertus.

Fue así como el 11 y 12 de abril, familiares de los internos privados de la libertad y del Comité de Presunción de Inocencia y Derechos Humanos realizaron una serie de protestas y jornada informativa en los penales de Chiconautla, Texcoco, Neza Bordo, Barrientos, Chalco, Molino Texcoco, Zumpango, Tenango del Valle y Otumba Tepachico, donde de acuerdo con una serie de formatos que llenaron los familiares, algunos internos presentan tos seca, fiebre y dolor de cabeza.

"Las autoridades deberían de actuar con transparencia, pues nosotros (Presunción de Inocencia) detectamos que en Chiconautla podría haber 5 casos sospechosos al menos, este es el penal más sobrepoblado y podrían dispararse los casos", advierte.

El activista describe que como en el caso de China, deberían de adaptarse un espacio en el mismo penal con unidades médicas móviles para atender a todos los casos posibles de manera aislada, sin embargo, subraya: "los penales de Edomex no tienen una coordinación médica cuando la fase más alta llegue".

La petición eterna: preliberación de reos

Tal como hace 11 días Humbertus reclamaba en entrevista con La Silla Rota, la preliberación de internos y la aplicación de medidas cautelares en otros casos con delitos no graves, podría representar un alivio a la sobrepoblación de los penales.

"El doctor Manuel Palma Rangel lo ha reconocido, en Chiconautla, de los 29 mil internos, al menos 3 mil ya debieron haber salido", describe actualmente y reitera que la Ley Nacional de Ejecución Penal está en vigor y se podría haber liberado a miles de reclusos.

En CDMX, medida a analizar

Por otra parte, este 13 de abril, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México anunció que estaba bajo análisis la preliberación de reos.

"En algunos casos se esta viendo mujeres embarazadas, personas muy mayores que llevan cubriendo su sentencia, pero depende del delito y se trabaja con el Poder Judicial, alguna personas podrán tener preliberación, pero depende de cada caso", enfatizó.

La mandataria capitalina aseguró que la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, trabaja para que no ocurra casos de contagios en los penales como en el caso de Cuautitlán.

Prisiones del mundo, entre fugas y motines para esquivar contagiarse

El hacinamiento que se vive en los centros penitenciarios alrededor del mundo, así como las pocas medidas de higiene, los convierte en un foco rojo de contagios masivos para reos y trabajadores. 

En México, de acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), indica que 32.79% de las cárceles hay deficiencia en los servicios de salud, mientras que 33% tiene sobrepoblación y 32% hacinamiento, lo que implica un riesgo frente al coronavirus, pues para combatirlo se requiere aislamiento social para reducir el contagio.

Según la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el país 45.6% de los entrevistados compartió su celda con más de cinco personas y 12.5% la cama. Asimismo, el 30% reportó no contar con agua potable en el interior de sus celdas y alrededor del 5% carecía de drenaje. 

En el mundo, el panorama se repite, por lo que en cárceles de Colombia, Sri Lanka, Italia, Argentina, España y Brasil, entre otras, los reclusos se amotinaron e incluso, se han reportado fugas, ante la falta de condiciones para hacer frente al contagio de coronavirus. 

Sin embargo, tampoco las medidas que los gobiernos han implementado han sido bien aceptadas por los prisioneros. En Brasil 1,350 presos se fugaron el 17 de marzo de tres cárceles de Sao Paulo, el estado más poblado del país, después de una serie de motines motivados por las restricciones de visitas y salidas temporales decretadas por las autoridades.

En Venezuela 84 reos huyeron durante la madrugada del 18 de marzo de la prisión de San Carlos, en el estado Zulia. Diez de ellos fueron abatidos. 

En otros lugares como Panamá, Perú y Chile se registraron intentos de fuga tras los rumores de contagios de algún convicto; sin embargo, no pudieron concretarse por la intervención de los cuerpos policiacos. 

En el penal más grande de Chile, en Santiago 1, un rumor comenzó a inquietar a los internos en las primeras horas del jueves 19 de marzo, cuando se señalaba que un interno llegado desde Francia estaba infectado. Los internos quemaron colchones y, según las autoridades, intentaron ejecutar un plan de fuga del que participarían unos 200 hombres.

Mientras que en Panamá, hubo dos intentos de fuga en el centro penitenciario La Joya -el 20 y 25 de marzo- cuando los internos exigían a las autoridades del Sistema Penitenciario útiles de aseo, así como la libertad de los privados que ya tienen cumplida la tercera parte de su condena ante sus temores de contagiarse del covid-19.

A nivel global, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, hizo un llamado el mes pasado a los gobiernos del mundo para liberar presos "detenidos sin una base legal suficiente" para aliviar las cárceles en plena pandemia. 

En tanto, también se han registrado motines en las últimas semanas se han registrado motines, que han dejaron decenas de heridos y fallecidos. 

El 8 de marzo, seis presos de la cárcel de Módena, en Italia, murieron luego de la protesta de los reos por la suspensión de visitas. Tres de los fallecidos perdieron la vida durante el saqueo a la enfermería de la cárcel y del resto se investiga los motivos de su muerte.

En Colombia, los disturbios iniciaron la madrugada del domingo 22 de marzo y el motín dejó un saldo de 23 muertos y 83 heridos en La Modelo de Bogotá, una de las más grandes y peligrosas del país. 

Según cifras del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en Colombia hay 180,000 reclusos para un cupo de 70,000 y un tercio de las personas en la cárcel no está condenada; de acuerdo a estudios del Banco Mundial, este es uno de los sistemas de justicia más lentos de la región.

En tanto, en Kaduna, Nigeria, cinco reos fallecieron en un motín que se suscitó tras que el Gobierno anunciara que liberaría presos de las cárceles. Y en Sri Lanka un preso murió y otros cuatro resultaron heridos, luego que guardias dispararan contra un grupo de prisioneros que protestaba en el techo del edificio. 

De acuerdo con diversas autoridades de las prisiones, además del miedo de un contagio, las riñas y protestas se deben a que, ante la falta de visitas por el confinamiento, algunos prisioneros no podrán obtener mercancía que vendían dentro de las instalaciones, mientras que a otros les limita el acceso a los alimentos porque algunos reclusos dependen de los miembros de la familia para recibir la mayor parte de sus comidas. 

A estas brotes de violencia, los centros penitenciarios se les suma los contagios, que ya han tomado víctimas mortales. 

En Madrid, España, una reclusa de 78 años falleció, tras grave crisis respiratoria por coronavirus; a ello, tres reclusos de la misma prisión y 40 funcionarios de las demás prisiones han dado positivo. 

Mientras que en la prisión del condado de Cook, en Chicago, Estados Unidos, la cifra de internos contagiados de covid-19 ascendió a 276 y un fallecimiento, informó la oficina del alguacil del condado.