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Convierten estación Olivos en memorial a víctimas de Línea 12; vandalizan homenaje

Este 3 de mayo se cumple el primer aniversario luctuoso de las 26 personas que fallecieron a consecuencia del desplome, entre ellos Brandon, de 12 años

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Escrito en METRÓPOLI el

“3 de mayo no se olvida” y “La corrupción mata”, son algunos de los mensajes que se leen en carteles pegados afuera de la estación Olivos de la Línea 12.

Olivos se ha convertido en un memorial y un espacio para exigir justicia para las 26 víctimas que el 3 de mayo de 2021 perdieron la vida, debido a la caída de una trabe, precisamente entre dicha estación y Tezonco.

Además de los mensajes en posters, en la fachada Olivos está pintarrajeado el de “Fue el Estado” y junto al logo que identifica a la estación hay dibujado un moño negro en señal de luto. En la puerta hay recargadas cruces y flores marchitas con los nombres de quienes perdieron la vida por el incidente de hace un año: Inmer, Fátima Cecilia, Gildardo, Melitón, Carlos Emmanuel, Giovanny…

También hay mensajes de inconformidad de usuarios de la zona por la falta de operación de la Línea 12, que ya lleva un año sin funcionar, y las consecuencias que ha traído.

“Tengo que pagar el trolebús y la entrada del Metro” o “me han acosado en el camión y pues no hay bus solo para mujeres”, se puede leer.

En las paredes hay carteles con el rostro de cada una de las 26 víctimas y un breve perfil de ellos, basado en información publicada en algunos medios de comunicación, como Diario Milenio. Pero esas expresiones gráficas ofendieron a alguien, que se encargó de poner pintura negra sobre las caras de quienes perdieron la vida en el peor accidente que ha sacudido al Metro en México.

Además, algunos posters tienen rasgaduras, señal de que hubo intentos de arrancarlos, aunque lo que pasó ahí no se arrancará de la memoria de los capitalinos.

A BRANDON LE GUSTABA BAILAR

Una de las muertes que más conmoción causó fue la del menor de edad, Brandon Giovanny Hernández Tapia, de 12 años, que tiene un cartel breve, que describe qué le gustaba en vida. “El adolescente disfrutaba de bailar, cocinar con su abuelita y hacer ejercicio”, se lee en el poster dedicado a él.

ERAN DE MIXQUIC

Al lado de un poster de “la corrupción mata”, otro describe quién fue otra de las 26 víctimas.

“En memoria de Idelfonso Barrios Castañeda, tenía 47 años. Viajaba en el tren de la línea 12 porque se dirigía a su casa, ubicada en San Andrés Mixquic”.

Otra microhistoria impresa y pegada es la de Inmer del Águila Pineda, quien también era de Mixquic, Tláhuac, donde vivía. Tenía 29 años, era ingeniero en sistemas y trabajaba en la Aduana del AICM, se lee.

Víctimas del desplome del tramo elevado de la Línea 12 (Fotos: Marco Antonio Martínez)

Otra historia es la de Jesús Baños , de 27 años, laboraba cerca de la estación Periférico Oriente. Era jugador de futbol amateur y aficionado del América.

ESE DÍA USÓ EL METRO

El memorial recuerda el caso de Juan Luis Díaz Galicia, de 39 años y quien trabajaba como chofer en Coyoacán. “Pocas veces usaba el transporte público para regresar a su casa en la colonia Tierra y Libertad, en Tláhuac. El 3 de mayo fue la excepción. Ese día viajaba en los dos últimos vagones del tren que quedaron suspendidos tras el desplome”.

Un poster más está dedicado a Gildardo Rodríguez Galicia, quien tenía 53 años al fallecer. “Él abordó la Línea 12 del metro en la estación Tezonco rumbo a Nopalera para recoger a su esposa del trabajo”.

Es decir que sólo iba a usar dos estaciones de la llamada Línea dorada, iba a ser un breve trayecto, pero en medio ocurrió la tragedia.

Una de las víctimas trabajaba a una estación de Olivos. Es el caso de Sergio Valentín Rodríguez Salcedo, de 61 años. “Tres días antes del accidente, entró a trabajar en el área de limpieza de la estación Tezonco”.

Carteles del memorial en la estación Olivos (Fotos: Marco Antonio Martínez)

ALBAÑILES

Uno de los posters que no están pintados, quizá porque está colocado más alto que los demás y el vándalo no alcanzaba, es el de Santos Reyes Pérez. “Trabajaba como albañil para mantener a su familia conformada por su esposa y dos hijos”.

Otro albañil que falleció fue Melitón Velasco López, de 48 años. “El lunes se despidió de su esposa, Adela Herbert y salió de su casa, ubicada en Chalco, estado de México”.

TRABAJABAN EN PLAZAS O NEGOCIOS

Una víctima más fue Liliana López García, quien era gerente en una tienda de ropa en la plaza Fórum Buenavista, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, de donde regresaba esa noche para cenar con su hijo Yahadit, de 14 años, “a quien antes del accidente le dijo que compraría comida para que comieran juntos”.

Angélica Segura Osorio, de 44 años, fue otra de las víctimas mortales. “Trabajaba en una sucursal de la zapatería León en el Centro Histórico. Tras salir del trabajo se dirigía a su casa en Valle de Chalco, donde la esperaba su familia”, se lee en el cartel.

Ismael Salazar Juárez tenía 49 años y trabajaba en una farmacia. “El día del colapso del vagón de la Línea 12 volvía precisamente de su trabajo”.

Otro poster se encarga de la historia de Miguel Ángel Espinosa Flores, de 41 años. Él salió de su trabajo, en una plaza cercana, a las 10pm, abordó el tren en Periférico Oriente rumbo a Tláhuac. Falleció.

Entrada del Metro con fotos de las personas que fallecieron a consecuencia del desplome de la L12 (Foto: Marco Antonio Martínez)

Nancy Lezama Salgado, de 22 años, quien trabajaba cerca de la zona del incidente, fue otra de las víctimas. “Estudiaba pedagogía y además trabajaba en Plaza Las Antenas para solventar sus gastos, por lo que solía usar la Línea 12 para regresar a casa”, se lee.

LA VÍCTIMA 26

Hay un poster en memoria de Araceli Linares Xiques, de 52 años, quien no murió de inmediato, sino que resultó lesionada, pero se convirtió en la víctima 26. Fue también de las personas a los que sus familiares tardaron en encontrar en las primeras horas posteriores al incidente.

“Había resultado lesionada tras el desplome de la Línea 12 del Metro, en la cual viajaba después de su jornada laboral para regresar a su casa con sus cuatro hijos”, se lee en su memorial.

Alejandro Mendoza Vega fue una más de las victimas cuyos familiares no supieron de él en las primeras horas después del desplome de la trabe. Era contador por la UNAM y trabajaba en la FGR. “Poco antes del accidente avisó a uno de sus dos hijos que ya iba camino a casa”.

René Jorge García Méndez, de 70 años, también perdió la vida. Pero no se supo de él durante horas, por lo que su nieta Ami pidió ayuda en redes sociales para localizarlo, se lee en su poster.

TRABAJADORES

El memorial también recuerda a Cristian López Santiago, de 41 años. “Era abogado y trabajaba en el órgano administrativo desconcentrado de Prevención y Readaptación Social”.

Mario Alberto Bautista Sánchez es otro usuario del Metro que murió a causa de la caída de la trabe. Tenía 25 años y era trabajador en sistemas. “El 3 de mayo había salido de su trabajo en Polanco para dirigirse a su casa en la colonia Santa Ana Poniente, en la alcaldía Tláhuac”, lo que significa que el siniestro ocurrió muy cerca de su casa.

José Luis Hernández Martínez, que de oficio era hojalatero y pintor y de 60 años, también tiene su espacio. “Por más de 40 años trabajó en diferentes empresas automotrices como Nissan, General Motors y VW”, se le recuerda.

El memorial también tiene un espacio para Carlos Emmanuel Pineda Bernal, de 38 años. “Cuando abordó el tren que cayó se dirigía a casa, donde lo esperaban su esposa y sus dos hijos”.

SÓLO INTENTABA LLEGAR A CASA

Lorenzo Islas, de 60 años, fue otro de los usuarios que se convirtió en víctima. El texto dedicado a él es breve: “Sólo intentaba llegar a su casa, su familia hoy pide justicia”.

Evaristo Lucas Santiago fue otra víctima y un breve memorial lo recuerda. “Viajaba en el tren que se desbordó aquella noche del 3 de mayo del 2021”.

Gabriela Ramírez, de 27 años, viajaba en el convoy, lo que le impidió llegar a casa y ver a su hijo Yael, de cuatro años, se informa en otro cartel.

AUNQUE NO VIAJABA EN METRO, MURIÓ

Un nombre más es el de José Juan Galindo Soto, quien no usaba el sistema de transporte público, sino que iba en su auto, y quedó debajo de la trabe colapsada.

“Tenía 34 años y se dedicaba a la albañilería, aprovechó el descanso para ir al dentista, le pidió a su esposa Evelyn que lo acompañara. Después de su cita, la pareja subió a su auto para regresar a casa. Ellos no iban en el tren que se desplomó, iban en su auto cuando ocurrió la tragedia”, describe el poster.



(SAB)