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Con trabajos de herrería y alcancías, feriero saca adelante a su familia

Su familia vive dentro de un pequeño auto de carga en Toluca donde realiza figuras de yeso como las que se juegan en las ferias para enfrentar la pandemia

Escrito en METRÓPOLI el

TOLUCA.-Con la gran responsabilidad sobre sus hombros, por encabezar el sustento diario de siete integrantes de su familia, Carlos Gasca Gómez, de 35 años de edad, asegura tener el tesoro más grande del mundo, pues hasta la fecha todos están sanos y ninguno de los ocho ha enfermado de covid-19.

Mientras que para sobrevivir en estos tiempos complicados de pandemia, intercambia vistosos artículos que se venden en las ferias de los pueblos, por algo de despensa, lo que complementa con trabajos que le salen de albañilería y herrería para obtener también dinero para la escuela de sus pequeños hijos que algún día serán profesionistas, augura.

Desde el mes de octubre pasado, Carlos, su esposa Isabel y sus hijos, Jessica, de 22 años de edad, quien está embarazada por segunda ocasión, así como Víctor, de 20, Luz Jonathan, de 14, Álvaro, Angelito y su nieta Marichuy, arribaron a una zona ubicada entre Paseo Colón y Avenida Solidaridad Las Torres, a un costado de la obra en construcción del tren interurbano Toluca-México.

En este punto, “anclaron” un pequeño automotor de carga que les sirve de hogar y comenzaron a hacer lo que por legado familiar aprendieron, que son figuras de yeso de las que se juegan en las ferias de los pueblos, como marranitos, perritos, calaveras y ceniceros, así como imágenes religiosas en bulto del Niño Dios, de la Virgen de Guadalupe y de San Juditas, esto en resina, lo que intercambian por despensas para sobrellevar la comida diaria para ocho integrantes de familia.

 

“Todos le entramos a la chamba, las andamos haciendo con mi esposa (las figuras), mi hija, mis hijos se dedican a pintarlas, aquí nos echamos la mano entre todos, lo que hacemos lo cambiamos por despensa, viene la gente y nos regala aceite, arroz y frijol, ahora si, según la despensa es el premio que te llevas, hay veces que nos traen un frijol, un arrocito y así les damos, hay veces que nos traen bastantes cosas y se llevan un perrito, un puerquito más grande y depende lo que llegues a traer”, señala el originario de la ciudad de Toluca.

Carlos Gasca Gómez, recuerda que hace 21 años conoció a su esposa, cuando él tenía 14 y ella 16, “la conocí en un puesto de Hot Cakes, yo fui a la feria de Zinacantepec, como ella vende Hot Cakes, plátanos, banderillas, espiropapas y papas en hojuela, ahí la conocí, le fui a comprar y ahí la conocí prácticamente, ¡uy, eso ya tiene como 21 años, desde ese entonces estamos aquí, luchando.

Nosotros siempre hemos andado en la calle, porque ese es nuestro trabajo, andar en la calle armando los puestos, vendiendo, terminas de vender aquí y te pasas a otra colonia y así es nuestra vida, tenemos cuatro puestos, uno de Hot Cakes, dos de elotes y uno de brochetas, ahorita están alzados, no los trabajamos porque con esto de la pandemia ya no nos dejaron instalar ferias”, expresó.

Al tiempo en que recordó que junto con su familia, antes de la pandemia, iban y venían de alcaldías de la Ciudad de México, como Cuajimalpa, luego, a la siguiente semana ya estaban por La Marquesa, en el municipio de Ocoyoacac.

“En los pueblitos de aquí también, andamos en todos lados donde nos inviten a trabajar, es como un circo, solo que esto es feria, en ese carrito es donde echamos la mercancía y todo, y ahí andamos, en ese, sirve, arranca, de aquí a la Ciudad de México, la ves viejita pero sí arranca, llega a México, ahí vivimos”, señaló motivado.

En estos tiempos de pandemia, dijo, le llega en ocasiones la tristeza y desesperación porque no siempre la gente llega con ayuda para su familia, “si se siente, el no poder salir a hacer tus labores, el no trabajar, si me pongo triste porque me desespero que no tengo para darles, me da tristeza, nostalgia, yo creo que sino hubiera aprendido desde chico el oficio de la herrería y albañilería estaría sufriendo un poquito más, eso es lo que nos ha ayudado para comer”. 

Trabajos rudos en los que también su esposa Isabel le entra, “ella se queda con los niños o me acompaña a los trabajos de albañilería y hay anda conmigo, también le entra, cuando no tengo trabajo estamos los dos aquí, pero ella anda viendo a sus hijos y yo ando limpiando, sino de donde”.

Pero queda atrás la tristeza y desesperación cuando voltea a ver a su familia, sobre todo, afirma, a su nieta Marichuy y al niño o niña que viene en camino y se propone a diario ir para adelante, orgulloso de haber sido abuelo por primera vez a los 31 años de edad.

“Me hicieron abuelo temprano, tan joven, pero todos andamos aquí, nosotros como padres no descansamos, los niños descansan todos los días, solo se dedican a su escuela y a lo que tengan de tareas por internet y ven la tele”, enfatizó.

Carlos Gasca Gómez, dejó en claro que como los ocho integrantes de familia que son, todos se apoyan en las tareas diarias, lo que no significa que sus pequeños hijos sean forzados a trabajar, pues al matrimonio se ha acercado personal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIF), con intensiones de recoger a los pequeños bajo el argumento de que son forzados a trabajar.

“Hemos tenido algunos problemas con las autoridades que vienen por los niños, pero les decimos que los niños no trabajan, que ahí están. Aquí la gente sí nos ha respondido, vienen y nos apoyan y nos ofrecen trabajo, por decir, ahorita vengo de un trabajito que estoy haciendo acá, solo me vine a cambiar y ya me voy para allá otra vez”.

Concluyó el joven padre de familia y abuelo, que sus trabajos de herrería y albañilería son garantizados y se le puede localizar en el teléfono, 55-22-43-42-05.


(Sharira Abundez)