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¿Como si no hubiera pasado nada? Qué aprendimos tras el 19S

A dos años del sismo del 19 de septiembre ¿hemos mejorado o implementado nuevas medidas de seguridad y prevención ante una nueva emergencia en nuestros trabajos?

Escrito en METRÓPOLI el

“Como si no hubiera pasado nada”, así define Gerardo al ser cuestionado sobre las medidas de seguridad implementadas en su oficina y el edificio en el que trabaja tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017.

A dos años del terremoto de 7.1 grados Richter que acabó con la vida de cientos de personas –331  personas en 5 estados–, en la Ciudad de México que fue la que tuvo más víctimas mortales, ¿hemos aprendido algo? ¿Se instalaron protocolos de protección civil? 

Julio, quien trabaja como programador muy cerca de la Glorieta de Insurgentes, una de las zonas que registraron varios colapsos y cierres de edificios explica que al menos en su trabajo, sí ha notado un cambio de ideas en todos:

"Pusieron (su empresa) una brigada anti incendios y de terremotos que fueron capacitados por bomberos; además ahora hacemos simulacros a cada rato", detalla.

Al igual que Julio, Fernando, nutriólogo que trabaja en una clínica del IMSS al norte de la CDMX y Olivia, que trabajaba como administradora en una empresa en la alcaldía Magdalena Contreras, notaron una mayor capacitación, la cual comentan que por fortuna no ha sido necesaria aplicar.

"Desde antes del sismo ya había campañas de brigadistas, pero cuando pasó (el sismo) los obligaron a ir a cursos para saber qué hacer en caso de incendio y primeros auxilios, además que se hicieron varios simulacros posteriores y mejoraron la comunicación entre cada piso haciendo reuniones mensuales para que todos los brigadistas nos pusieran el ejemplo y además situando los puntos donde estaríamos a salvo dependiendo en qué parte del piso estaba cada persona", narra Olivia.

Fernando cuenta por su parte que en el Hospital de Ortopedia que es donde trabajó posteriormente al sismo "hicieron capacitación en áreas de extintores, de seguridad, cocinas, los pisos que no alcanzan a bajar y reiteraron la capacitación básica para saber qué hacer en caso de emergencia".

Brenda y Evelia, profesoras de secundaria y nivel medio superior, respectivamente, cuentan que en las escuelas que trabajan también han notado cambios.

“A raíz del terremoto las medidas de seguridad se hicieron más eficientes, hay mayor organización, mayor práctica de simulacros, y mayor conciencia en los docentes lo cual es fundamental para guiar a los alumnos en ese momento, claro que mientras todo es ensayado funciona, pero creo que la práctica si ayuda a que la memoria corporal haga lo suyo”, explica Brenda, profesora de la Secundaria Anexa, al norte de la Ciudad de México.

"Las capacitaciones cambiaron, antes había pero nos daban información errónea pues creían que no pasaría nada en las instalaciones hasta que hubiese un temblor de 9 grados y pues ahora tenemos nuevas instrucciones", cuenta Evelia que trabaja en una preparatoria privada que tuvo que cambiar de sede debido a los daños que dejó el sismo en su escuela.

Sin embargo, no todos cuentan la misma historia. Gerardo que trabaja en una consultoría ubicada un edificio de 18 pisos en Palmas, zona que no resultó afectada y que por la misma situación, lamenta que no hay ningún cambio en sus medidas de seguridad y prevenir alguna emergencia.

“Hace dos años cuando fue el sismo no pudimos salir rápido de la oficina porque en nuestro piso (el sexto) el acceso es por huella. En momentos de desesperación eso no es muy eficiente y la situación sigue igual. Después del sismo se revisó con peritos particulares y al parecer el edificio nunca ha sufrido daños, es seguro;  la cosa hoy en día es como si no hubiera pasado nada, inclusive un directivo nos avisa cuando son los simulacros y nos pide que no bajemos. No hay plan de contingencia ni nada por el estilo, en casos de sismo ya no bajamos porque es imposible”, dice.

Por otra parte, Jennifer, que trabaja en una agencia de investigación de mercados vive una situación similar en la que los protocolos de protección civil y prevención fueron momentáneos y no permanentes.

“Después del 19 de septiembre en mi empresa se empezó a hablar sobre armar un kit de supervivencia para cada empleado y sí se hicieron simulacros, fueron tres en un mes. Todo lo demás quedó en pláticas y planes. En realidad solo se “movieron” por el miedo que causó (el sismo) pero luego se les olvidó y ya no se hizo nada más”, cuenta Jennifer, cuya oficina se ubicaba en la alcaldía Cuauhtémoc pero que tuvo que mudarse a Arboledas, en Tlalnepantla, puesto que el edificio anterior resultó dañado por el sismo.

Sofía, quien trabaja en un edificio cerca de Paseo de la Reforma, al centro de la Ciudad de México comenta que "no hay nada de prevención a pesar de que hemos vivido cosas horribles y no sabemos si en otro sismo o terremoto estaremos seguros", pues en su oficina no hay ningún protocolo.

"Luego del sismo no hicimos ni un solo simulacro, participamos en el del 19 de septiembre del año pasado pero lo hicimos mal porque estamos en un sexto piso y aunque no tendríamos por qué bajar lo hicimos porque el administrador del edificio colocó oficios donde nos pedía que obligatoriamente bajáramos; desconozco si hay un botiquin o protocolo para emergencias pero nuestros jefes no nos han notificado nada, a pesar de que vemos noticias sobre las emergencias constantemente no hay nada de prevención, por más que el Gobierno tenga planes de emergencia si en lo particular no estamos listos y no se revisan los edificios las tragedias seguirán", sentencia.

Las medidas de protección civil

La semana pasada, el Gobierno de la Ciudad de México presentó el Plan de emergencia sísmica el cual establece las medidas que la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil debe realizar en caso de un sismo de magnitud similar o mayor al del 19 de septiembre.

¿En qué consiste dicho plan?

- Cada dependencia de la Ciudad de México tendrá acciones específicas a realizar en caso de que ocurra una emergencia sísmica.

- El Comité de Emergencia se instalaría en el C5 y recibirá información de estimación temprana de daños, declarará emergencia y/o desastre, determinará las medidas urgentes y los recursos materiales para atender la emergencia y supervisará la ejecución de todas las acciones pactadas.

- La CDMX se dividirá en cinco regiones: norte, centro, sur, oriente y poniente.

- La zona norte estará formada por Gustavo A. Madero, Iztacalco y Venustiano Carranza; centro será Cuauhtémoc; sur estará formada por Benito Juárez, Coyoacán y Tlalpan; poniente por Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Miguel Hidalgo; y oriente por Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco.

- La Secretaría de Gestión de Riesgos y Protección Civil así como la Secretaría de Marina, Guardia Nacional y Sedena estarán a cargo del rescate en edificios colapsados, restablecer los servicios y crear refugios temporales y centros de acopio.

- La Secretaría de Obras se coordinará con cada alcaldía.

- Protección Civil y las Universidades del país son las encargaradas de evaluar los daños y revisar edificios.

- El censo de desaparecidos y fallecidos va por cuenta de la Secretaría de Salud de la CDMX, la Procuraduría, el Instituto de Ciencias Forenses y Locatel.

- La Secretaría de Seguridad Ciudadana debe liberar el tránsito para que puedan llegar los servicios de emergencia a los puntos donde se les necesita.

- Los ciudadanos y jefes de los 847 cuadrantes de la Ciudad de México estarán capacitados para ayudar con la evacuación y repliegue, resguardar inmuebles, marcar perímetros de seguridad, instalar puestos de mando y organizar voluntarios y comenzar rescate en superficie.

La Silla Rota consultó a la Secretaría de Protección Civil para tener una entrevista sobre su percepción de las medidas de seguridad en la capital pero al cierre de esta edición no obtuvo respuesta.

fmma