Una parte del Colegio Rébsamen operó desde 1993 con un certificado de uso de suelo apócrifo, es decir que no emitió la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) para la ampliación del plantel, admitió Meyer Klip, titular del Instituto de Instituto de Verificación Administrativa (Invea).
COBERTURA COMPLETA LA SILLA ROTA
La escuela, que está integrada por primaria y secundaria, está construida en dos predios: Rancho Tamboreo 11 y 19. La licencia de construcción data de 1983 y en 1993 solicitó un documento de derechos adquiridos.
El funcionario explicó que luego de una denuncia vecinal del predio con dirección en calle Rancho Tamboreo 19, a finales de 2016, el Invea realizó una verificación al colegio y una investigación sobre el uso de suelo, que es de acuerdo a sus facultades.
El Invea encontró que la escuela tenía un certificado de uso de suelo por derechos adquiridos en 1993, es decir para una ampliación o modificación del plantel. Sin embargo, al consultar con la Seduvi, esta dependencia dijo que ese documento no lo había emitido, no lo reconocía.
Debido a que como se invalidaba ese certificado apócrifo de 1993, el predio ubicado en Rancho Tamboreo 19 violaba el uso de suelo, ya que solo está permitido el uso habitacional. El Invea impuso una multa de 107 mil pesos y conminó al colegio a regularizar su uso de suelo.
"La escuela en lugar de acatar la ley, interpuso un juicio de nulidad en el Tribunal Administrativo de lo Contencioso, el cual fue aceptado", para eludir la violación de suelo a la que incurría.
A su vez, el Invea, en marzo de 2017, se fue a un recurso de revisión. Actualmente el juicio continúa.
En relación a la responsabilidad que podría tener el Invea en el colapso del edificio administrativo del Colegio Rébsamen, Meyer Kilp dijo que ellos advirtieron que había una violación al uso de suelo y que de acuerdo a la ley no podían clausurar debido a que estaba el juicio de nulidad y el Tribunal anuló las recomendaciones del Instituto.