El quirófano, laboratorio y la farmacia de la Clínica Higinio G. Pérez, donde el 5 de septiembre pasado murió al dar a luz Diana Ramírez Polanco, fue clausurado por autoridades sanitarias.
Así consta en el acta CSSSP/1/1182/2019 y en fotografías en poder de LA SILLA ROTA, donde se lee que las actividades fueron suspendidas por riesgo sanitario.
Estas son las primeras acciones que toma la Secretaría de Salud y Cofepris contra la clínica, la cual está bajo investigación de la Procuraduría capitalina por la muerte de Diana, debido a una negligencia médica.
A ella dos cirujanos, Pedro Samuel Infante y Apolinar Lorenzo Sánchez presuntamente le perforaron el útero y no supieron cómo parar la hemorragia, por lo que la joven de 28 años de edad se desangró durante su traslado al Hospital General.
La clínica, ubicada en el barrio de Tepito, ya había sido denunciada el 19 de septiembre de 2017 ante la Junta de Asistencia Privada, que es el órgano gubernamental regulador, por supuestamente no contar con certificado de uso de suelo ni inscripción al Directorio Nacional de Instituciones de Asistencia Social, entre otras cosas.
Seis meses antes, como documentó La Silla Rota, Alma Vera Leal también sufrió las malas maniobras médicas de Samuel Infante en la misma clínica, donde estuvo a punto de fallecer al dar a luz.
Al tiempo que estas áreas de la clínica fueron suspendidas, la PGJ mantiene la indagatoria contra al menos 9 trabajadores del lugar, señalados por homicidio culposo -no intencional- cuya víctima es Diana Ramírez Polanco.
Su esposo, Jonathan Peñaflor, dio a conocer el caso públicamente y pese a ello ha sido blanco de amenazas de muerte e intentos de soborno para que pare las investigaciones que ha realizado por su cuenta.