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Chofer baleado en Edomex trabajaba para llevar comida a centro de rehabilitación

José Manuel trabajaba temporalmente en pollerías y carnicerías donde le regalaban carne para llevarla al grupo de rehabilitación contra adicciones donde vive

Escrito en METRÓPOLI el

TLALNEPANTLA.- Mientras sus familiares claman por justicia,  a José Manuel Ríos el chofer de la combi baleado el 26 de octubre, aún lo esperan sus compañeros en el lugar donde fue su casa los tres últimos años y donde ayudaba con el abasto para la comida de las personas en rehabilitación. 

En la calle de Monterrey, Valle Ceylán en este municipio se encuentra la casa de rehabilitación de alcoholismo y drogadicción “Quien como Dios” Asociación Civil, y en la puerta principal como fiel guardián Ismael Zúñiga recibe a los visitantes, lo sanitiza, toma la oxigenación y pide estricto lavado de manos. 

(Fotografía: Carlos Medellín)

“Pásenle están en su casa, o quise decir en su grupo, bienvenidos dice Ismael “Z” como lo llaman en el lugar.   

Al interior dos salas divididas por un pódium central se encuentran casi llenas, más de 70 internos en recuperación escuchan testimonios de sus compañeros, que habrían motivado el caer en alcoholismo o drogadicción. 

(Fotografía: Carlos Medellín)

Entre ellos se levanta Alfredo “R”, hermano menor de José Manuel Ríos, a quien el 26 de octubre por la mañana, antes del amanecer, lo habría baleado Jorge David “N” de 28 años de edad, causándole una lesión en la cabeza que lo puso en los límites de la vida y la muerte, “buenos días, soy hermano de José Manuel”.

Acompañado de las personas que encabezan al grupo de internamiento y rehabilitación Alfredo, quien es dos años menor que el chofer José Manuel, expone: “Mucho se ha dicho y publicado de mi hermano, pero nadie se ha preocupado de ver su lado humano. Él ayudaba a este grupo, aquí era su casa donde vivía en los últimos tres años”.

Añade tomando un respiro profundo, “a mi hermano lo traje yo aquí a este grupo hace tres años, tuvo problemas de alcoholismo derivado de una fuerte crisis de depresión por un deceso familiar. Aquí se recuperó e hizo de este grupo su casa por tres años, él salía a trabajar para traer abarrotes y comida para ayudar a alimentar al resto de los compañeros en recuperación”. 

(Fotografía: Carlos Medellín)

Añade que José Manuel salía y trabajaba temporalmente en comercios del centro de Tlalnepantla, pollerías, carnicerías, donde le pagaban algo pero además le regalaban carne para traer al grupo y ayudar con las comidas de los internos. 

“Él (José Manuel) fue chofer de camión de pasajeros de una ruta de Zumpango a el Toreo, manejaba camiones pesados y en el último de sus empleos, pues fue chofer de combi de la Ruta 76, donde desafortunadamente la persona esa le disparó a mi hermano”. 

Alfredo además señala que después de que balearon a su hermano hubo desesperación, y por salvarle la vida había pedido ayuda, incluso económica pensando en que una operación craneal saldría demasiado cara, “pero su patrón se movilizó con el seguro social y se pudo ingresar sin problema a Lomas Verdes en Naucalpan; muchas personas pensaron que queríamos lucrar con lo ocurrido a mi hermano pero créanme no fue así, no tenemos necesidad de eso, hay familiares directos que trabajan en otro país que están al pendiente de los gastos, y nosotros acá estamos bien, sólo mi hermano José Manuel es el único de la familia al que le ha ido mal”, dijo.

Mientras la sesión matutina continuaba en el salón, Alejandro Álvarez y Jesús Flores quienes encabezan al grupo de rehabilitación, muestran el sitio donde dormía José Manuel.

(Fotografía: Carlos Medellín)

Una habitación con literas y sus camas debidamente arregladas “aquí es donde espera su cama, aún está aquí su lugar disponible” externó Jesús “F”. 

Alfredo dijo que hay en ellos esperanza de recuperación de su hermano: “cuando estuve con él en el hospital, la última vez me tocó verlo abrir los ojos, mover sus dedos y bostezar. Pero será en unos días más que los médicos puedan valorar el daño que la lesión en la cabeza le dejó, podría perder la movilidad en la mitad de su cuerpo”, explicó.

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