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Celebran Miércoles de Ceniza con cubrebocas; “es raro, pero mejor venir"

Los feligreses que acuden a los distintos templos están recibiendo la ceniza en la cabeza

Escrito en METRÓPOLI el

El miércoles de ceniza no se salvó de los cambios por la pandemia pues aunque el Estado de México y la capital del país se encuentran en semáforo epidemiológico naranja, los templos e iglesias de ambas ciudades estuvieron abiertos para recibir a los feligreses y seguir con la tradición de una manera muy peculiar pues tuvieron que cumplir con las medidas sanitarias al interior durante su visita para evitar la propagación del coronavirus.

Mireya Reyes acudió a la Catedral Metropolitana a celebrar el miércoles de ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma en el catolicismo. Lo hizo con un cubrebocas quirúrgico color azul que le cubría más de medio rostro, pero que dejaba a la vista su cuidadoso maquillaje en sus párpados.

Como ha ocurrido con la mayoría de los festejos o ritos masivos desde hace 11 que llegó la pandemia de covid-19 a México, este Miércoles de Ceniza fue una celebración distinta. Al llegar al enorme e histórico recinto religioso, antes de ingresar, a Mireya le tomaron la temperatura, le dieron gel sanitizante y el uso del cubrebocas estaba marcado como obligatorio. Son parte de las medidas impuestas por la emergencia sanitaria.

“Están todas las medidas de seguridad, las señoritas son amables al indicar qué hacer. Se siente raro, una está acostumbrada a que la ceniza la apliquen directamente (en la frente) y sentirla en la cabecita es raro”, describió a La Silla Rota.

Se le pregunta si hubiera habido alguna diferencia en no acudir a la Catedral o a otra iglesia a tomar la ceniza, como sí lo hacía en otros años.

“Es importante, siento que es mejor tomarla en la iglesia. Sé que Dios está en todas partes pero es mejor venir”, dijo con palabras que parecen dichas por algún teólogo.

TODO EN ORDEN

Aunque la pandemia, que está a punto de cumplir el año con los primeros casos en México, causó el cierre de las iglesias durante meses, y ahora sólo se permite un aforo limitado de personas, que deben permanecer con cubrebocas, ella se siente segura en su visita.  

“Está todo en orden y es mejor tomarla ahora en las iglesias”, reiteró.

Mireya fue de las primeras personas que acudieron a la Catedral a que le pusieran ceniza en forma de cruz. La arquidiócesis expresó que este año para evitar la posibilidad de contagio, se pondría en la parte alta de la cabeza y no en la frente.

Quienes recibieron la ceniza, lo hicieron luego de terminar la misa. Se hizo una fila y se le pidió a las personas tomar sana distancia, aunque esta se acortaba conforme se acercaban al altar.

Mireya, quien acudió acompañada de sus dos hijas, expresó que con la ceniza se acerca más a Dios, “más en época de pandemia, es importante”. Tiene la esperanza de volver a la anterior normalidad, y tomar la ceniza en la frente, como ocurría antes.

GRACIAS A DIOS NO NOS HEMOS CONTAGIADO

Otras personas que acudieron a celebrar el miércoles de ceniza fueron Estéfana y Reyna, quienes  trabajan en la clínica de especialidades 2, ubicada en el Centro Histórico. Aprovecharon la hora de la comida para cumplir con el inicio de la Cuaresma. Ambas dijeron a La Silla Rota que trabajan en un lugar de riesgo, y por eso también fueron a dar gracias a Dios, de que no les ha dado la covid-19. También pidieron que ya se vaya la pandemia.

Estéfana, de 74 años, compartió que ella sí tuvo casos cercanos de personas que fallecieron. Se trató de sus consuegros, hace como dos meses.

Pero acudir a la Catedral con cubrebocas no le dio miedo. Diario convive con casos de contagio en la Clínica 2 donde trabaja.

“Es muy importante, empieza la Cuaresma, y pedimos que ya se retire la enfermedad. Gracias a Dios no nos ha dado, pese a estar trabajando en una clínica donde nos podemos contagiar”.

VAN MUCHOS A HACERSE PRUEBAS

Reyna, de 40 años, agregó que ella sí ha conocido de casos de personas contagiadas de coronavirus.

“Nada más conocidos, gracias a Dios, es tener fe en Dios. Trabajamos, es la hora de la comida, venimos a tomar ceniza. Trabajamos en la clínica 2, van muchos a hacerse la prueba, pese a que dicen que ya bajaron los contagios”, remarcó.

“No tuvimos miedo, sí al principio, ahora ya no. Si no hubieran abierto la Catedral hubiéramos ido a otro lado”, dijo.

EL INICIO DE LA PASCUA

El rector de la Catedral, Ricardo Valenzuela, explicó que la Cuaresma es el tiempo de preparación para la Pascua, “la fiesta más importante de los cristianos”.

La ceniza representa la “condición del hombre pecador que confiesa públicamente su culpa delante de Dios, por lo que expresa su voluntad interior de conversión, impulsado por la esperanza de que Dios se apiade en su misericordia”, de acuerdo con el misal de este día.

SE NOS OLVIDA LA SANA DISTANCIA

El propio rector de la Catedral, hizo mención a que, de pronto se perdía la sana distancia.

“En medio de la pandemia lo más importante es, además de pedirle perdón al Señor y orar por todos, también cuidarnos. La sana distancia es algo que se nos olvida de pronto. A veces veo que no se verifica y no se tiene en cuenta. No olvidemos cuidarnos y no bajar la guardia para poder celebrar la Pascua”, dijo a reporteros al hablar sobre la Cuaresma, pero su voz se escuchó en toda la Catedral, ya que habló con un micrófono y a diferencia de muchos que para hablar se lo quitan, él lo conservó.

Tal vez hubiera alzado más la voz si hubiera visto que a unos pasos de ahí, en la calle de Moneda, al lado de Palacio nacional, ya se había instalado un plantón con casas de campañas coloridas, o que en el Metro, debido a la dilatada frecuencia con que pasan los trenes, los vagones iban llenos después de las 9 de la mañana. 

MIÉRCOLES DE CENIZA EN TOLUCA

A temprana hora de este miércoles, templos religiosos como la Catedral de Toluca e iglesias como la de El Carmen, La Merced, la de Nuestra Señora de Guadalupe, Santa Clara y la Santa Veracruz, entre otras, ubicadas en el centro de la capital mexiquense y a las que se sumaron parroquias delegacionales, abrieron sus puertas para comenzar con el miércoles de ceniza, que da apertura a la Cuaresma y posteriormente a la Semana Santa.

De forma concreta, en la Catedral capitalina, se destacaron las medidas sanitarias por la pandemia del nuevo coronavirus, pues en una de sus puertas laterales se tomaba la temperatura a las personas y se les dotaba de gel anti bacterial, para que se condujeran por el pasillo central hasta llegar de frente al altar principal donde una religiosa imponía la ceniza sobre la cabeza al tiempo en que había espacio suficiente entre las bancas para que la feligresía guardara unos momentos de oración a la par de que estuvo expuesto en su capilla el Santísimo para que quien quisiera rezar sobre los reclinatorios.

Entorno a las iglesias desaparecieron por esta ocasión los vendedores de todo tipo de fritangas o del comercio ambulante, pues el ayuntamiento de Toluca no ha permitido su instalación para evitar aglomeraciones de personas y así disminuir la tasa de contagios y fallecimientos por la pandemia del nuevo coronavirus.

Lo que sí se implementó fue un discreto dispositivo  de Protección Civil local, al que fue incorporado una ambulancia para apoyo de la población que lo requiriera.

En ningún momento los templos religiosos se vieron abarrotados de gente, pues así como se formaba en la fila para recibir su ceniza en la cabeza, prácticamente se retiraba.  

(Sharira abundez)