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Buscan por tortura a cuatro agentes de la Fiscalía

Claudia fue detenida en Iztapalapa, pero los agentes que participaron en las torturas de al menos tres individuos están a la fuga

Escrito en METRÓPOLI el

Para dar con los cabecillas de una banda de ladrones, la comandante de la Fiscalía capitalina, Claudia Reyes Ramírez presuntamente orquestó un operativo donde varios hombres fueron torturados, uno de ellos sacado de las galeras donde estaba ya detenido.

Así consta en la causa penal 45/2018, de la que derivó una orden de arresto contra la comandante Claudia, con más de 20 años en la corporación y que ahora tiene como objetivo a otros agentes de Investigación.

Apenas el 18 de febrero pasado, Claudia fue detenida en Iztapalapa, pero los agentes que participaron en las torturas de al menos tres individuos están a la fuga. Todo comenzó el 23 de julio de 2014, en la alcaldía Álvaro Obregón.

Allí fue arrestado ilegalmente Iván “N”, quien supuestamente era miembro de una banda dedicada al asalto de negocios con violencia y que azotaba el poniente de Ciudad de México. 

Él ya se encontraba detenido, en las galeras del Ministerio Público de Álvaro Obregón 4, pero con el propósito de que diera nombres de los líderes del grupo delictivo y otros cómplices, fue sacado de las galeras y de la agencia, subido a una unidad policiaca que circuló por los alrededores mientras presumiblemente lo torturaban.

“Ya valió madres, no te hagas pendejo, tú sabes de lo que estamos hablando”, presuntamente advirtió la comandante Claudia el sospechoso. “Piensa bien las cosas, nos hemos portado buena gente contigo, pero mañana te vamos a preguntar otra vez y la suerte no dura siempre”, le dijeron al denunciante, mientras lo golpeaban en el estómago.

Luego de casi una hora, Ivan fue regresado al MP de la entonces Procuraduría local y encerrado nuevamente en galeras, pero todo fue captado por las cámaras del lugar, lo que a la postre sirvió como prueba para fincarle imputaciones. En las imágenes se aprecia no solo a la comandante, según el expediente, sino a otros elementos de la Policía de Investigación, 4 de los cuales fueron identificados posteriormente.

Las irregularidades y golpizas se indagan por otras dos víctimas, a quienes presuntamente golpearon en las rodillas y les colocaron la pistola en la boca, todo para que confesaran no solo que formaban parte de la banda sino que revelaran los domicilios de los líderes. Estos últimos nunca denunciaron, pero aún así la Fiscalía de Servidores Públicos tomó conocimiento.

Del primer caso, cuando recuperó su libertad, el afectado denunció y después se le aplicaron diversos estudios para corroborar la versión de que había sido golpeado, además de los videos que mostraron cómo fue sacado ilegalmente del área de detención.

Uno de esos estudios fue el protocolo de Estambul, el cual resultó positivo, a pesar de que las lesiones que tenía no eran de gravedad. Fue así como casi cinco años más tarde el caso fue revisado nuevamente y enviado ante un juez, el cual resolvió que había indicios suficientes para procesar a la comandante, así como a cuatro agentes más.

Así, la mando de la Fiscalía fue destituida y aprehendida en Iztapalapa; como pesaba una orden de aprehensión contra ella fue inmediatamente ingresada al Penal Femenil de Santa Martha Acatitla.

De ser encontrada culpable podría pasar hasta tres años en prisión, aunque podrían ser más si se le acreditan otros actos similares.

En los últimos cinco años, de acuerdo con el Tribunal Superior de Justicia local, solo 3 servidores públicos locales han sido condenados por tortura, al tiempo que 4 más están bajo proceso. (Frida Mendoza)