La bala que mató a la estudiante del CCH Oriente, Aideé Mendoza, en mayo pasado, provino de adentro del plantel y si no se oyó la detonación fue porque una mochila sirvió como silenciador.
A siete meses de la muerte de Aideé, esto concluyeron los peritajes de la Procuraduría capitalina, el Politécnico Nacional y la Fiscalía de Justicia Militar, informó la recientemente nombrada fiscal de Ciudad de México, Ernestina Godoy.
Además, el arma detonada fue robada a un policía preventivo, por lo cual ya hay un joven encarcelado, pero al cual no se le ha podido imputar el crimen. Es decir, a él se le incautó el arma Glock .9mm de donde salió la bala perdida, pero no hay indicios de que a él se le hubiera soltado el disparo.
“Él está señalado por el robo del arma, es un dealer y está ligado a un tema de robos, pero no tuvo que ver con la detonación del arma, en tanto nadie lo reconoce ni lo vio el día de los hechos”, aclaró la fiscal.
Lo que sí se sabe es que es un hombre que vendía drogas dentro del CCH Oriente, que aparentemente obtuvo el arma después de la muerte de Aideé y que está relacionado con robos a repartidores de Iztapalapa, al tiempo que sigue su proceso en prisión.
Todo apunta a que el disparo salió por error, pero que aún así expone que narcomenudistas entraban al CCH armados y que esto derivó en la muerte de una estudiante que fue lesionada dentro de un salón de clases.
Con base en la carpeta FIZP/IZP-6/UI-2C/D/2475/04-2019, la Procuraduría capitalina determinó que Aideé fue víctima de una bala perdida, hecho que hasta ahora no ha podido fincar responsabilidad a nadie.
La Silla Rota dio a conocer desde junio que la investigación involucraba a delers del CCH, inclusive uno identificado como Daniel Arturo M., “El Dan” o “El Danielo”, cuyo domicilio fue cateado semanas después de lo ocurrido.
“El señor Daniel Arturo M. ‘El Dan, mientras se encontraba vendiendo su mercancía consistente en drogas dentro del CCH tuvo un forcejeo con uno de sus clientes, el cual se negaba a pagar y disparó el arma que porta, la cual hirió a la alumna.
“Hubo varios testigos oculares, sin embargo temen represalias, ya que dicho sujeto es tolerado por autoridades de la UNAM”, se lee en un testimonio anexado a la carpeta.
No obstante, Aideé no tenía nada que ver con los narcomenudistas y es una víctima de la precaria seguridad que hubo en el CCH para revisar y dejar pasar a posibles hombres armados.
fmma