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Aún no podemos regresar a casa: vecina de Amsterdam 27

El daño que tiene su edificio es reparable. Sin embargo, no pueden realizar la obra hasta que demuelan el de al lado y hasta que no les den autorización

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Escrito en METRÓPOLI el

A dos meses del sismo, Trinidad Godinez sigue damnificada, vive en casa de un familiar porque se dañó su departamento, luego que se cayera durante el sismo del pasado 19 de septiembre el primer cuerpo del edificio ubicado en Amsterdam 25, colonia Condesa. Lo que quedó se recargó aún más en el inmueble que está en el número 27.

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El daño que tiene su edificio es reparable. Sin embargo, no pueden realizar la obra hasta que demuelan el de al lado y hasta que no les den autorización para proceder a recuperar el inmueble. 

La fachada del edificio de Amsterdam 25, que data de 1930 y estaba catalogada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), como Patrimonio Artístico por su estilo art, quedó dañada desde el temblor de 1985.

Durante muchos años ese edificio estuvo abandonado, en dos ocasiones fue invadido, sin embargo, a las personas que se metieron las desalojaron.  Desde entonces los vecinos de Amsterdam 27 acudieron a las autoridades para reportarlo, ya que se venció y se recargó en el inmueble donde viven. No hicieron nada, aunque si intentaron expropiarlo, apuntó Trinididad.

“Fuimos a la delegación, a Protección Civil, a todos lados para pedir que se hiciera algo con ese edificio y nunca hicieron caso. Por fuera se veía la fachada cuarteada, casi a punto de colapsar. Lo que nosotros hacíamos era poner una cinta amarilla que dice peligro para que nadie pasara por enfrente”. 

Advirtieron que Amsterdam 25 tenía daños desde 1985

Godínez cuenta que hace dos años llegó Juan Pablo Salazar y dijo que era hijo de la dueña de ese edificio y que lo había heredado, por lo que comenzó a arreglar. En ese entonces les comentó a los vecinos de que la parte de atrás estaba habitable.

“Lo que empezó hacer es que de la parte dañada quitó duelas y reestructuró lo que estaba habitable. Y de repente rentó los departamentos. Nosotros nos preguntamos cómo es posible porque si estaba visiblemente afectado cómo consiguió los permisos para intervenir. A nosotros nunca nos enseñó documentos”. 

Con el sismo del pasado 19 de septiembre, el primer cuerpo del edificio ubicado en Amsterdam 25 se colapsó. Y las estructuras que quedaron en pie siguen en riesgo de derrumbe. Tenía 16 departamentos y dos accesorias, que estaban al frente.  

 “Antes del sismo (de 2017), Desde afuera se veía tronado, él lo empezó arreglar, aun así yo seguí insistiendo con Protección Civil antes del sismo y nunca vinieron. Desde el estacionamiento de nuestro edificio se ven los dos cuerpos, y todas las fracturas que tienen, se ve recargado. Yo estoy peleando porque lo derriben, porque puede generar otra muerte”. 

En diciembre del 2016, un grupo de personas intentó desalojar a las personas que ya rentaban, incluso comenta Trinidad que hubo balazos. “Por eso se me hacía raro, porque si en verdad hubiera comprobado la propiedad, no hubieran venido a intentarlos sacar”. 

El vecino empezaba a construir otro piso, ya estaba la cimbra, cuando fue el temblor, donde falleció una empleada doméstica. 

Desde el temblor de hace dos meses, Trini y sus vecinos no viven en los 12 departamentos que tiene el edificio de seis pisos. Está desalojado. Para avanzar en los trabajos de rehabilitación, trabajadores sacan escombros de lo que se derrumbó en los pisos.  

“Nos dijeron que nuestro edificio es reparable, aunque ningún DRO del gobierno ha venido a revisar. Y necesitamos que venga y autorice la reparación. Lo que estamos haciendo en estos días es sacar escombros, de lo que se cayó, para quitarle peso al edificio”.

Godínez dice que han ido varias veces a la delegación para advertir del riesgo que actualmente tiene su edificio

“No ha venido nadie de Protección Civil y como todavía está en investigación por el fallecimiento de la mujer. No sabemos si lo van a demoler y expropiar. No nos hacen caso, no sé cómo le hicieron, como es posible que las autoridades no tomen cartas en el asunto y desde el 85”.

No escuché cuando el edificio se cayó 

A dos meses, recuerda que en el momento del temblor estaba en el sexto piso, cuando salió, el edificio de Amsterdam 25 ya había colapsado. 

“Yo no dimensioné el temblor hasta que vi el edificio derrumbado. En mi departamento todo se estaba cayendo, los libreros, trastes, se movió una repisa, se cayeron las puertas del clóset. Yo no escuché cuando cayó el edificio de a lado, había mucho ruido y caos”. 

La casa se las dejó su papá. En ella, vivían Trinidad y su mamá. Tenían su vida ya solucionada, tanto la vivienda, y el trabajo. Estaban solventes. Ahora comenta que están de arrimadas. “No tenemos nuestro espacio y tenemos que depender de otras personas”. 

La mayoría de los vecinos jala por su lado, no están unidos. Están viendo si logran una ayuda. Hay varios señores de la tercera edad que no puede solventar los gastos solos. Su edificio tiene Hay columnas que están fracturadas, pero se pueden salvar, las tienen que limpiar y se van a encamisar, ponerles otra vez cemento. Tiene solución. 

“En su momento, se volcaron en ayuda, había muchos chavos con picos y palas. Los restaurantes de aquí nos ayudaron mucho, nos daban comida. Todo eso ya se diluyó en la cotidianidad. Somos también olvidados. Me duele ver que a la gente que ya se le olvidó. Necesitamos apoyo. No somos ricos”. 

Advierte que la colonia ha cambiado en 10 años. Donde antes había casas ahora hay edificios nuevos. Y en la calle de Amsterdam se refleja mucho esta transformación. 

Incluso con el sismo de hace dos meses, una decena de edificios se dañó, tanto nuevos como construidos antes de 1985. Pese a la herida que aún se observa en la calle, cada vez la cotidianidad intenta regresar, ya se reactivaron la mayoría de los comercios, así como el turismo.  

Amsterdam, en la mira por “obras chuecas”

En esa calle se dañaron muchos edificios. Coincide que en Amsterdam, asociaciones civiles detectaron antes del sismo obras irregularidades, principalmente con transferencia de potencialidad.

Josefina Mac Gregor, directora de la asociación civil Suma Urbana e integrante de la plataforma “Obra Chueca” explica que, a partir de 2010, cuando la administración de Marcelo Ebrard cuando modifica la Ley de Desarrollo Urbano las figuras de transferencia de potencialidad y Sistema de Actuación por Cooperación (Sac’s), se convierten en instrumentos para toda la ciudad. 

La trasferencia de potencialidad es un concepto que surge en 1997 para efectos de tratar de recuperar el Centro Histórico que había sido tan dañado en 1985. En aquella época si alguien tenía un predio en esa zona e invertía en él, se permitía transferir potencialidad, es decir en el centro no se permitía mayor altura, en 17 colonias donde se buscaba una reactivación económica, otorgaban más pisos. 

“De pronto en el 2010, todos pueden transferir y recibir potencialidad. Esta figura no tiene protocolos, procesos ni forma de seguimiento. Lo define el Oficial Mayor o la Secretaría de Desarrollo y Vivienda, todo se va a un fideicomiso no auditable y de pronto vemos violaciones francas completamente impunes y otro porcentaje de elementos constructivos que alteran a la sociedad, como con la gentrificación y que fueron hechos evadiendo la ley”.