CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Para un ciclista en la Ciudad de México, el grabar su recorrido puede ser de vital importancia, ya sea para reportar a algún automovilista infractor o para protegerse de manera legal en caso de accidente. Así lo aprendió Ari Santillán, el joven que fue agredido hace un año por ‘Lord Audi’ y que hace unos días, de nuevo fue golpeado pero ahora por un conductor de Uber, en Félix Cuevas y Moras.
Comenta en entrevista con La Silla Rota que las agresiones a ciclistas son una constante y reflejo de la intolerancia de la ciudadanía, pero principalmente demuestran el vacío y omisión por parte de las autoridades.
A pesar de las agresiones que ha sufrido, Santillán seguirá grabando infracciones y asegura que si los ciclistas, cada vez más traen cámaras, es por protección.
Trabaja en el área de comunicación de WRI México, una organización técnica global que establece vínculos el medio ambiente, las oportunidades económicas y el bienestar humano. Es el encargado de los contenidos que emiten en la CDMX.
Como parte de su trabajo, el martes recorrió 70 kilómetros de la ciudad para levantar imagen de bicicletas. Con ese material realizaría un video para lanzar una campaña en la plataforma donadora y recaudar fondos para un proyecto sobre movilidad activa. Rodó por calles de la Condesa, Centro, Roma, Polanco, Del Valle y Coyoacán. “Recorrí un buen tramo para grabar”.
Y cuando llegó al cruce de Félix Cuevas y la calle de Moras, el mismo punto donde fue agredido hace un año, eran cerca de las 18:00 horas, se detuvo porque a esa hora en ese punto circulan muchos ciclistas que salen de sus trabajos y se dirigen a sus casas. Quería registrar ese momento.
De pronto, el carril exclusivo para bicis y autobuses fue invadido por un automóvil Renault Sendero. Ari traía una cámara profesional, con la que había recorrido la ciudad horas antes y filmado a ciclistas. Comenzó a grabarlo y a sacar fotos con la finalidad de reportarlo en las cuentas de redes sociales de la Secretaría de Seguridad Pública.
El automovilista, que hasta el momento se sabe es chofer de Uber, lo increpó. Le preguntó porque le tomó foto al auto y a la placa. Lo que Ari respondió que es un carril exclusivo para bicicletas y trolebús, por lo que no se puede circular y le indicó por dónde dar vuelta. El hombre lo volvió a cuestionar y le pidió que borrara la imagen. El ciclista le dijo que no. El conductor se bajó del auto y lo comenzó a golpear.
“No estaba buscando automovilistas infractores, sí lo he hecho, pero en ese momento era una cuestión de trabajo”.
El tomar automovilistas infractores no es parte de su trabajo sino lo hace como activista, como parte de ese compromiso con la ciudad. “De aprender a convivir y de señalar lo que la autoridad está haciendo mal y poder trabajar en soluciones para que eviten estas cosas”.
Confiesa que como a todos, ya sean peatones, automovilistas, ciclistas, lo han agredido varias veces en la calle. Sin embargo con ese nivel de hostilidad y en esa calle es la segunda ocasión.
“Creo que fue una agresión por sentirse exhibido en un momento, siento que él sabía que estaba haciendo algo mal y al ver la cámara se sintió exhibido y justo era lo que exigía: ‘borra la imagen’. Eso detonó su agresividad”.
Señala que la agresión a ciclistas tiene mucho que ver con la omisión de la autoridad, ya que si en realidad se trabajara en la prevención, no ocurrieran casos cómo a los que se ha enfrentado.
“Ese mismo día, a dos cuadras de donde pasó la agresión, en Félix Cuevas y Patricio Saéz, atropellaron a un chavo en bici y el que atropelló se dio a la fuga. Si la autoridad no hace su chamba, y no solo en el sentido de poner multas, sino en ver en cuánto se tiene que hacer por infraestructura, seguridad vial, señalamientos. Todo esto para seguir que siga sucediendo, pero como no pasa nada, la gente se siente con poder de violar la ley y agredir”.
Expresa que tanto el carril confinado, como el contraflujo que cruza Félix Cuevas y Moras, es bastante conflictivo. Seguro al día lo invaden más de 100 veces. Esta situación ocurre por la falta de educación vial, porque no hay infraestructura adecuada y por la omisión de la autoridad.
“Todas estas situaciones forman parte de un todo y aparte del problema, llevamos 100 años haciendo ciudades para los coches. Tener carro no es un derecho sino un privilegio. Al final de cuentas solo el 30 por ciento de los viajes en la ciudad se realizan en automóvil privado”.
Reconoce que hay un aumento en la conciencia ciclista. También ha notado un avance en la materia, aunque sea más individual, que incidido por la autoridad, pues las campañas gubernamentales han fallado.
“Hay algunos que lo hacen por activismo, pero también es una manera de protegerte. También ese mismo día que me agredieron, le pasó a otro ciclista pero lamentablemente no estaba grabando y en el MP le dijeron que como no había pruebas no procedía la denuncia. Y más que una forma de activismo, es una forma de protegerse, como tener medios de defensa en una situación así", dice Ari.
Ari Santillán ha aprendido que funciona más primero subir la denuncia a redes sociales y luego acudir al MP, porque si se viraliza el video se ejerce una presión social, con la cual las autoridades se ven forzadas a responder. “Este año ha habido muchas agresiones a ciclistas y la mayoría se ha quedado impune”.
Su vida cambió después de la agresión de Lord Audi. Se ha comprometido aún más. Ha apoyado a personas que han pasado por lo mismo.
“Tengo un compromiso con mejorar la ciudad. No soy experto en seguridad vial, pero si tengo ese compromiso con informar, leer, estudiar para saber que podemos hacer”.
Sigue utilizando la bici, eso no va a cambiar. “Uno asume ese activismo, pero pues tenemos mucho trabajo por hacer”.
fmma