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"Casi nunca como carne"; CDMX, donde creció más la pobreza laboral

Gabriela es una de las habitantes de la CDMX que forma parte de la población en pobreza laboral, pues su ingreso ya no alcanza para cubrir la canasta alimentaria

Escrito en METRÓPOLI el

Gabriela Carrillo Garrido es artesana. Antes de la pandemia solía vender sus productos tejidos en ferias o incluso en algunas plazas públicas. Desde que se aplicaron las medidas de sana distancia por la covid-19, dejó de comercializar su mercancía y los ingresos que tenía, que tampoco eran muchos, se desplomaron.

“Aún no me recupero de lo que tenía al inicio de 2020. Espero pronto nos recuperemos para no estar en esta situación que es muy mala. Antes me alcanzaba para carne dos o tres veces a la semana, para comprarme una paleta, unos cacahuates, ahora digo ‘o como lo que se me antoja o pago la luz o el gas para completar’. Ya no me puedo dar ningún antojo”, expresa.

Gabriela es una de las habitantes de la Ciudad de México que pasó a engrosar las filas de la población en pobreza laboral, dado que su ingreso ya no alcanza para cubrir su canasta alimentaria. La capital fue la que reportó el mayor aumento de población en pobreza laboral en el primer trimestre de este año, comparado con el mismo lapso del 2020. 

Mientras en el país el incremento fue de 3.8 puntos porcentuales en promedio, en la capital fue 14.9, casi 15 puntos porcentuales, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Pasó del 28.3% a 43.2% de la población de la Ciudad de México. 

AUMENTA POBREZA LABORAL EN LA CDMX

Aunque la Ciudad de México no es la entidad con mayor porcentaje de pobreza laboral (lo es Chiapas, con 65.1% de su población), sí es la que tuvo el porcentaje de mayor aumento, y le siguen Quintana Roo con 10.1 y Baja California Sur con 8.3 puntos, según el Coneval. 

La pobreza laboral es el porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria.

La pobreza laboral aumentó en 26 de las 32 entidades federativas. Entre los factores que explican el incremento anual de la pobreza laboral se encuentran la disminución anual de 4.8% en el ingreso laboral real y el aumento de las líneas de pobreza extrema por ingresos (valor monetario de la canasta alimentaria), de 3.7% en zonas urbanas y de 4% en zonas rurales.

“En contraste, las entidades que presentaron una disminución anual en el porcentaje de población que no puede adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral durante el mismo periodo fueron: Zacatecas con una disminución de 3.8, Nayarit con 3.6, Chiapas con 1.6, Oaxaca con 1.4, Tamaulipas con 0.5 y Campeche con 0.1 puntos”.

ENTRE COVID Y FALTA DE RECURSOS

Además de que ya no pudo vender en ferias ni en las calles, el papá de Gabriela falleció por covid-19 y ella y su esposo también enfermaron y aún enfrentan secuelas. “Parece un esqueleto vivo”, dice, sobre la delgadez y debilidad de su marido.

“Todo el año pasado fue de los peores con la enfermedad. Mi padre falleció, yo me enfermé y mi esposo también, de covid. Todo el año pasado ha sido el peor”, dice la artesana, originaria de la Sierra Negra de Puebla y quien se identifica como mazateca.

Cuando se enfermó su esposo se puso muy grave, pero él no quiso ir al hospital y entonces a ella le tocó cargarlo, darle de comer, llevarlo al baño. Entre sus secuelas está que tiene una digestión deficiente, hay días que no tiene olfato o gusto y además no quiere comer.

“Se enferma mi esposo, y el trabajo, cero. Todo se cerró, los eventos se cancelaron, ya no había trabajo, estuvimos un año sin ingresos, prácticamente desde febrero de 2020”, rememora en la entrevista, frente a la Iglesia de San Miguel, en Pino Suarez, en cuya explanada antes de la pandemia artesanos se ponían a vender sus creaciones.

VIVIMOS DE LA CARIDAD 

“Para sobrevivir, vivíamos de la caridad. Mi marido tiene algunos familiares, ellos nos daban dinero, mi mamá a veces nos apoyaba con dinero. Algunas personas regalan o donan alimentos y yo recurrí a eso. Hubo días que no teníamos nada para comer”, comparte.

Esos días que no tenían ni para comer “nos amarrábamos la tripa o me iba yo a pedir comida regalada”, describe.

SE REDUJO MÁS DE 20% EL INGRESO LABORAL REAL EN LA CDMX

De acuerdo con el Coneval el ingreso laboral real de la población de la Ciudad de México se redujo 20.3% al primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2020. El ingreso laboral real se refiere al poder adquisitivo que se tiene con el ingreso real. 

En el primer trimestre de 2021 el ingreso laboral real por persona a nivel nacional fue de $1,827.39, lo que representa una disminución de 4.8% con respecto al mismo periodo del año anterior, en el que el ingreso total fue de $1,919.84.

“Un total de 9 entidades presentaron un aumento del ingreso laboral real por persona en comparación con el año anterior. Las tres entidades con mayor crecimiento fueron: Nayarit (19.0%), Zacatecas (7.1%) y Oaxaca (4.2%) y aquellas que presentaron las mayores disminuciones en el ingreso fueron: Ciudad de México (20.3%), Quintana Roo (16.2%) y Baja California Sur (15.0%).

MENÚ DE FRIJOLES, LENTEJAS Y SOPA

Cuando había donaciones les daban despensas con lentejas, frijoles y sopa. Con humor, recuerda que su menú era así: lentejas un día, frijoles al siguiente y sopa al tercero, y luego lo repetía.

Hasta que su marido se recuperó, por ahí julio, fue que ella buscó ingresos por su cuenta y pidió ayuda a algunas conocidas para que le dijeran si había trabajo como empleada doméstica. Gracias a eso acudió a algunas casas y le pagaban bien, 300 o 400 pesos, pero sólo era una o dos veces a la semana, recuerda.

“Me vi en la necesidad de buscar empleo y sí encontré en un comedor donde se le da de comer a los policías. Eran 8 horas y había seguro social y eso fue lo que me gustó al principio, pero era muy explotado, si no terminabas te quedabas dos horas y pagaban el sueldo mínimo. Como artesano se gana más y es algo que me gusta”.

Al acordarse, lamenta que la gente se aproveche de quienes tienen necesidad de trabajar.

“Son 8 horas las que legalmente se deben trabajar y ahí se trabaja de más”

Apenas en abril obtuvo un nuevo empleo en el DIF, que consiguió debido a su discapacidad de debilidad visual que tiene, ya que ahí hay un apoyo para personas en su condición.

SE NOS CERRARON LAS PUERTAS EL AÑO PASADO

“Yo creo el año pasado estuvo más difícil, se nos cerraron las puertas en febrero, ese mes nos quedamos sin ventas y en marzo me enfermo de covid-19, mi padre fallece de covid, mi esposo el día que mi padre fallece, él se enferma de covid. Esos meses estuvieron muy mal, muy mal”.

Todo el 2020 le fue mal, considera, y todavía en enero pasado estuvieron igual. Luego su marido consiguió trabajo y les empezó a ir mejor, pero aún no se recuperan.

“Ahorita no, estamos con otras alternativas de trabajo y yo creo que pronto nos recuperaremos para no poder estar en esta situación que es muy mala”.

Dice que una persona le decía que en 2022 iba a acabar lo del covid, y ella no le creyó.

“Es como cuando te cuentan algo y no crees que sea de tanta magnitud o no lo asimilas o no quieres creer eso. Dices ‘a mí háblenme de maravillas y no de cosas tristes”, concluye.

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