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Adrián tenía 3 semanas en su nuevo trabajo en Álvaro Obregón 286

Darío Hernández, su pareja, narra la agonizante semana en la que mantuvieron la esperanza de que Adrián saliera con vida de los escombros

Escrito en METRÓPOLI el

Adrián Moreno tenía tres semanas de haber comenzado a trabajar en Álvaro Obregón 286 cuando a las 13:14 horas del 19 de septiembre un sismo de 7.1 grados sacudió a la Ciudad de México y el joven de 26 años no pudo salir del edificio.

Darío Hernández, su pareja, durante una semana mantuvo la fé de que saliera de los escombros con vida su novio con quien llevaba un año y nueve meses de relación, según cuenta a la agencia EFE.

SIGUE EN LA SILLA ROTA LA COBERTURA COMPLETA DEL SISMO

Asimismo, Hernández explica que cuando el terremoto ocurrió, faltaba una hora para que Adrián saliera a comer por lo que cuando se dio a conocer sobre el derrumbe del inmueble, sus seres queridos supieron inmediatamente que el joven estaba entre los escombros.

Sin embargo, un consuelo para todos los que conocieron a Adrián es que él estaba muy feliz con su nuevo trabajo.

Al pasar las horas y días, la familia de Adrián acompañados de Darío y de otras familias de las personas sepultadas acamparon en las inmediaciones de Álvaro Obregón 286.

En su campamento, una pancarta daba esperanza:

"Adrián, eres un guerrero. Tu familia, tus amigos y Darío te estamos esperando”, decía el cartel, el cual estaba adornado con unas notas musicales y unas pizzas, pues según cuentan Adrián disfrutaba mucho de la comida y la música.

El lunes, cuando estaba por cumplirse una semana del terremoto, una llamada culminó con las esperanzas de que Darío y Adrián tuvieran un futuro juntos, de que Adrián siguiera vivo y disfrutara de la vida como siempre lo hizo.

Según informó la Semefo a Darío -quien se había ido a casa para cambiarse de ropa-, habían encontrado el cuerpo de Adrián y estaba en el centro forense. Sin embargo, para la familia el ‘shock’ fue absoluto pues ellos seguían frente al edificio derrumbado cuando Adrián llevaba horas en este centro.

Entre Darío y la familia del joven identificaron su cadáver, pese a que el cuerpo estaba irreconocible pues falleció de un impacto el mismo día del terremoto  y según declararon los forenses, el cuerpo llevaba ahí tres días.

Pese a todo, la pareja de Adrián no criticó las labores de rescate ni la entrega de los rescatistas, que llegaron de Israel, Japón o España pero sí lamentó la pésima información por parte de las autoridades, que solo causó más dolor.

Su funeral, realizado en Iztapalapa, estuvo lleno de amor, flores y la incredulidad de que la vida de alguien tan joven ya fue arrebatada.

De tanta gente, "más que un velorio, empezó a parecer una fiesta", y fue cuando Darío le mandó un mensaje a Adrián con el humor que se gastaban habitualmente. Y le dijo: "Pinche Adrián, ni siquiera en tu funeral me dejaste llorar". 

A menos de una semana del entierro, Darío platica con EFE sobre la dura realidad. "Saber que ya no va a estar. Ver su sonrisa, su mensaje al final del día. No podíamos estar separados", lamenta. 

Por ahora, Darío tomará terapias y hará deporte para asimilar la pérdida de Adrián y afirma, la relación con su familia será inquebrantable a pesar de que los sueños de vivir juntos y comprar un perro ya fueron truncados. 

"Me da miedo empezar a construir una vida nueva, pero sé que es inevitable y poco a poco tengo que ir sacándolo", concluye Darío.

Con información de El Debate

fmma