Los escombros que cubrían su cuerpo no pudieron esconder las ganas de vivir de Adela Peralta, una actriz de 87 años que quedó atrapada en el edificio 32 en la colonia Los Girasoles II en Coapa durante su colapso por el sismo.
Fueron 32 horas las que Adela estuvo bajo los resto del edificio donde vivía, que ya había soportado el terremoto de 8.1 grados que sacudió la Ciudad de México en 1985.
Sonriente y acompañada de sus familiares, la mujer pide que le pinten los labios y la adornen con un sombro para dar una entrevista donde contó su experiencia durante el sismo.
“Luces, cámara y acción”, dice antes de comenzar a narrar.
A lo largo de su carrera artística la mujer ha sido humorista, vedette, maga, campeona mundial de pesca, madre de tres hijos y se describe como feminista comprometida. En el medio es conocido como una payasita veterana con el nombre de “Tiki tiki”.
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"Cuando empezó a temblar, enfrente de mi tenía un espejo del tamaño de toda la pared y se desprendió una piedrota como de metro y medio y la puerta de la cocina tapó la entrada del departamento. Se apagó la luz y yo quedé recargada en una posición muy incómoda, nunca logré sentarme bien durante las 32 horas", cuenta la payasita.
El único pensamiento que la mujer tenía presente era la salud de sus hijos. "Pensaba en mis hijos, los tres, y pensaba yo, ¿vivirán? Oraba y oraba", asegura.
Las primeras personas que sacaban del inmueble estaban vivas, pero con el paso del tiempo, la esperanza iba decayendo entre los socorristas pues sólo lograban encontrar cadáveres, como el de una abuelita y su nieta de dos meses de nacida.
Las posibilidades de encontrar a alguien con vida después 30 horas parecían imposibles, incluso varios vecinos se oponían a la entrada de maquinaria pesada hasta que no se encontrara los restos de otras personas desaparecidas.
Siguieron las labores de rescate y un llamado les recobró la confianza. “Está viva, está viva”, gritaron los socorristas al ver a la mujer entre las rocas. Su rescate fue ovacionado con gritos y aplausos. Los que fue un hecho "totalmente especial, fue un aplauso divino, totalmente maravilloso para mi corazón", recuerda la abuelita.
Adela se convirtió en la última persona que sacaron con vida el 20 de septiembre, lo cual ocurrió aproximadamente a la media noche, contaron vecinos de la colonia a La Silla Rota.
Ahora acompañada de sus hijos, aguarda para recuperarse de las fracturas de la columna y heridas en el esófago que sufrió por el sismo del 19 de septiembre.
Con información de El Clarín
gpe