TOLUCA.-En el transcurso del día, en la ciudad de Toluca fueron escasos los restaurantes que abrieron al público y de los que alrededor de las 13:00 horas salieron los empleados a dar su “cacerolazo”, con el objetivo de que el gobierno del Estado de México, ceda y cuando antes ordene reabrir centenares de unidades económicas para evitar que más se vayan a la quiebra y se sigan perdiendo miles de plazas laborales a raíz de la pandemia de covid-19.
Desde la semana pasada, los empresarios del ramo protestaron por el anuncio que hizo el gobernador Alfredo Del Mazo Maza, de que se ampliaba hasta el día 17 el color rojo del semáforo epidemiológico por el incremento de contagios y hospitalizaciones por la pandemia, por lo que los restaurantes en todo el territorio mexiquense deben permanecer cerrados al no ser una actividad esencial.
En donde se notó un poco más la reapertura de restaurantes y bares, sin miedo sus propietarios a ser apercibidos, multados e incluso cerrados sus negocios, fue sobre la avenida Venustiano Carranza, zona conocida por tener decenas de restaurantes, bares y cantinas que han permanecido cerrados desde que se emitió la alerta sanitaria.
Y si bien esta semana difícilmente lograrán los empresarios restauranteros que el gobierno autorice la reapertura de sus negocios en toda la entidad, ahora quieren saber la fecha exacta de que sus negocios volverán a subir sus cortinas para reactivarse económicamente y evitar más pérdidas de plazas laborales como meseros, garroteros, valet parking y franeleros, entre otras.
En cifras de los empresarios del ramo restaurantero, desde que inició la pandemia, en el Estado de México han cerrado definitivamente 10 mil restaurantes, lo que significa una pérdida de al menos 50 mil empleos directos. Mientras que, en las últimas tres semanas de cierre, estiman un recorte de personal del 10 por ciento.
Agregan que seis de cada 10 restaurantes son familiares y el 56 por ciento del personal son mujeres y el 44 hombres que son el sostén de su hogar.
También se ha visto afectada por la pandemia toda la cadena productiva restaurantera como verdulerías, panaderías, tortillerías, carnicerías y pollerías, por ejemplo.
Mientras que sus gastos siguen corriendo, tales como la renta de un inmueble, la energía eléctrica, el agua potable, impuestos tributarios, licencias y permisos.
Pero son más los restaurantes que mantienen cerradas sus cortinas y que se ubican en pleno centro de Toluca, incluso, los de importantes cadenas restauranteras mantienen cerrado ante el temor de que sean sancionados por desacatar lo ordenado por el gobierno estatal.
(Sharia Abundez)