El 11 de febrero de 2020, mientras había tensión en la Ciudad de México por el cruel feminicidio de Ingrid Escamilla, Fátima Cecilia, una pequeña niña de 7 años de edad, desaparecía para días después confirmarse que fue víctima de feminicidio.
El caso conmocionó a toda la ciudad y a miles por las características del caso: fue sustraída por una persona ajena a su familia de la escuela, hubo negligencia al momento de querer denunciar la desaparición y las fallas en la investigación que llevaron al lamentable feminicidio.
En aquel momento, las autoridades respondieron con velocidad debido a lo mediático del caso y tanto la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, como el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, aseguraron que darían un seguimiento puntual al caso y habría una revisión exhaustiva en las cámaras de seguridad ubicadas cerca de escuelas en la capital para así evitar más casos de este tipo.
Semanas después, la emergencia por feminicidios fue sustituida por la emergencia sanitaria pues la pandemia de covid-19 había llegado al país, y los ánimos se apagaron junto al cierre de actividades.
Sin embargo, Fátima no es la única niña víctima de violencia, ni de feminicidio ni de ser vulnerable a un crimen, y los pendientes quedan con muchos niños más.
HAY CASOS MEDIÁTICOS PERO CIENTOS SON INVISIBLES: FRIDA GUERRERA
Frida Guerrera, activista y comunicadora, explica que de acuerdo con el recuento que realiza y seguimiento que da a los casos, hay muchas niñas y niños en indefensión y víctimas de crímenes, violencia y asesinato.
En entrevista con La Silla Rota, la activista lamenta que no se hable de todos los casos de feminicidio y de violencia infantil como de otros y asegura que, volver mediático un caso hace invisibles a los demás.
"Tenemos que tener claro que no es solo una niña, lamentablemente son decenas de bebés que se quedan en la invisibilidad absoluta y sin justicia muchos de ellos. La pandemia ha abarcado el último año y todo lo demás se quedó ''encerrado'' aparentemente pero no estamos viendo el crecimiento que hay en todos los casos", comenta.
Además, Frida resalta que aunque las autoridades tienen una responsabilidad, las deudas por parte de la sociedad son mayores.
"Muchas veces la gente llega conmigo esperando que resuelva todo y yo no puedo sola, ni trasladarme a todos los lugares para apoyar. Quienes están cerca pocas veces ayudan y se necesita más valentía de la sociedad para involucrarse y presionar a las autoridades. El jueves con el caso de la señora Lorenza que fue víctima de violencia vimos cómo la gente viralizó el caso y las autoridades tomaron acción; así como se hizo eso, que se haga con todos los casos. Me indigna y me molesta ver ¿qué se ve y qué no se ve?".
HAY INTENCIÓN PERO FALTA ACCIÓN
Por su parte, Juan Martín Pérez García, Director Ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), define como ejes principales para evitar casos así las fallas institucionales al reportar desapariciones, pero sobre todo, la falta de resultados visibles.
"Esto se detona cuando la niña es llevada por una persona desconocida de su escuela. Pero con la pandemia y el cierre de las escuelas no hubo un cambio en las políticas de las escuelas y se desconoce si habrán modificaciones más adelante", explica.
Para muestra, de acuerdo con el balance realizado por Redim a partir de información oficial, el 50% del total de reportes vigentes de niñas y niños desaparecidos en la capital, se registraron durante 2019 y 2020.
Asimismo, en 2019 el Estado de México y la Ciudad de México sumaron 208 homicidios violentos de niñas, niños y adolescentes. El 58.8% en Ciudad de México, y el 41.7% en el Estado de México, correspondían a adolescentes de entre 15 y 17 años.
De estos casos, los municipios con más defunciones por homicidio de menores de edad fueron Ecatepec, Naucalpan, Tecámac, Tlalnepantla, Nicolás Romero, Iztapalapa y Coacalco, es decir, todos en la Zona Metropolitana.
"Hasta ahora no sabemos si hay una circular o mandato para que se realicen búsquedas inmediatas de menores, si hubo sanciones administrativas a los agentes involucrados en el caso de Fátima. Esto significaría que es más como control de daños, como una acción bien intencionada pero que no se traduce en algo real y serio para la no repetición de los casos", comenta Pérez García.
Asimismo, Frida Guerrera subraya que existe una intención por parte de algunas funcionarias en el Gobierno federal por actuar pero sigue quedando la sensación de simulación.
"No sé si las autoridades todavía no entienden qué es lo que se tiene que hacer pero pues hay que seguir empujando y que los números se reduzcan y que cada vez sean más los pequeñitos rescatados y no sigamos contando mujeres y niñez asesinada y ver que el infierno no se para".
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