CDMX

Así es el "spa" exprés instalado en esta estación del Metro CDMX

Un par de aceras de la alcaldía Cuauhtémoc albergan un particular espacio en el que manicuristas atienden a decenas de clientas que buscan retocar su apariencia con un gasto moderado

Los servicios están disponibles desde las 11 de la mañana y algunos puestos trabajan hasta cerca de la medianoche, de acuerdo con manicuristas.
Los servicios están disponibles desde las 11 de la mañana y algunos puestos trabajan hasta cerca de la medianoche, de acuerdo con manicuristas.Créditos: Especial
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Una acera en la salida sur de la estación San Cosme del Metro, sobre avenida México Tacuba, se ha convertido en un ‘spa’ en el que decenas de mujeres y hombres aplican uñas postizas, colocan extensiones de pestañas y hacen diseños para delinear la ceja.

La oferta de servicios atrae a personas que buscan una opción accesible para mejorar su apariencia: así, a diferencia de los 250 pesos que deberían pagar por las uñas, el precio por el servicio es de 180; de 300 a 400 por las pestañas en lugar de los 600 pesos que costaría en un salón de las colonias Roma o Condesa

Los puestos se ubican sobre la acera: están en el sitio que ocupaban vendedores de películas pirata, ropa deportiva, accesorios para hacer deporte. Quien sale de la estación del Metro se encuentra con los muestrarios de uñas con diseños de las propias estilistas y el olor del monómero utilizado en la realización de uñas acrílicas.

También a diferencia de lo que sucede en las estéticas, las clientas no tienen que hacer cita y esperar a un espacio disponible.

La verdad es mucho más fácil, nada más llegar, que te hagan tus servicios y vámonos, no que en otros lugares es con cita, te piden adelantos, te tratan mal… pues sí es más cómodo aquí, aparte ya nos conocemos entre todas”, dijo a La Silla Rota una vecina de la colonia San Rafael, llamada Valeria.

Pagan cuotas y derechos

Hombres y mujeres manicuristas trabajan desde las 11:00 de la mañana, con excepción de los martes, y de acuerdo con algunos, trabajan hasta entrada la noche.

Andrea, quien dirige uno de los espacios más grandes, que ocupa dos locales, dice fue una de las pioneras en el ‘nail bar’ de la avenida Ribera de San Cosme.

Los puestos operan con Permisos Administrativos Temporales Revocables (PATR) emitidos por el gobierno de la ciudad desde los años 2003 y 2004 y que obliga al titular de la concesión a pagar una cuota. Sin embargo, quienes trabajan en el puesto deben pagar a los líderes que recibieron los permisos.

Una manicurista que pidió no usar su nombre dijo que “la jefa” de la zona, cobra 440 pesos a la semana para permitir que trabajen entre las calles Ignacio Manuel Altamirano y José Rosas Moreno, mientras en las calles aledañas, la renta semanal es de 230.

“Yo por tener dos lugares, pago 130 pesos más”, dijo.

Aunque los servicios se ofrecen desde las 11, la mayor parte de las clientas llega en la tarde. “Desde las cinco es cuando llegan muchas, salen de trabajar y pasan por aquí. Los domingos son los días que más gente hay, toda la calle se llena, hacen fila para hacerse sus uñitas”, dijo Aylin, quien además de dedicarse a la manicura, “enchula” las cejas y pestañas de sus clientes. 

Opción de ingresos 

Entre quienes trabajan en los puestos hay quienes son dueños o encargados, quienes ganan 50% de cada servicio, mientras la otra mitad es para el negocio.

“Aquí son muy barateras, mis uñas más baratas son de 250 pesos, pero si quieren un diseñito ya va aumentando a 300, 350… Las más largas y elaboradas, con aplicación de piedras y eso sí son de 2 mil 500”, comentó Josué a La Silla Rota.

Quienes trabajan en el pasaje dicen que en un día normal hasta 500 personas llegan a solicitar los servicios disponibles en este spa de una al aire libre.