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“Gracias a Dios está con vida”; el testimonio sobre Miguel Ángel, desaparecido 2 años

Miguel Ángel fue entregado a una banda del crimen organizado en Guerrero, pero tras 2 años, volvió a abrazar a su mamá

Créditos: Fernanda García
Escrito en METRÓPOLI el

Toluca, Estado de México.- Miguel Ángel desapareció el 12 de julio de 2021 en Tonatico, Estado de México. De acuerdo con su familia, policías municipales se lo llevaron detenido tras una riña y su rastro se perdió. Tras casi dos años desaparecido, y después de vivir con la angustia de no saber si estaba vivo o muerto, su madre logró volver a abrazarlo.

Para Guadalupe, las esperanzas eran pocas. Al saber que había policías involucrados en la desaparición de su hijo, Miguel Ángel, a veces se resignaba a que lo iba a encontrar muerto.

“Le decía a mi hija que ya se me estaba olvidando cómo era Miguel, había días en los que su cara se me iba de la memoria, pero sus tatuajes no. Recibíamos muchos mensajes, en unos nos pedían 20 mil pesos para que volviera mi hijo, sabíamos que eran extorsiones”, relató.

En México hay 110 mil 696 personas desaparecidas y no localizadas, con corte al 1 de junio de 2023, de acuerdo con los datos oficiales de la Secretaría de Gobernación, 96 mil 574 de ellas están catalogadas como desaparecidas y 14 mil 122 como no localizadas. 

El Estado de México ocupa el tercer lugar de las entidades con más personas desaparecidas, con 11 mil 837 casos; la segunda es Tamaulipas, con 12 mil 678, y el primer sitio lo tiene Jalisco, con 14 mil 979. 

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de Segob, en 2022, en el Estado de México desaparecieron 2 mil 546 personas, de las cuales 987 aún no aparecen y mil 557 fueron halladas con bien. Son cinco municipios en los que se concentran la incidencia de desaparición: Ecatepec, Toluca, Nezahualcóyotl, Naucalpan y Tlalnepantla.

El reencuentro de Miguel Ángel con su familia 

El lunes 22 de mayo de este año, Guadalupe recibió una llamada. Apenas pudo reconocer la voz, se trataba del hijo al que estuvo buscando por 22 meses. Miguel Ángel le dijo que dentro de todo, “al menos estaba vivo”. Le relató que había sido llevado a una comunidad cercana a Teloloapan, Guerrero, ubicada a 4 horas de Toluca. Ahí estuvo cautivo hasta que el fin de semana pudo escapar.

Miguel Ángel llegó a Iguala, Guerrero, y ahí se contactó con su familia. Entonces las horas se convirtieron en una especie de agonía y felicidad para ambas partes, con el anhelo de volver a estar juntos, tras casi dos años de búsqueda y desesperación.

“Me llamó y me pidieron que fuera por él, pero yo no tenía cómo. No tengo cómo. Un día después me dijeron que ya venían para el Centro de Justicia, aquí lo volví a ver, se acabó la espera”.

La fe la mantuvo cuerda

“Yo nunca perdí la fe, día y noche hacia oración por mi hijo, pidiéndole a Dios que apareciera, que lo encontrara. Yo decía ‘pues no sé, yo quiero saber si lo encuentran de otra manera, pero pues que me lo encuentren’. Gracias a Dios no fue así, está con vida, esta con vida y no me voy a cansar de darle gracia a Dios”.

Así lo reconoció Guadalupe mientras esperaba a que su hijo rindiera su declaración ante el Ministerio Público. Fueron más de seis horas las que tuvieron que esperar a abrazarlo, apenas los separaban unas paredes, unos escalones y la vivencia de 2 años cautivo.

Fueron policías municipales de Tonatico quienes lo entregaron a una banda del crimen organizado. Pero los hechos, para Guadalupe, son nada. Para ella la justicia está hecha, ya volvió a ver a su hijo.

Ella sintió el dolor de no saber ni en dónde buscar por lo que prometió continuar en oración por todas las madres de los miles de desparecidos y desaparecidas que pasan los días muertas en vida en medio de la incertidumbre y la zozobra.

“Les digo a esas madres que nunca pierdan la fe y que nunca dejen de orar por sus hijos. Yo jamás lo voy a dejar de hacer, voy a seguir orando por esas madres para que les den fuerza y la fortaleza, porque es un dolor día y noche que nunca se calma”.

Miguel logró regresar a los brazos de quienes no dejaron de buscarlo, pero no todas las víctimas de desaparición que lo logran.

Hoy la familia de Miguel celebra, pues en su caso ya están detenidos los policías que lo desaparecieron, ahora, dicen, exigen justicia para todas las familias que sufren las ausencias.

MRV