NARCO CDMX

Con drones, la guerra contra el narco en la CDMX

"El Miguelón" y su banda de narcomenudeo en Iztapalapa fue capturada debido a los drones de la Unidad de Inteligencia Aérea “Águila” de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Ciudad de México

A través de aeronaves pilotadas a distancia (RPAS por sus siglas en inglés), la Unidad de Inteligencia Aérea “Águila” de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Ciudad de México seguía con sigilo la pista a “El Miguelón” y sus secuaces.
Tecnología contra la delincuencia.A través de aeronaves pilotadas a distancia (RPAS por sus siglas en inglés), la Unidad de Inteligencia Aérea “Águila” de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Ciudad de México seguía con sigilo la pista a “El Miguelón” y sus secuaces. Créditos: Amaranta González
Escrito en METRÓPOLI el

Acostumbrados a operar impunemente, "El Miguelón" y su peligrosa banda traficaban empoderados, día y noche, dosis de droga en un callejón de la colonia San Juan Xalpa, en Iztapalapa, sin sospechar que desde el cielo "ojos electrónicos" estaban atentos a cada uno de sus movimientos.   

A través de aeronaves pilotadas a distancia (RPAS por sus siglas en inglés), la Unidad de Inteligencia Aérea “Águila” de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Ciudad de México seguía con sigilo la pista a “El Miguelón” y sus secuaces; sobre las cabezas de los narcomenudistas, cámaras de alta resolución captaron a detalle la venta indiscriminada de crack, cocaína y marihuana.

La información obtenida sobre este punto delincuencial era procesada en un centro de mando y compartida con las áreas operativas y de inteligencia de la SSC; esto permitió confirmar que la distribución de droga se llevaba a cabo las 24 horas del día en un estrecho corredor de la Calle 11, donde estaban apostados, tanto en entrada como salida, vigías que alertaban de la presencia de policías o de gente extraña.

Se recolectaron imágenes nítidas de las actividades de narcomenudistas y consumidores, que lo mismo llegaban a pie, en moto, bicicleta y vehículos, así como del momento exacto de la compra-venta de droga, que lo mismo era pagada con billetes que monedas.

Conscientes de que el vigilado callejón por delincuentes, sin duda armados, eran un riesgo para la vida e integridad de los oficiales en tierra, la Unidad de Inteligencia Aérea de la SSC echó mano de drones contra los “halcones”, como son conocidos los guardianes de la delincuencia encargados de dar seguimiento a los pasos de las autoridades.

La captura de "El Miguelón", con la ayuda de drones 

Los resultados avalan esta decisión; “El Miguelón” y otros integrantes de la banda fueron capturados durante una bien planeada operación nocturna, en la que no se realizó un solo disparo. Esto significó un lugar menos de alta incidencia criminal y de violencia en la capital.

Incluso en la oscuridad los drones registraron imágenes infrarrojas de varios sujetos que brincaron a la azotea de otro inmueble, lo que permitió advertir de este riesgo a los policías que incursionaron en el inmueble y que en ese momento ignoraban tal situación, comenta el Jefe de la Unidad de Inteligencia Aérea “Águila” de la SSC. En plática con La Silla Rota resalta las ventajas de utilizar los drones o RPAS (Remotely Piloted Aircfraft System).

Señala que constituye una herramienta sumamente eficaz que se suma al combate a la delincuencia en Ciudad de México, la cual minimiza los riesgos para el personal operativo de la SSC y maximiza los resultados positivos, como ocurrió con la detención en un operativo quirúrgico de Miguel Ángel “H”, “El Miguelón", pero también cuenta con la capacidad de desarrollar labores de protección civil.

Actualmente, una flotilla de seis aeronaves pilotadas remotamente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana surca el cielo de Ciudad de México a la caza de delincuentes y objetivos prioritarios, pero también tienen la encomienda de apoyar en labores de rescate en caso de algún siniestro. Su trabajo cuenta con el respaldo total de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y del titular de la dependencia, Omar García Harfuch.

Casi 500 operaciones y miles de horas de vuelo sin incidentes, a cargo de personal altamente especializado de la SSC, avalan la operación de los drones para salvaguardar y proteger a la ciudadanía, uno de los objetivos prioritarios de la administración Sheinbaum.

La jefa de Gobierno encabezó el 1 de noviembre de 2022 la presentación de la Unidad “Águila”, acompañada de Omar García Harfuch, en una ceremonia en la que expuso que con estas aeronaves de vigilancia a distancia se puede patrullar la ciudad no solo para combatir delitos, sino para atender casos de protección civil por lo rápido que pueden llegar al sitio de un posible siniestro y reportar lo que ocurre.

La misión de la flotilla es recabar inteligencia y reducir riesgos en tierra para oficiales de la SSC que combaten a la criminalidad; si bien esta tecnología de última generación es importante para el éxito de sus operaciones, la parte humana, la de investigación y operación de pilotos a distancia de la SSC resulta primordial, es decir se trata de un binomio que debe trabajar con absoluta sincronización para alcanzar el éxito en sus tareas.

El responsable de la unidad “Águila” manifiesta que los drones también realizan patrullajes preventivos y de disuasión, por eso son visibles cuando el centro de mando así lo determina, e incluso se pueden activar sus sirenas como una patrulla aérea, con el propósito de tratar de inhibir la comisión de actos delictivos.

La ventaja de tener "ojos" arriba 

Respecto al caso de “El Miguelón” refiere: “En la alcaldía Iztapalapa, a través de una denuncia ciudadana, tenemos conocimiento de posibles vendedores de droga, personal de campo empezó a monitorearlos, nos dan la ubicación aproximada del lugar, ya con sobrevuelos empezamos a monitorear la zona, hacer recorridos hasta que empezamos a detectar movimientos inusuales en una casa a la que llegaban personas muy constantemente y se logró de observar el intercambio de envoltorios por dinero.

“Esta información se la pasamos al personal de campo, ellos a través de coberturas nos retroalimentan y se llega a la confirmación de que en casa se está llevando una actividad ilícita, se continuó monitoreando en los días siguientes viendo a los principales cabecillas encargados de la venta de estupefacientes, droga, incluso cómo se le cae a uno un pequeño envoltorio”.

La vigilancia se mantuvo para confirmar que la actividad de narcomenudeo continuara y la información recabada se presentó al Ministerio Público para solicitar a un juez la orden de cateo a fin de ejecutarla en el momento de menor riesgo.

“Horas antes del operativo se estuvo vigilando (desde el cielo) para ver que estuvieran ahí los principales cabecillas, entra la policía que interviene el domicilio con apego a derecho y la orden de cateo firmada por el juez; ;una de las ventajas es que al momento del operativo, cuando algunos de los involucrados ven el convoy de la policía, les alcanzan a avisar y se saltan a otra casa, nosotros con la vigilancia del dron que habíamos mantenido antes del operativo pudimos detectar dónde se saltan y cuántos eran, y la descripción, así que avisamos al personal en tierra y se logra el aseguramiento”.

El funcionario manifiesta que la unidad “Águila” es una herramienta más que se suma a las labores de inteligencia. “Ayuda a las tareas de investigación y de campo (…) le da un plus, da una gran ventaja operativa tener ‘ojos’ arriba y la retroalimentación que genera”.

Comenta que se ha recibido todo el apoyo tanto de Claudia Sheinbaum como de Omar García Harfuch para el desarrollo de sus misiones, quienes han privilegiado este esquema de inteligencia y de protección civil.

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Las 6 "Águilas" de la SSC para combatir al narco 

Indica que son seis aeronaves que se suman a las labores de investigación del delito en la capital del país, a través de tecnología de punta que sirve de apoyo particularmente a las direcciones generales que conforman la Subsecretaría de Inteligencia y de Investigación Policial.

Destaca que los drones son utilizados en misiones de alto riesgo, por ejemplo en zonas que se tienen detectadas como posibles refugios o centros de operaciones de grupos criminales de gran peligrosidad. También son empleados en áreas de difícil acceso para el personal en tierra o que se desplaza en patrullas, debido a la orografía de determinados sitios.

“Con estos equipos lo que se pretende es tener y recabar información en tiempo real de lo que está sucediendo en un hecho relevante, igual tenemos la posibilidad de intervenir en (materia) de protección civil o búsqueda y rescate de personas”, puntualiza.

Las aeronaves se desplazan en los puntos que se consideren necesarios, con base en el trabajo policial, la incidencia delictiva y el seguimiento de blancos prioritarios de la delincuencia.

“Realmente tenemos operaciones en todo lo que es la Ciudad de México, tenemos la facilidad de movernos, trasladarnos y operar en cualquier parte de la ciudad; obviamente si hay puntos donde la incidencia delictiva requiere mayor atención, en esos a lo mejor se habrán reflejado más operaciones, pero en realidad estamos operando en toda la ciudad”.

Entre las principales cualidades de los drones o aeronaves pilotadas remotamente están los sensores de alta tecnología de punta con que están equipadas, pero destacan sus cámaras de alta resolución que pueden ubicar blancos de noche a través de sistemas infrarrojos y térmicos.

El grupo Águila cuenta con anti Jammer, un dispositivo para evitar la interferencia de la señal de los drones, lo que evita que sean neutralizados; los aparatos tienen, además, altavoces, potentes faros para ubicar objetivos en operaciones nocturnas, códigos policiales y transponder. Tienen autonomía de vuelo de hasta 55 minutos y antenas que permiten un alcance de hasta 15 kilómetros para su operación.

“Tenemos el anti Jammer que es un sistema que nos ayuda a evitar bloqueos, bloqueos clandestinos, a lo mejor por parte de algunas personas que no quieran que se les vea vigiladas”, agrega el funcionario.

La flotilla opera con los más elevados estándares de seguridad de tráfico aéreo, apegadas a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 107 que establece los requisitos para operar un sistema de aeronave pilotada a distancia (RPAS) en el espacio aéreo mexicano por parte de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).

Esto permite evitar un posible accidente no solo con otro tipo de aeronaves, sino con otros drones. El techo de operación máximo es de 120 metros de altura, mientras que la velocidad de ascenso es de seis metros por segundo y de desplazamiento de hasta 15 metros por segundo. Los drones también deben ser lo más sigilosos que sea posible en determinadas misiones, en las cuales ya hay una planeación previa.

 El personal de la SSC encargado del manejo de las aeronaves, así como del análisis y procesamiento de la información, es la parte más importante de este binomio, sostiene el mando policial.

Los servidores públicos de la unidad han alcanzado una alta especialización no solo en el manejo de los aparatos a distancia -lo que lleva al menos seis meses-, sino en temas como navegación aérea, inteligencia, análisis de imágenes aéreas y radiocomunicación, por mencionar algunas ramas.

Si bien en otros países o en otros estados pueden operar sistemas similares, lo que destaca en Ciudad de México es la planeación y el uso que se les da, sobre todo en una capital tan compleja. “La manera y la configuración de operarlos, es lo que hace la diferencia”, asegura el mando de la SSC.

MRV