DÍA DE LA CANDELARIA

Tamales de pastor, de picadillo y hasta de Gansito... la variedad en el Edomex

Este 2 de febrero, Día de la Candelaria, las tamalerías del Estado de México estiman tener el doble de ventas que en un día normal

Créditos: Especial
Escrito en METRÓPOLI el

Nicolás Romero, Méx.- Al pastor, adobo, picadillo, verdolagas, cochinita y los tradicionales de verde rojo, rajas con queso, mole, dulce y oaxaqueños, son los tamales que elaboran y venden en expendios de este municipio, cuyo preparado continua como una tradición ancestral de las generaciones pasadas, aunque en la actualidad también usan los productos disponibles para su elaboración como Gansito o Pingüinos.     

La tamalería La Curva que se localiza en las inmediaciones del paraje del mismo nombre muy cerca de la carretera Atizapán de Zaragoza-Nicolás Romero, en la desviación que conecta a la Vía Corta a Morelia, de manera exclusiva ofrece a los consumidores una extensa variedad de sus productos.

Desde las 6:30 horas de la mañana abren la cortina y comienzan a vender los tamales, acompañados del champurrado, arroz con leche, vainilla, pinole, chocolate, guayaba o fresa, para disfrutar en el lugar o para llevar.

“Nos llega mucha gente, ya al medio día ya terminamos casi todo, también depende de la época, en tiempos de fríos o en festividades especiales, como es el caso de este 2 de febrero, ya tenemos pedidos y se preparan el doble de lo normal, si hacíamos 250 ahora estamos hablando de que podríamos preparar y vender unos 500 tamales”, refirió José uno de los empleados de la tamalería.    

Los recomendables de allí son los tamales de verdolagas, con piezas de pollo a elegir, los canarios y los oaxaqueños de chile morita, explica Amador un taxista de Granjas Guadalupe en este municipio, al describir las cualidades de los tamales del lugar. 

Es en este lugar donde los fines de semana hay filas para pedir sus tamales, que ofrecen en variedades como de carne al pastor, adobo, picadillo, verdolagas, cochinita y los tradicionales de verde rojo, rajas con queso, mole, dulce y oaxaqueños. 

Tamales de Gansito, Pingüino y Submarino 

Pero si se quiere probar otros tamales muy diferentes, se puede ir al local Doña Teresa, que se encuentra en avenida México 13 del fraccionamiento Bulevares del Lago en Nicolás Romero, donde los hay fuera de lo común. 

En su menú de Doña Tere hay tamales, además de los tradicionales, de dulce con Gansito, Submarino, rompope con pasas, mazapán, chocolate Nutella y de zarzamora con queso, según se muestra en su banner promocional. 

De acuerdo con la publicación del Gobierno de México denominada “Tamales una historia de sabor”, publicada en su página web, un mexicano consume al año hasta 335 kilogramos de maíz, destacando entre sus platillos favoritos los tamales.

Añade el documento que el tamal es un alimento mexicano elaborado con base de maíz, relleno de diversos ingredientes, cocido en un paquete de hojas vegetales que lo mismo pueden ser de milpa o de maíz, plátano, carrizo, chilaca o papatla. Ubican unas 500 recetas a base de tamales en todo el país, que derivan en unas 3 mil o 4 mil preparaciones, según costumbres familiares, invenciones y adaptaciones.

Señala que desde tiempos ancestrales se preparaban tamales con semilla de huauzontle, frijol con rajas, rellenos de carne de puerco o pollo en distintos tipos de salsas, además de zanahoria, papas picadas, chícharos, pimiento y huevo cocido. Mientras que los de dulce se distinguen de los sabores como de piña con rompope, piñón con biznaga y dulce de cacahuate. 

Los mitos de los tamales 

En otro documento publicado por el Gobierno de México, denominado “Mitos Sobre los Tamales” señala que en muchas de las comunidades del país la preparación se hace apegada a tradiciones y costumbres. 

Algunas de las creencias son que para que los tamales queden “bien”, es necesario persignar la masa; mientras se preparan los tamales se debe cantar para que no salgan agrios; si hay alguna persona “hambrienta” o que esté llorando en la casa, debe salirse  porque sino quedan crudos los tamales. 

Y que cuando los tamales están “haciéndose del rogar”, es decir, tardan en cocerse, se debe patear o zarandear la vaporera; una embarazada no debe hacer tamales porque quedan “pintos”, esto quiere decir partes cocidas y partes crudas, y si participa en la preparación debe atarse un listón rojo alrededor del vientre, y que no se debe abrir la vaporera, durante la cocción porque se encelan y quedan “pintos”.

MRV