Cuautitlán, Méx.- El gobierno municipal de Cuautitlán ya avanza en los trabajos de reparación del domo del Gimnasio Benito Juárez, que la semana pasada se quemó de manera parcial durante un evento del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA).
Los vecinos y comerciantes de la zona han acusado que el evento privado, convocado por el dirigente de la sección 9 del SNTSA, y las actividades que se llevaron a cabo ahí provocaron los daños. Pese a eso, es público que será el gobierno local quien absorba los gastos que impliquen la renovación de la techumbre del recinto.
Según comerciantes y taxistas que se encuentran enfrente del gimnasio, el día del evento, observaron a una persona ingresar un globo de cantoya al interior y hubo quema de cohetes, antes de que se incendiara la parte superior del gimnasio.
En el sitio, ese 27 de julio, se encontraba Domingo Ortuño Maldonado, secretario general de la Sección 9 en el Valle de México del SNTSA, realizando labores de proselitismo ante trabajadores del sector salud, a quienes les solicitó que voten por él en el proceso interno para renovar la dirigencia nacional de esa organización.
De acuerdo con los vecinos, comerciantes y transportistas, “lo justo” es que el dirigente sindical que motivó el evento donde se suscitó el incendio “sea quien pague los gastos de reparación”, y no el ayuntamiento.
Las autoridades municipales, sin previo peritaje, emitieron un comunicado señalando que la causa del incendio había sido por un corto circuito en la techumbre del gimnasio, cuyas dimensiones rebasan lo equivalente a 6 canchas de básquetbol.
En consecuencia, se quemó la mitad de la techumbre antes de que el fuego fuera extinguido por bomberos de Cuautitlán Izcalli y de este municipio, sin que se registraran personas lesionadas.
Al momento del incendio, los sindicalistas sacaron los cientos de sillas de plástico plegables que habían colocado en el interior del gimnasio, para evitar que se quemaran, no se sabe si eran rentadas o de alguna institución, “pero prefirieron rescatar sus sillas que buscar apagar el fuego”, explicó la señora Mary, quien vende gelatinas frente al recinto siniestrado.
“Lo justo sería que quienes realizaron el daño, quienes provocaron el incendio sea quienes paguen los daños, no nosotros, porque finalmente si se paga con dinero del gobierno municipal de todos modos es dinero que pudiera destinarse para obras o servicios de quienes habitamos este municipio”.
Así se expresó Mario Gómez, quien es taxista de la base del mercado municipal y quien insistió en que el dirigente sindical debe pagar las reparaciones.
Tras la visita de las autoridades municipales, luego del siniestro, teorizaron respecto al costo de las reparaciones, y señalaron que podría ascender a “varios millones de pesos”, sin embargo, en el mismo lugar acordaron iniciar los trabajos desde el 29 de julio.
En un recorrido realizado por La Silla Rota por el interior del gimnasio se constató que los trabajos avanzan, ya retiraron la mitad de las láminas traslícidas y opacas, según se pudo constatar, todo ello a costa del erario municipal.