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Me siento frustrada por no encontrar justicia: Carmen Sánchez

Carmen fue atacada por Efrén “N”, su ex pareja sentimental en 2014 en el municipio de Ixtapaluca al oriente del Estado de México, donde había llegado a refugiarse con su familia

Tras la penúltima audiencia de desahogo de pruebas se encaminó la etapa final del juicio en contra de Efrén “N”, su ex esposo
Es una sobreviviente de intento de feminicidio atacada con ácido.Tras la penúltima audiencia de desahogo de pruebas se encaminó la etapa final del juicio en contra de Efrén “N”, su ex esposoCréditos: Manuel López
Escrito en METRÓPOLI el

Ixtapaluca.- Ocho años no han sido suficientes para que el sistema de judicial del Estado de México otorgue justicia a Carmen Sánchez, sobreviviente de intento de feminicidio atacada con ácido en 2014 en la zona oriente de la entidad.

“Me siento muy enojada, me siento frustrada de no poder hacer más de ver cómo es que estas mujeres de parte de su familia siguen defendiendo a un hombre que trató de asesinarme y que a ellas les consta que quiso asesinarme cómo pueden seguir defendiéndolo de esta manera”, aseguró. 

Madre soltera y defensora de los derechos de la mujer para la erradicación de la violencia, volvió a padecer la falta de interés de las autoridades y de la propia defensa de Efrén N, su presunto agresor y quien fuera su pareja sentimental, actualmente preso en un centro penitenciario en el municipio de Chalco, para concluir el proceso.

“Ya en este momento me siento cansada, agotada de este proceso son más de 8 años que llevo exigiendo justicia y solo dan largas”, condenó.

Esta vez la defensa de Efrén “N” pidió, una vez más, posponer la presentación de los presuntos elementos de prueba con los que cuentan para demostrar su inocencia, luego de casi un año de haber iniciado un proceso en su contra. 

Aunque aseguran que hay testigos y elementos a su favor, hasta el momento no las han presentado o han sido rechazadas por el juez, quien ha aceptado otorgar las ampliaciones solicitadas por el imputado para no violar el debido proceso.

“Algunos testigos no se presentaron, va a continuar la siguiente semana, pero la juez ya les dijo que si no se presentan tiene que terminar estas audiencias ya, así que yo espero que con todas las pruebas que se presentaron por parte de la Fiscalía, las autoridades judiciales puedan entender la gravedad del crimen”, explicó.

Tras la penúltima audiencia de desahogo de pruebas se encaminó la etapa final del juicio en contra de Efrén “N”, su ex esposo, quien en febrero de 2014 le habría lanzado ácido en la cara y cuerpo provocándole severas quemaduras en el cuerpo y rostro. 

La también activista ha sido intervenida quirúrgicamente en varias ocasiones, por lo que exige una sentencia ejemplar y garantía de no repetición, pues el ataque con ácido le robó su identidad, integridad, salud y pone cada día su vida en riesgo.

“Estamos pidiendo desde hace años a los legisladores, al congreso del país que castigue con penas más severas porque con 22 años no son suficientes, nos quitan nuestra identidad, nos roban una vida, nos intentan asesinar y no puede ser posible que no se castigue con mayor peso, un castigo severo para que no haya ni una más, ni un acto de repetición en México”, agregó.

“Para mi es una burla porque 6 o 12 o 22 años no me van a reparar lo que me hicieron y por eso estamos tratando de platicar con legisladores para robustecer estas iniciativas que se aprobaron y poder darle una mayor seguridad a las mujeres que sean atacadas con ácido, porque si propusieran leyes que de verdad garanticen seguridad ninguna muer tendrá que atravesar lo que nosotras hemos pasado”.

Carmen fue atacada por Efrén “N”, su ex pareja sentimental en 2014 en el municipio de Ixtapaluca al oriente del Estado de México, donde había llegado a refugiarse con su familia para escapar de las agresiones que recibía.
De acuerdo con la fundación Carmen Sánchez, en los últimos años en el país se han registrado 34 ataques de acido en contra de mujeres, de las cuales 6 lograron sobrevivir al intento de feminicidio, aunque la mayoría no han podido encontrar justicia por temor a sus victimarios.