Desde niños hemos escuchado diferentes versiones de "La Llorona" y en todas el lamento que llegan a escuchar los que dicen haber estado en el momento en que tan famosa mujer pasó, es el mismo "¡Ay, mis hijos!". Pero ¿cuál es su verdadero origen?
Esta leyenda es de las primeras que nos suele contar un familiar o amigos para espantarnos o darle un sentido lúgubre al lugar que visitamos, pero tal es esta costumbre que se cuenta ya en distintos pueblos de nuestro país donde aseguran que la original "Llorona" se lamenta todas las noches o en cada luna llena según la historia del narrador en turno.
"La Llorona" suele describirse como una mujer que perdió la cordura ante la pérdida o muerte de sus hijos y que al no encontrarlos o darse cuenta de su fallecimiento, su "fantasma" se pasa lamentándose por las calles de México, hecho que para algunas personas e incluso standuperos como Franco Escamilla, que hace alusión de esta mujer en uno de sus shows, les han dado paz, al saber que esa leyenda es 100% mexicana.
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¿Pero, cuál es el verdadero origen de esta leyenda?, ¿realmente existió o es un invento para obligar a los niños a que se vayan a dormir temprano antes que venga "La Llorona" por ellos?
De acuerdo con el libro "Visión de los vencidos", una antología compilada por el filósofo mexicano, Miguel León Portilla, en uno de los textos que aparecen se cuenta que uno de los antecedentes de "La Llorona", el cual data de la época prehispánica, en donde se describe como parte de los presagios que tuvieron los mexicas 10 años antes de la llegada de los españoles a nuestro territorio, la cual corresponde en parte al testimonio de una parte de la Historia de Tlaxcala de Diego Muñoz Camargo.
Este antecedente es el sexto presagio que tuvieron los mexicas, el cual describe que por las noches se escuchaba a una mujer llorando, quien, según el autor, podría ser Cihuacóatl, diosa que predecía guerras.
Los lamentos eran como alertas para retirarse del lugar, es como si les dijera a los mexicas que tenían que irse de esas tierras ya que sabía la masacre a la cual sus hijos serían sometidos.
¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos!.
Si bien, a la fecha el lamento de nuestra leyenda actualizada es ¡Ay, mis hijos!, no deja de poner los pelos de punta a los niños que la escuchan por primera vez o a los adultos que suelen ser un poco asustadizos y más si se cuenta en una noche oscura con una luna grande y redonda como suelen ser las de octubre, en donde nuestras tradiciones del Día de Muertos y la nostalgia por lo que se adelantaron está a flor de piel.
¿Alguna vez has escuchado el lamento de "La Llorona"? ¿te ha tocado verla por las noches en calles de pueblos mágicos o en el Centro de la CDMX?
(SAB)