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“A veces no gano ni $100”, así asiste don Antonio por su pensión de adulto mayor

Te contamos el viacrucis de los adultos mayores que tienen problemas para cobrar su pensión de adulto mayor y las largas filas que deben soportar

Escrito en METRÓPOLI el

“A veces no llego ni a los 100 pesos (al día), ni siquiera eso, por eso vengo acá a ver si me ayudan”, expresó don Antonio Flores Rodríguez, quien este viernes acudió a las oficinas de la Secretaría del Bienestar para solicitar que le otorguen la Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores.

A las 9:50 de la mañana, Antonio era de los últimos en la fila que llegaba hasta la parte central del Monumento a la Revolución. A esa hora había personas formadas a lo largo de cinco cuadras, desde Antonio Caso, pasando por Ignacio Ramírez, doblaba en Plaza de la República, cruzaba hacia el Monumento y volvía a doblar hacia la parte central del mismo.

La Secretaría del Bienestar atiende en promedio a mil 500 o 2 mil personas diariamente que quieren tramitar la Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores, para quienes tienen 65 años en adelante, o la Pensión para el Bienestar de las personas con Discapacidad, que es para quienes tienen entre cero y 29 años de edad.

Las largas filas han estado presentes desde la semana pasada, cuando se reanudaron estos trámites y en promedio el tiempo de espera es de dos a dos horas y 30 minutos, a partir de las 8:00 de la mañana que es cuando comienza la atención a las personas.

Don Antonio era de los últimos en la fila porque llegó a las 8:00 de la mañana, pero ni ver tanta gente formada lo espantó y se quedó para hacer el trámite. Vistiendo una chamarra ligera para cubrirse del frío y un cubrebocas negro, relató que vende dulces en la calle y que a veces no gana ni 100 pesos al día, pero con eso debe apoyar económicamente a su mamá, así como pagar la luz, el agua y lo que necesita él para sobrevivir.

 “Por eso vine a ver si me dan una ayuda, porque la verdad mi dinero no me alcanza, gano muy poquito, muy poquito porque es el trabajo de limpieza, bueno, trabajaba, porque ahora como ya estoy grande ya no tengo trabajo, ya no me admiten.

“Ahora a lo que me dedico es a ir a vender dulces a la calle, pero como el dulce está muy caro, ya gano cada día más poquito, no me alcanza”, manifestó Antonio, quien llevaba sus documentos en la mano y como iba a hacer el trámite por  primera vez, pudo ir de regreso a su casa  alrededor de las 10:00 de la mañana.


“LLEGAMOS A LAS 6:00 DE LA MAÑANA Y LA FILA YA ESTABA HASTA EL MONUMENTO”


A las 6:00 de la mañana, antes de que el sol saliera en la Ciudad de México, Susana y su hermana, de 67 y 68 años, ya habían llegado a la Secretaría del Bienestar para esperar su turno. Llegaron preparadas con bancos para no cansarse tanto. A las 9:30 ya estaban afuera, ahora esperando que las recogiera su familia para volver a casa.

“Todos nos apanicamos porque dicen tienen que llegar temprano porque hay montonales de gente, y sí, llegamos a las 6:00 de la mañana y nos dijeron a la vueltecita y que nos vamos hasta el Monumento a la Revolución, ahí nos formamos, esperamos el tiempo, y bueno, muy rápido”, señaló Susana.

Explicó que recibe su pensión, pero desde que inició la pandemia la situación se ha vuelto más complicada, por eso acudió a solicitar el apoyo que brinda el gobierno a través de Bienestar.

“Las cosas cada vez están más caras, aunque tengas una pensión, vas al mercado, al súper y cada vez compras menos, la vida cada vez está más cara y aunque seamos adultos mayores, todavía comemos”, dijo.

Aunque tardó tres horas y media en hacer el trámite, Susana y su hermana se retiraron contentas y con la esperanza de que en dos meses les llamarán para entregarles su tarjeta. 

“Yo a la edad que tengo, durante mi vida vi muchas injusticias del gobierno y nunca pensé que este país fuera a tener ni un cambio chiquito, porque para la oposición y la crítica todo es malo, pero a la edad que tengo he vivido cosas benéficas y ésta es una de ellas”, enfatizó.

 

(Luis Ramos)